Ismael L¨®pez: ¡°Hay m¨¢s de un mill¨®n de desechos espaciales en ¨®rbita¡±

Mirar al espacio siempre ha sido un sue?o para muchos. Un recurso literario para escritores, una fantas¨ªa para lectores. Y en el mundo que nos toca ahora, contar con la vigilancia del espacio no es s¨®lo una cuesti¨®n rom¨¢ntica, es una necesidad tanto en Defensa como en log¨ªstica como en comunicaciones. Y tambi¨¦n en el cuidado de nuestro entorno, de nuestro clima.

Su relevancia se pone de manifiesto cuando recordamos que el Ej¨¦rcito del Aire espa?ol cambi¨® su definici¨®n a Ej¨¦rcito del Aire y del Espacio en junio de 2022. O cuando Andrius Kubilius fue nombrado como Comisario de Defensa y Espacio de la Uni¨®n Europea, una cartera de nueva creaci¨®n que apoya la tendencia.

Para conocer de cerca c¨®mo est¨¢ la industria espacial, tanto a nivel internacional como en Espa?a, y repasar la importancia que tienen los sat¨¦lites, incluso la basura espacial, y las misiones cient¨ªficas, hemos entrevistado a Ismael L¨®pez, CEO de Thales Alenia Space en Espa?a.

Pregunta - ?En qu¨¦ punto est¨¢ la industria espacial en Espa?a?

Respuesta - Espa?a cuenta con una industria espacial de primer nivel, la cuarta de la Uni¨®n Europea en volumen de facturaci¨®n y empleo. Seg¨²n cifras publicadas por TEDAE, las industrias de espacio alcanzamos los 1.200 millones de euros de facturaci¨®n en 2023 y dimos empleo directo a cerca de 7.000 profesionales en nuestro pa¨ªs. Contribuimos de forma destacada a las misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA) aportando tecnolog¨ªa punta que desarrollamos en Espa?a. Pero no solo eso, agencias de otros lugares como la NASA (EE.UU.), JAXA (Jap¨®n) o KARI (Corea del Sur) recurren tambi¨¦n a nosotros para sus misiones, reflejo de la competitividad y prestigio que hemos alcanzado a nivel mundial tras d¨¦cadas de actividad espacial.

P - Cuando la ministra de Defensa dijo que el Ej¨¦rcito del Aire se iba a llamar tambi¨¦n del Espacio hubo cierto revuelo, pero¡­ ?es m¨¢s necesaria que nunca esa vigilancia, ese saber qu¨¦ est¨¢ pasando y qu¨¦ hacen otros pa¨ªses y empresas privadas?

R - Los sat¨¦lites nos brindan multitud de servicios esenciales que forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque muchas veces ni siquiera seamos conscientes de ello. Desde las comunicaciones a la navegaci¨®n, pasando por la meteorolog¨ªa, la seguridad o el apoyo ante cat¨¢strofes naturales y emergencias. Hoy en d¨ªa los sat¨¦lites son infraestructuras cr¨ªticas para el funcionamiento de un pa¨ªs y por lo tanto es natural que sean considerados como tales. Es importante protegerlas y tambi¨¦n apostar por el desarrollo de capacidades propias en tecnolog¨ªas cr¨ªticas para la soberan¨ªa nacional.

Un buen ejemplo de ello es el programa SPAINSAT NG, que dotar¨¢ a nuestras Fuerzas Armadas de comunicaciones seguras con dos sat¨¦lites de nueva generaci¨®n, los m¨¢s avanzados de su clase en Europa. Por primera vez hemos llevado a cabo la integraci¨®n del m¨®dulo de comunicaci¨®n de los dos sat¨¦lites en Espa?a, en la sala de integraci¨®n de sat¨¦lites que tenemos en Thales Alenia Space en Tres Cantos, lo que ha supuesto un gran paso adelante para la industria espacial nacional.

P - La industria de defensa espa?ola, europea, vive un momento cr¨ªtico. La inversi¨®n actual es una defensa a futuro, ?c¨®mo se vive esa necesidad ahora que hay una Estrategia Europea de Defensa?

