Noah Petro, cient¨ªfico de la NASA: ¡°Hay un entusiasmo sin precedentes por la exploraci¨®n lunar¡±
El experto de la agencia estadounidense, parte del proyecto Artemis que volver¨¢ a llevar humanos a la Luna, charla con Diario AS para contar los desaf¨ªos a los que se enfrentar¨¢n.


Rusia, China, India y Estados Unidos. Todos estos pa¨ªses est¨¢n entre los m¨¢s poblados del mundo (Rusia algo m¨¢s alejado de resto, que ocupan las tres primeras posiciones), as¨ª como entre las mayores econom¨ªas de todo el planeta. Y cuentan con un objetivo com¨²n en materia cient¨ªfica: la Luna.
Rusia trat¨®, el pasado mes de agosto, de convertirse en el primer pa¨ªs en posarse sobre el polo sur del sat¨¦lite terrestre. No pudo ser. Una ¡°situaci¨®n anormal a bordo¡± les priv¨® de tal privilegio. Algo que s¨ª hizo con ¨¦xito India, apenas unos d¨ªas m¨¢s tarde. Mientras, Estados Unidos y China lo tienen entre sus tareas pendientes. ¡°No quiero que China llegue primero al polo sur y diga: ¡®Es nuestro. Fuera¡¯¡±, dec¨ªa el administrador de la NASA, Bill Nelson, al presentar las instalaciones del Centro Espacial Kennedy en Cabo Ca?averal.
Desde all¨ª se espera, para 2025, que parta hacia la Luna la misi¨®n Artemis, la primera en m¨¢s de cinco d¨¦cadas que buscar¨¢ llevar de nuevo al ser humano a nuestro sat¨¦lite. Porque si India ha llevado una nave, EEUU quiero hacer lo propio pero con pasajeros a bordo. Un paso m¨¢s. Una nueva carrera espacial en ciernes, en busca nuevos conocimientos en este remoto lugar, con temperaturas de unos 200 grados bajo cero en algunas zonas. Pero, ?qu¨¦ se puede encontrar all¨ª?
Un desaf¨ªo ¡°apasionante¡±
Noah Petro, jefe del laboratorio de Geolog¨ªa Planetaria, Geof¨ªsica y Geoqu¨ªmica del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, cient¨ªfico del proyecto Lunar Reconnaissance Orbiter y del proyecto Artemis III, comparte con Diario AS sus impresiones sobre una misi¨®n de la que espera grandes cosas. ¡°Existe un entusiasmo sin precedentes por la exploraci¨®n lunar, compartido por muchas naciones. La cantidad de colaboraciones, datos compartidos y asociaciones (como los Acuerdos de Artemis) ilustran el entusiasmo y el inter¨¦s por explorar la Luna¡±, explica.
Una misi¨®n, la del regreso del hombre a la Luna m¨¢s de cinco d¨¦cadas despu¨¦s, que contar¨¢ con objetivo de hacer contacto con el polo sur del sat¨¦lite terrestre. ¡°El aterrizaje y las operaciones de superficie en la Luna ser¨¢n todo un reto¡±, asegura el experto, que no obstante conf¨ªa en la experiencia obtenida tras la misi¨®n Apolo. ¡°Tenemos un buen comienzo para comprender los retos a los que nos enfrentaremos con astronautas en la superficie de la Luna¡±. A ello ayuda, tambi¨¦n, la misi¨®n Reconnaissance Orbiter, que ha estado m¨¢s de 14 a?os recogiendo datos de la superficie y el entorno de la Luna.
¡°Podemos esperar una misi¨®n cient¨ªficamente apasionante, con oportunidades para explorar una nueva regi¨®n de la Luna no explorada durante el Apolo. Estoy seguro de que nos aguardan sorpresas cient¨ªficas en el polo sur, ?que deber¨ªan entusiasmar a todo el mundo!¡±, apunta Petro.
