Cogerse vacaciones para robar casas en Madrid: as¨ª son los nuevos ladrones

El verano es una ¨¦poca se?alada en el calendario de los ladrones de casas. Muchos propietarios aprovechan las vacaciones para viajar o trasladarse a segundas residencias donde pasan los meses m¨¢s calurosos. Es entonces cuando los delincuentes sacan partido de la ausencia de los due?os y entran en las casas, por lo que cabe esperar que este tipo de robos se multipliquen en ciudades que se vac¨ªan en verano. Madrid es el gran ejemplo.

Seg¨²n datos del Ministerio del Interior, en los primeros seis meses de este a?o se han registrado 4.371 robos en la Comunidad de Madrid. En 2019, antes de la pandemia, se notificaron 5.441 durante el mismo per¨ªodo. Queda por ver c¨®mo han evolucionado los robos a las casas madrile?as durante los meses de julio, agosto y septiembre. La Comunidad es el gran ejemplo: una de cada cuatro alarmas de casas en Espa?a se encuentra en Madrid, seg¨²n un estudio de Informa.

El inspector Aparicio, director del grupo de la Polic¨ªa Nacional que investiga a las mafias que entran a robar en las casas de Madrid, explica en un reportaje de El Pa¨ªs uno de los nuevos perfiles de delincuente: dejan sus trabajos en sus pa¨ªses de origen y se unen a estas bandas en verano para ganar algo m¨¢s de dinero.

Los polic¨ªas que han ido deteniendo a los cabecillas de las bandas les preguntaron qui¨¦nes son los nuevos reclutas que se unen a ellos, especialmente en verano. ¡°Nos contaron que muchos son gente que en sus pa¨ªses tiene un trabajo normal pero con salarios bajos y decide unirse a estas bandas para dar unos cuantos golpes y sacar como una paga extra de verano¡±, se?ala el inspector Aparicio. ¡°Los vemos sobre todo en los georgianos, es un problema social que vean el nivel de vida de los ladrones y ellos tambi¨¦n lo busquen as¨ª¡±, indica.

Los distintos perfiles de ladrones de casas

Como hablamos de una gran ciudad, tambi¨¦n cabe esperar que operen en ella un gran n¨²mero de mafias. ¡°En las mafias croatas, las que roban son las mujeres y son expertos en el resbal¨®n o los destornilladores; las georgianas son ¨ªntegramente masculinas y expertas en forzar cerraduras¡±, explica Aparicio. ¡°En el caso de las mafias que provienen de Latinoam¨¦rica son equipos mixtos, en los que las mujeres ejercen labores de vigilancia o transporte de la mercanc¨ªa y usan m¨¢s brutalidad a la hora de acceder a una casa, y en las bandas espa?olas vemos delincuentes que ven¨ªan de otras modalidades, como la sustracci¨®n de coches¡±, detalla el inspector.

El 99% de las mafias buscan casas vac¨ªas, seg¨²n indica Aparicio a El Pa¨ªs. Ponen se?ales, estudian las entradas y salidas de los vecinos y vigilan sus movimientos para asegurarse que no los encontrar¨¢n cuando entren, porque entonces cambiar¨ªa la calificaci¨®n penal. En todo caso, el inspector advierte de la peor mafia: ¡°A la mafia albanesa, que ha hecho un trabajo de investigaci¨®n y seguimiento y tiene todo preparado, le va a dar igual que est¨¦s en casa¡±.

Hay incluso grupos que disfrazan a sus miembros para que luzcan completamente diferentes entre un robo y otro. El grupo de la Polic¨ªa Nacional que investiga a estas bandas encontr¨® en c¨¢maras de seguridad cinco mujeres que cambiaban de aspecto constantemente. ¡°Un d¨ªa hab¨ªa varias rubias, otro d¨ªa eran m¨¢s altas, otro d¨ªa m¨¢s rellenitas¡­¡±, se?ala el peri¨®dico. El equipo de Aparicio necesit¨® tres meses para identificar a las reinas del disfraz: tres mujeres croatas y dos serbias que acabaron entre rejas a primeros de junio.

?C¨®mo consiguen entrar a robar?

Las bandas son profesionales. Antes de cometer un robo, estudian los detalles. Por ejemplo, ponen un sistema de seguimiento a los propietarios de las casas para conocer sus h¨¢bitos y el tiempo que pasan fuera de casa. El informe anual de Unespa, una asociaci¨®n que engloba a las aseguradoras espa?olas, se?ala que el coste medio de lo que los ladrones extraen de las casas de Madrid es de 782 euros, pero Aparicio asegura que ¡°algunas de estas mafias no bajan de los 200.000 euros por golpe¡±.

Pero el inspector hace hincapi¨¦ en la pasividad de los propietarios a la hora de cambiar las cerraduras de sus casas: ¡°Cambiamos de colch¨®n por salud y de m¨®vil por capricho, pero no somos capaces de ver que un bomb¨ªn que se coloc¨® hace 30 a?os y no se ha tocado est¨¢ completamente desfasado¡±.