Avi Loeb, el cient赤fico que dice encontrar restos de una nave espacial extraterrestre
En su 迆ltima investigaci車n, el f赤sico de Harvard asegur車 haberse topado en el oc谷ano Pac赤fico con unas peque?as esferas integradas por una extra?a aleaci車n
Muchos se piensan que la tarea de buscar vida extraterrestre la desempe?an fundamentalmente personas acient赤ficas o dadas a creer en la conspiraci車n descabellada. Pero no es as赤. Algunas cabezas brillantes han dedicado buena parte de su seso al cometido de responder la pregunta de si estamos o no solos en el universo. Las conclusiones, en temas tan abiertos, rara vez son tajantes. Pero la gloria es para los que se atreven a pensar m芍s all芍.
Avi Loeb es un f赤sico de la prestigiosa universidad de Harvard que ha reflexionado e investigado extensamente en torno a estas cuestiones. Es, entre otras cosas, asesor de la Casa Blanca en temas relacionados con la ciencia y la tecnolog赤a. Respetado y discutido a partes iguales. Sus informes y teor赤as nunca pasan desapercibidas -y le han acabado granjeando no pocos detractores dentro de la comunidad cient赤fica m芍s ortodoxa-.
Es defensor decidido de la existencia -presente o pasada- de civilizaciones extraterrestres. Y no solo eso. Cree que hay restos de estas otras sociedades tanto alrededor de la tierra como en el propio planeta. Ahora, su nombre copa titulares de nuevo. Seg迆n se?ala, ha encontrado restos de un material que podr赤a provenir del espacio exterior. Pero no un material salvaje, sino una aleaci車n que, seg迆n cree, podr赤a responder a un proceso artificial de manufactura -lo que confirmar赤a la mano alien赤gena en el proceso de creaci車n de la mezcla-.
?Conclusiones prematuras?
Todo comenz車 con la ca赤da del meteorito IM1 en el Pac赤fico Sur. La trayectoria del astro descendente mostr車 significantes anomal赤as que despertaron la inquietud de Loeb. Entre otras cosas, la alt赤sima velocidad de desplazamiento o lo mucho que tard車 en comenzar a desintegrarse. Algo no le cuadraba al f赤sico. As赤 que resolvi車 partir hacia el lugar para poder examinar el objeto espacial m芍s de cerca.
El talonario lo extendi車 el multimillonario estadounidense Charles Hoskinson. Casi un mill車n y medio de euros tuvo de presupuesto la misi車n. La embarcaci車n remolcaba un artilugio que atra赤a objetos met芍licos. Los expertos encontraron, no obstante, algo que no esperaban en las profundidades del oc谷ano. Unas peque?as esferas de composici車n extra?a. Una aleaci車n de acero y titanio. La conclusi車n a la que lleg車 Loeb es que podr赤an ser objetos de creaci車n artificial y de m芍s all芍 de este planeta. Algunos colegas, sin embargo, han se?alado que esta conclusi車n es, como m赤nimo, muy prematura.