El medicamento con m¨¢s efectos secundarios: muy utilizado en Espa?a

D¨ªa largo. Jornada dura en el trabajo. Noche con demasiado alcohol. Son muchos los escenarios que activan un taladro dentro de nuestra cabeza, que restan fuerza a nuestras piernas y que elevan el sonido de la respiraci¨®n; cargada de un aire tan caliente como la plancha en la que se convierte nuestra frente. Es tan molesto e inc¨®modo que casi parece una bendici¨®n milagrosa poder hacer que todo desaparezca con una pastilla del tama?o de una pieza lego.

El ibuprofeno est¨¢ tan incrustado en Espa?a que nadie duda un solo segundo en met¨¦rselo en la boca si se cumple alguno de los s¨ªntomas. Su efectividad le ha permitido colocarse como uno de los medicamentos m¨¢s vendidos en nuestro pa¨ªs, am¨¦n de sus propiedades aliviadoras: es analg¨¦sico, antiinflamatorio y antipir¨¦tico -que reduce la fiebre-. Todo en uno. Sin embargo, ning¨²n medicamento es gratuito al cuerpo; y en el caso del ibuprofeno, su inocuidad se desvanece en un mar de efectos secundarios.

Aumenta el riesgo de sufrir un infarto

Se trata de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), medicamento que, tradicionalmente, se ha asociado siempre a efectos indeseados. Tras los buenos e inmediatos resultados, el ibuprofeno parec¨ªa romper con una estirpe farmacol¨®gica y se alzaba como la soluci¨®n. Sin embargo, el tiempo, que todo lo cura, se ha encargado de quitar parte de la raz¨®n a la pastilla.

Hace varios a?os la comunidad cient¨ªfica comenz¨® a sembrar la duda. En 2015, la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) inst¨® a que los facultativos analizaran cuidadosamente el historial cl¨ªnico de los pacientes cuyo tratamiento inclu¨ªa altas dosis de ibuprofeno. Dos a?os despu¨¦s, la revista cient¨ªfica The British Medical Journal recog¨ªa la cosecha de lo investigado: el consumo de este AINE aumenta el riesgo de infarto de miocardio.

El estudio ven¨ªa a decir que todos los antiinflamatorios no esteroideos pod¨ªan incrementar este peligro, aunque no existieran patolog¨ªas previas, porque aumentan la presi¨®n arterial. Para comprobarlo, el trabajo recogi¨® una muestra de casi medio mill¨®n de participantes, m¨¢s de 446.000; con un descubrimiento escalofriante: el riesgo se produce cuando se ingiere en dosis altas y desde la primera semana de toma.

Su peligro guarda una estrecha vinculaci¨®n con la frecuencia de su consumo, tan normalizado en Espa?a. Existe un abuso del medicamento por causas en las que, en muchas ocasiones, no resulta necesario su uso. Dicha investigaci¨®n aseguraba que, para hablar de una cifra alta, capaz de generar riesgos, se deber¨ªan alcanzar los 1.200 mg al d¨ªa. Y con menos tampoco resulta raro observar c¨®mo se gestan da?os gastrointestinales: los AINEs derivan del ¨¢cido carbox¨ªlico y entran en contacto con la pared estomacal.

?C¨®mo se reducen los riesgos?

Existe un consenso cl¨ªnico y farmacol¨®gico en torno al uso del ibuprofeno. La soluci¨®n no es evitarlo, ni mucho menos dejar de tomarlo. Realmente se reportan beneficios en el organismo cuando los s¨ªntomas aprietan nuestra salud. ?nicamente hay que consumirlo, tal y como se?ala la presidenta de la Sociedad Espa?ola de Farmacolog¨ªa Cl¨ªnica (SEFC), Ant¨°nia Agust¨ª, cuando sea estrictamente necesario y no alargarlo m¨¢s all¨¢ de dos o tres d¨ªas.

Tambi¨¦n puede ser t¨®xico para el ri?¨®n, debido a la inhibici¨®n de las prostaglandinas. Y, por si fuera poco, tambi¨¦n se relaciona con la insuficiencia renal aguda. Para esquivar cualquier tipo de efecto, adem¨¢s de lo se?alado por Agust¨ª, conviene no mezclarlo y consumirlo despu¨¦s de las comidas. Y, sobre todo, evitar una dependencia. Uno, por la adicci¨®n. Y dos, por la falsa sensaci¨®n de mejor¨ªa, que reduce las cifras en un term¨®metro y aumenta, en silencio, el riesgo de una consecuencia mucho m¨¢s perjudicial para nuestra salud. Aunque el d¨ªa haya sido largo.