R - El reciente nombramiento de Andrius Kubilius como Comisario de Defensa y Espacio de la Uni¨®n Europea, una cartera de nueva creaci¨®n dentro de la Comisi¨®n Europea, manda un mensaje inequ¨ªvoco de la relevancia del Espacio en los planes de la Comisi¨®n.

Para nosotros, como industria, es clave que Europa apueste por fortalecer el sector espacial en nuestro continente, para no quedarnos por detr¨¢s de otras potencias espaciales a nivel tecnol¨®gico y poder mantener la autonom¨ªa europea en un sector tan estrat¨¦gico. Eso pasa por impulsar programas espaciales europeos como ha sido Galileo en el ¨¢mbito de los sistemas de navegaci¨®n por sat¨¦lite y Copernicus en el ¨¢rea de la vigilancia medioambiental y, ahora, IRIS2 en el campo de las comunicaciones seguras.

P - ?Qu¨¦ es lo m¨¢s raro que nos podr¨ªamos encontrar si mir¨¢ramos por sus sat¨¦lites al espacio?

R - Nunca nos cansaremos de maravillarnos al observar el espacio, casi infinito a nuestra escala terrestre, mediante telescopios espaciales como Hubble, James Webb o Euclid, que nos brindan im¨¢genes realmente formidables de galaxias lejanas. Algunas de las cuestiones m¨¢s incre¨ªbles que tratan de resolver nuestros sat¨¦lites est¨¢n relacionadas con la formaci¨®n del universo y la naturaleza de la materia oscura y la energ¨ªa oscura, que constituyen aproximadamente el 25% y 70% del cosmos respectivamente, pero que siguen siendo un gran misterio. El sat¨¦lite Planck de la ESA fue capaz de capturar una imagen del fondo c¨®smico de microondas, la luz m¨¢s anciana del universo generada cuando ¨¦ste apenas contaba con 380.000 a?os de edad. La misi¨®n Euclid, por su parte, est¨¢ realizando un mapa tridimensional de un tercio del cielo, cartografiando los ¨²ltimos 10.000 millones de a?os de historia c¨®smica. Esta mirada hacia el pasado nos mostrar¨¢ con gran precisi¨®n las variaciones en la aceleraci¨®n c¨®smica y revelar¨¢ la naturaleza de la energ¨ªa oscura en la expansi¨®n acelerada del universo.

P - ?C¨®mo ser¨¢ la segunda generaci¨®n de Galileo?

R - Ser¨¢ m¨¢s precisa, m¨¢s robusta y m¨¢s potente que la actual. Para dar una idea del salto tecnol¨®gico de los sat¨¦lites de la segunda generaci¨®n, estos pesar¨¢n por encima de los 2.000 kg frente a los poco m¨¢s de 700 kg de peso de los sat¨¦lites de la primera generaci¨®n. Entre las mejoras que incorporan los sat¨¦lites de la segunda generaci¨®n destaca la propulsi¨®n el¨¦ctrica, antenas de navegaci¨®n m¨¢s potentes, un mayor n¨²mero y mejor¨ªa de los relojes at¨®micos y la digitalizaci¨®n de la carga ¨²til, que se podr¨¢ reconfigurar en ¨®rbita a lo largo de la vida ¨²til del sat¨¦lite. Tambi¨¦n incorporar¨¢ enlaces entre sat¨¦lites, lo cual dotar¨¢ a la segunda generaci¨®n de mayor robustez y autonom¨ªa.

P - ?Y las seis nuevas misiones del programa Copernicus?

R - Las nuevas misiones del programa Copernicus ampliar¨¢n el abanico de informaci¨®n medioambiental que aporta este vasto sistema de sat¨¦lites, cada una de ellas especializada en proporcionar distintas medidas. Por ejemplo, CO2M ser¨¢ la primera misi¨®n satelital capaz de detectar el contenido de CO2 en la atm¨®sfera generado por la actividad humana. Peque?as variaciones en el volumen de CO2 pueden provocar importantes desequilibrios en los ecosistemas ante la dificultad de absorber ese sobrante de CO2, resultando en el conocido efecto de calentamiento global. Por ello, una misi¨®n espacial como CO2M ser¨¢ de gran relevancia al ayudar a monitorizar la generaci¨®n de CO2 en todo el planeta, a escala local y global.

