?De d¨®nde vienen los misteriosos objetos voladores derribados por EE.UU. en los ¨²ltimos d¨ªas?

Estados Unidos ya ha derribado tres objetos voladores sin identificar en los ¨²ltimos d¨ªas. El primero, fue localizado en el oc¨¦anos ?rtico, cerca de Alaska, el pasado viernes. El segundo atraves¨® el territorio del Yuc¨®n, en Canad¨¢, al d¨ªa siguiente. El ¨²ltimo fue interceptado ayer en Michigan, luego de hacer una larga traves¨ªa sobre Montana y Wisconsin. Como es natural, impera el nerviosismo en Estados Unidos por el clima de incertidumbre. Porque, a pesar de que el gobierno celebra la r¨¢pida capacidad de acci¨®n de sus fuerzas a¨¦reas, sigue intranquilo ante la incapacidad de determinar qu¨¦ son exactamente los objetos que no cesan de aparecer en los cielos de Norteam¨¦rica.

Ya existen muchas teor¨ªas. La m¨¢s estramb¨®tica (que siempre hace acto de presencia en cualquier misterio que envuelva cosas que vuelan) es la de los extraterrestres. Para evitar que este tipo de historias fantasiosas ganen p¨¢bulo, el Pent¨¢gono se ha apresurado a declarar tajantemente que, a pesar de que no se conoce la naturaleza de las naves derribadas, no hay absolutamente ninguna duda de que son artilugios construidos por el ser humano. As¨ª que lo ¨²nico que est¨¢ claro es que estos Ovnis no son de origen marciano.

No queda claro tampoco si el aumento de la frecuencia de estos derribos quiere decir que ahora hay m¨¢s cuerpos voladores sin identificar. Tal y como han admitido los servicios de inteligencia de EE.UU. y Canad¨¢, las medidas de vigilancia se han redoblado ante el temor de que las naciones rivales desplieguen planes de espionaje a gran escala en espacio a¨¦reo americano. Por lo tanto, no es que ahora haya m¨¢s objetos flotantes que antes, sino que los dos gigantes norteamericanos est¨¢n m¨¢s alerta. Algo entendible, teniendo en cuenta el reciente episodio del globo Chino que suscit¨® un gran debate pol¨ªtico. Los republicanos ven a Biden como un l¨ªder d¨¦bil que no est¨¢ sabiendo imponerse en la escena internacional, mientras que los dem¨®cratas se muestran cada vez m¨¢s temerosos ante una posible escalada de las hostilidades entre China y occidente.

Prevenci¨®n y detecci¨®n

El cuerpo encargado de desplegar las misiones de intercepci¨®n en los tres ¨²ltimos casos ha sido la NORAD, un contingente que combina efectivos de los ej¨¦rcitos de Canad¨¢ y EE.UU. y que tiene el importante cometido de salvaguardar la seguridad del espacio a¨¦reo de ambos pa¨ªses. Por eso, los tres cuerpos voladores de estos ¨²ltimos d¨ªas fueron disparados mucho m¨¢s r¨¢pido que el famoso globo esp¨ªa. Tal y como ha declarado el Pent¨¢gono, los Ovnis volaban a una altitud razonablemente baja (entre 12.000 y 20.000 pies), por lo que supon¨ªa una amenaza para el tr¨¢fico a¨¦reo de la zona. Ante este riesgo, fue m¨¢s f¨¢cil tomar la resoluci¨®n de abrir fuego de forma preventiva.

La cautela parece ser la t¨®nica dominante de la actual administraci¨®n de la Casa Blanca. Pero esta prudencia ha hecho que proliferen toda clase de teor¨ªas, m¨¢s o menos factibles, entre el p¨²blico general y el resto de agentes pol¨ªticos. De hecho, oficiales del Pent¨¢gono han sido bastante transparentes acerca de sus suposiciones. Para la inteligencia norteamericana todo parece se?alar hacia una oleada de incursiones rusas o chinas con el objetivo de recopilar datos sobre la superficie estadounidense.

Tampoco se cree descabellada la opci¨®n de que estas naves no sean m¨¢s que m¨¦todos utilizados por China para probar la rapidez y eficacia de los radares a¨¦reos de Estados Unidos (y, colateralmente, tambi¨¦n los de Canad¨¢). Si este fuera el caso, la nueva preocupaci¨®n ser¨ªa que el enemigo hubiera dejado interceptar sus artilugios de monitorizaci¨®n. Esta posibilidad cogi¨® fuerza al conocerse que el globo interceptado estaba equipado con un sistema de autodestrucci¨®n que, sin embargo, no fue accionado por Pek¨ªn, por lo que podr¨ªa estar recopilando informaci¨®n incluso despu¨¦s de ser atrapado.