El inter¨¦s en este punto lunar: tras la b¨²squeda de agua
Una de las cuestiones que m¨¢s misterio suscita. ?Por qu¨¦ las agencias espaciales tiene especial inter¨¦s en ¡®alunizar¡¯ all¨ª? ?Qu¨¦ se puede encontrar? El cient¨ªfico de la NASA apunta las tres razones de este inter¨¦s. La primera de ellas, la presencia de dep¨®sitos de vol¨¢tiles, como el agua, que se podr¨ªa emplear para diversos aspectos en la superficie.
¡°Conocer cient¨ªficamente cu¨¢nta agua hay all¨ª, y de d¨®nde procede, nos ayudar¨¢ a comprender mejor d¨®nde se origin¨® el agua en el sistema solar y c¨®mo pudo desplazarse una vez en la Luna¡±, explica el cient¨ªfico de la agencia norteamericana. El segundo motivo tiene que ver con las condiciones de luz que all¨ª hay. ¡°Son distintas de las que experimentaron las misiones Apolo, en las que siempre hab¨ªa 14,5 d¨ªas de luz solar seguidos de 14,5 d¨ªas de oscuridad. En el polo sur, el sol siempre estar¨¢ a unos grados del horizonte, y la Luna tiene una ¨®rbita ligeramente inclinada con respecto a la Tierra. Debido a ello, y a la topograf¨ªa lunar cerca del polo, hay lugares que reciben, de media, m¨¢s luz solar que las zonas exploradas por Apolo, y experimentan menos tiempo de oscuridad que los lugares de Apolo¡±.
Cuenca Aitken: estudios para conocer el pasado
Es el ¨²ltimo de los factores que explica el inter¨¦s renovado en la exploraci¨®n lunar. Y es que el polo sur de la luna se encuentra en las inmediaciones de un cr¨¢ter de gran impacto, conocido tambi¨¦n como Cuenca Polo Sur-Aitken. ¡°Se cree que este cr¨¢ter es el m¨¢s antiguo de la Luna, por lo que es importante tomar muestras de ¨¦l para conocer su edad¡±, apunta Noah a este diario.
En caso de que finalmente la misi¨®n consiga recoger las muestras de vol¨¢tiles del Polo Sur, ello podr¨ªa ayudar la procedencia de este material. ¡°?Es material antiguo de la historia temprana del Sistema Solar o es agua nueva procedente de un cometa o asteroide, o se form¨® por la interacci¨®n del viento solar con la superficie lunar? Comprender el origen del agua en la superficie lunar nos permitir¨¢ comprender mejor c¨®mo se desplaza el agua por el Sistema Solar. En segundo lugar, al determinar la edad de la cuenca del Polo Sur-Aitken conoceremos la era m¨¢s temprana del Sistema Solar, al comienzo de un periodo de tiempo en el que los grandes impactos eran algo relativamente frecuente, una edad que no est¨¢ bien representada en las rocas de la Tierra.
Los Acuerdos de Artemis
Una vez alcanzada la superficie del polo norte lunar, y en el caso de haber conseguido detectar la presencia de materiales importantes para el futuro de la exploraci¨®n espacial y otros desarrollos, ?qui¨¦n tendr¨ªa derecho a su explotaci¨®n? Desde los a?os 60 hay tratados internacionales que impiden a los pa¨ªses reclamar su soberan¨ªa sobre la Luna, como los Acuerdos de Artemis, firmado por m¨¢s de una treintena de pa¨ªses (entre los que se encuentra Espa?a).

En ellos, se menciona que una ampliaci¨®n del Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre permitir¨ªa ¡°la realizaci¨®n de actividades comerciales siempre y cuando no se proh¨ªba hacerlo a otros pa¨ªses¡±. ¡°La capacidad de extraer y utilizar recursos en la Luna, Marte y los asteroides ser¨¢ fundamental para apoyar la exploraci¨®n y el desarrollo espacial seguros y sostenibles¡±, apunta la NASA sobre dichos acuerdos.