Avisan de un s¨ªntoma muy com¨²n con las nuevas variantes de la COVID
Con las versiones m¨¢s recientes de ?micron, que empiezan a ser prevalentes en Espa?a, se han detectado s¨ªncopes y desmayos en las personas contagiadas de coronavirus.
En m¨¢s de dos a?os de pandemia m¨¢s de 12,6 millones de espa?oles se ha contagiado de coronavirus. En todo este tiempo, los criterios a seguir han variado, a medida que se iba ampliando la vacunaci¨®n a una mayor parte de la poblaci¨®n, a la vez que se relajaban las restricciones. Actualmente apenas queda el uso de las mascarillas en transporte p¨²blico y en entornos sanitarios, pero la COVID sigue presente tal y como se observa en el ¨²ltimo informe del Ministerio de Sanidad.
A d¨ªa de hoy, la incidencia acumulada en mayores de 60 a?os supera los 755 puntos. Tres comunidades est¨¢n incluso por encima de los mil casos: Madrid (1.313), La Rioja (1.087) y Canarias (1.067). Unos datos que indican la posibilidad de una nueva ola de contagios, tras un tramo final de primavera relajado en este sentido. Por tanto, conviene tener en cuenta los s¨ªntomas que pueden apuntar a un caso positivo en COVID-19, ahora que los test realizados son cada vez menos.
Unos s¨ªntomas que, por otra parte no han dejado de variar desde el inicio de la emergencia sanitaria. En los primeros meses, con la variante inicial, era com¨²n la p¨¦rdida de olfato y de gusto tras el contagio. Ahora, con las nuevas versiones de la variante ?micron, conocidas como BA.4 y BA.5 (cada vez m¨¢s prevalentes en Espa?a; entre el 33,2% y el 73,8% y el 5,4% y el 64,9% respectivamente), los s¨ªntomas var¨ªan. Uno de los ¨²ltimos en ser detectados son los s¨ªncopes y desmayos repentinos en quienes se contagian.
S¨ªntomas de las nuevas variantes
Adem¨¢s de los ya conocidos por todos, como la tos, fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares, con las versiones m¨¢s actuales del virus hay quien puede padecer desmayos y s¨ªncopes, que pueden darnos m¨¢s de un buen susto. La raz¨®n de estos efectos tiene que ver con la implicaci¨®n que la COVID tiene en nuestro sistema nervioso, generando lo que se conoce como hipotensi¨®n ortost¨¢tica.
Esto provoca una alteraci¨®n en el funcionamiento del nervio vago, que ejerce una funci¨®n de vital importancia para nuestro sistema nervioso. Una vez que se produce este efecto, el nervio vago trabaja de forma m¨¢s lenta a lo habitual, impidiendo que se aumente la tensi¨®n lo necesario para que el flujo sangu¨ªneo llegue hasta el cerebro. De esta forma, nuestro ¨®rgano interpreta que falta ox¨ªgeno por esta tensi¨®n reducida, y por ello induce al desmayo como forma de defensa.
De esta forma lo que busca es que el cuerpo se tumbe para as¨ª ayudar a la llegada de sangre con ox¨ªgeno. Por ello, pese a afectar al sistema nervioso aut¨®nomo, tiene una incidencia indirecta en nuestro cerebro, el encargado de ejecutar la orden de tumbar el cuerpo para reiniciar el flujo sangu¨ªneo. ¡°Es un mecanismo de protecci¨®n, como para ponerse en stand by¡±, explica Ana Mart¨ªnez Virto, m¨¦dico de Urgencias del Hospital La Paz de Madrid, a Nius.
Experimento en Alemania
No es, sin embargo, la primera vez que se asocian estos s¨ªntomas con la COVID. Ya en el mes de enero, la revista m¨¦dica alemana ?rztezeitung llev¨® a cabo un experimento con un hombre, de 35 a?os, que padec¨ªa desmayos recurrentes, conocido como s¨ªncope vagal. Sin antecedentes familiares de riesgo card¨ªaco, y con todas las pruebas m¨¦dicas bien, le ocurr¨ªa siempre que se levantaba de una posici¨®n acostada. Para determinar su origen, le hicieron levantarse de forma brusca.
Con ellos descubrieron dos cosas. En primer lugar, la frecuencia card¨ªaca se elevaba a los 110 latidos por minuto cuando estaba de pie, sin que se registrara aumento de la presi¨®n arterial. Y por otro lado, al cabo de dos o tres minutos, la frecuencia ca¨ªa lentamente hasta que comenzaba a tambalearse, quej¨¢ndose de mareos y alteraciones visuales, para acabar en desmayo. Unos desmayos que sigui¨® padeciendo hasta pasados seis meses de su positivo en coronavirus.