La misi¨®n CRISTAL medir¨¢ el espesor del hielo marino, un factor clave para las actividades de transporte mar¨ªtimo en las regiones polares y tambi¨¦n en la comprensi¨®n de los procesos polares. CIMR, por su parte, proporcionar¨¢ medidas de la temperatura y la salinidad de la superficie del mar y otros par¨¢metros de gran inter¨¦s para las comunidades del ?rtico.

Las misiones ROSE-L y CHIME ser¨¢n complementarias, respectivamente, a las misiones Sentinel 1 y 2, actualmente en ¨®rbita. ROSE-L, mediante su radar en banda L capaz de penetrar materiales naturales como la vegetaci¨®n y la nieve seca, servir¨¢ de apoyo en la gesti¨®n de bosques y la agricultura de precisi¨®n, mientras que CHIME proporcionar¨¢ medidas hiperespectrales en el infrarrojo, ¨²tiles en la caracterizaci¨®n del suelo y en la gesti¨®n de la agricultura sostenible y la biodiversidad. Por ¨²ltimo, LSTM proporcionar¨¢ medidas de la temperatura superficial de la tierra y las zonas costeras, de utilidad en agricultura y en otras aplicaciones como la monitorizaci¨®n de las islas de calor urbanas.

P - ?C¨®mo se har¨¢ la vigilancia del entorno espacial?

R - La vigilancia del entorno espacial es esencial para asegurar la integridad de los sat¨¦lites, mitigando el riesgo de colisiones en ¨®rbita. Hoy en d¨ªa se estima que hay m¨¢s de un mill¨®n de desechos espaciales de m¨¢s de 1 cm de tama?o en ¨®rbita. Esa cifra seguir¨¢ aumentando a medida que prolifere el n¨²mero de sat¨¦lites, en particular con el despliegue de varias megaconstelaciones de miles de sat¨¦lites. En los ¨²ltimos a?os se han lanzado m¨¢s sat¨¦lites que en el conjunto de las seis d¨¦cadas de precedentes de exploraci¨®n espacial.

Los sistemas actuales de vigilancia del entorno espacial se basan principalmente en sensores terrestres (radares y telescopios) capaces de detectar objetos en ¨®rbita y de hacer un seguimiento y predicci¨®n de sus trayectorias. En un futuro, el despliegue de sensores directamente en el espacio complementar¨¢ estas capacidades, proporcionando informaci¨®n a¨²n m¨¢s detallada.

P - ?Habr¨¢ un negocio internacional para la retirada de deshechos orbitales al que hab¨ªa que prepararse ya?

R - Es necesario seguir avanzando, tanto desde un punto de regulaci¨®n como tecnol¨®gico, para asegurar un entorno espacial seguro. En este sentido, la ESA ha impulsado el ¡®Zero Debris Charter¡¯, una iniciativa que agrupa industria, agencias gubernamentales, organismos internacionales, universidades y centros de investigaci¨®n con el objetivo de definir y poner en pr¨¢ctica medidas ambiciosas para la mitigaci¨®n de los desechos espaciales. El objetivo final es alcanzar la ¡®neutralidad¡¯ en la generaci¨®n de residuos espaciales en las misiones de la ESA a partir de 2030.

Los avances pasan tanto por la implantaci¨®n de medidas que aseguren una retirada controlada de los sat¨¦lites al final de su vida ¨²til, como el desarrollo de sistemas para la retirada de los desechos espaciales que est¨¢n fuera de control. Para esto ¨²ltimo se est¨¢ trabajando en distintas soluciones, desde naves capaces de capturar los deshechos en ¨®rbita (en especial los de mayor tama?o que por su ¨®rbita supongan un mayor riesgo de colisi¨®n), hasta l¨¢seres, tanto en tierra como en el espacio, capaces de desviar la trayectoria de los objetos en ¨®rbita.

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