Un estudio cient¨ªfico publicado en Nature lanza un aviso sobre un popular edulcorante y el crecimiento tumoral
La fructosa, un az¨²car que se encuentra naturalmente en la fruta y la miel, sirve como ¡®nutriente¡¯ para algunos tumores cuando pasa por el h¨ªgado.
Investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) han revelado que la fructosa ¡ªun tipo de az¨²car que se encuentra naturalmente en frutas¡ª no resulta m¨¢s beneficioso que el az¨²car tradicional, de hecho, este componente tiene una gran influencia en el crecimiento de los tumores.
La fructosa es un tipo de carbohidrato, m¨¢s concretamente un tipo de az¨²car simple, que se encuentra de forma natural en algunos vegetales, frutas y miel, lo que a menudo hace pensar que se trata de un alimento totalmente seguro. Si bien es cierto, su consumo se ha disparado en los ¨²ltimos a?os, por ejemplo, en Estados Unidos se ha multiplicado por quince, especialmente al ser utilizado en bebidas y alimentos ultraprocesados.
Un az¨²car absorbido por el h¨ªgado
En la investigaci¨®n, los bi¨®logos administraron fructosa a algunas c¨¦lulas cancerosas y observaron que estas no reaccionaron. Los cient¨ªficos afirmaron que en ocasiones se cree que son las c¨¦lulas da?inas las que ¡®absorben¡¯ los nutrientes que comemos, pero la realidad es que aquello que introducimos en nuestro organismo puede ¡°ser consumido por tejidos sanos y luego convertido en otra cosa que utilizan los tumores¡±.
Este proceso es el que ocurre en ocasiones con la fructosa, la cual es transformada por el h¨ªgado en ¡®nutrientes¡¯ de inter¨¦s para tumores. Seg¨²n un art¨ªculo de la revista Nature, las c¨¦lulas del h¨ªgado alimentadas con fructosa liberan l¨ªpidos que circulan por la sangre y se ponen a disposici¨®n de las c¨¦lulas cancerosas, que se encuentran ¡°esperando eso¡±.
La relaci¨®n entre la fructosa y algunos tumores
¡°Hemos estudiado muchos c¨¢nceres diferentes en varios tejidos del cuerpo y todos segu¨ªan el mismo mecanismo¡±, subraya el profesor de qu¨ªmica y gen¨¦tica y medicina en la Facultad de Medicina de Washington, Gary Patti. La duda de los cient¨ªficos sobre los efectos de la fructosa radica en la observaci¨®n de que algunos c¨¢nceres se han vuelto especialmente frecuentes en personas menores de 50 a?os.
¡°Ser¨¢ emocionante comprender mejor c¨®mo la fructosa diet¨¦tica influye en el impacto del c¨¢ncer. Pero una de las conclusiones de nuestro estudia es que si usted tiene la mala suerte de tener c¨¢ncer, probablemente deber¨ªa evitar la fructosa, al menos la agregada. Desafortunadamente, es m¨¢s f¨¢cil decirlo que hacerlo¡±, afirma Patti.
Seg¨²n los investigadores, este trabajo podr¨ªa inspirar nuevas v¨ªas terap¨¦uticas, por lo que los investigadores plantean incidir tambi¨¦n en c¨®mo metabolizan las c¨¦lulas sanas del h¨ªgado. El objetivo es evitar que estas c¨¦lulas transformen la fructosa en elementos que estimulen el crecimiento tumoral y ayuden a tratar los c¨¢nceres.
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