As¨ª es ¡°El Padrino¡± Bola Tinubu, el nuevo presidente de Nigeria
Bola Tinubu fue gobernador de la provincia de Lagos y es conocido en el pa¨ªs por su vasta red de influencias pol¨ªticas

Nigeria es una de las econom¨ªas m¨¢s potentes de ?frica. Emerge con cada vez m¨¢s fuerza en el panorama internacional gracias al desarrollo exponencial de sus industrias y a su liderazgo en la regi¨®n. Sin embargo, estos avances no se terminan de cristalizar en la calidad de vida de la poblaci¨®n. Las bolsas de pobreza de esta extensa naci¨®n son enormes y se extienden a lo largo de todo el territorio. Adem¨¢s, el equilibrio pol¨ªtico es extremadamente fr¨¢gil, y el pa¨ªs vive en continua amenaza por los numerosos golpes de Estado vividos a lo largo del pasado siglo -hasta seis en apenas 25 a?os-.
La sombra de una cruenta guerra civil, las tensiones territoriales en algunas regiones o el terror del fundamentalismo isl¨¢mico son solo algunos de los problemas a los que se han tenido que enfrentar los sucesivos gobiernos nigerianos. Un pa¨ªs que, pese a su inmenso potencial para situarse a la cabeza del continente, se ve continuamente lastrado por la inestabilidad que, tristemente, es factor com¨²n de todas las naciones de la zona.
Con la ¨ªmproba tarea de reconducir la situaci¨®n siempre en el horizonte, se postularon tres candidatos con opciones reales a las ¨²ltimas elecciones generales. Atitu Abubakar, liderando las listas del conservador Partido Democr¨¢tico Popular, principal fuerza de la oposici¨®n. Peter Obi, del Partido Laborista, el outsider que ha sido la gran sorpresa al aparecer de la nada y conseguir m¨¢s de 6 millones de votos. Y, por ¨²ltimo, el ganador, Bola Tinubu, del poderoso Congreso de Todos los Progresistas.
Tinubu encarnaba el continuismo. El anterior presidente, Muhammadu Buhari, pertenec¨ªa a la misma formaci¨®n, una amplia plataforma atrapalotodo que tiene un fuerte arraigo en el pa¨ªs. No obstante, ha sido una carrera sensacionalmente re?ida. El desgaste del anterior ejecutivo, muy discutido por los sectores m¨¢s regeneracionistas, hizo mella en la campa?a de la nueva cara visible del partido en el poder. Y es que Tinubu, de 70 a?os, no es precisamente un soplo de aire fresco. M¨¢s bien todo lo contrario, pues se le conoce con el sobrenombre de ¡°El Padrino¡±.
Un hombre poderoso
El ilustrativo mote viene precedido, como casi siempre, de una reputaci¨®n labrada a lo largo del tiempo. Tinubu fue gobernador de Lagos, que es la ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs. Durante su periodo en este importante cargo, teji¨® una nutrida red de influencias que acab¨® por convertirlo en una de las personas m¨¢s poderosas del panorama pol¨ªtico nigeriano. ?l mismo se erige en padre del Lagos moderno, pues seg¨²n recalc¨® hasta la saciedad en campa?a, subi¨® al poder cuando la regi¨®n era un nido de pobreza y delincuencia y llev¨® a cabo una ambiciosa modernizaci¨®n. No obstante, sus detractores sostienen que las reformas emprendidas por su administraci¨®n fueron superfluas y no atendieron a los grandes problemas estructurales de la zona.
Dej¨® la gubernatura en 2007, pero no por ello cedi¨® los hilos del poder. A pesar de haber dado un paso a un lado de cara al p¨²blico, sigui¨® siendo determinante para elegir a sus sucesores, asegur¨¢ndose de que su legado pol¨ªtico quedaba intacto a lo largo de los a?os. Sin embargo, cansado de la influencia en la sombra, Tinubu ha aprovechado la dif¨ªcil coyuntura para alzarse con el puesto de m¨¢s alta responsabilidad en el pa¨ªs africano, el de Presidente de la Rep¨²blica Federal.
A pesar de que los sondeos ven¨ªan siendo bastante m¨¢s apretados de lo que se esperaba, Tinubu se ha hecho con la victoria con razonable holgura. Ha obtenido casi nueve millones de votos, un mill¨®n m¨¢s que el segundo, el derechista Atiku Abubakar. La ley electoral nigeriana establece que, si el candidato ganador no obtiene m¨¢s del 25% de apoyo en al menos dos tercios de las provincias, se debe celebrar una segunda vuelta. Sin embargo, esto no ser¨¢ necesario, pues Tinubu ha conseguido buenos n¨²meros en casi todo el mapa electoral. No obstante, varios grupos de la oposici¨®n han repudiado el resultado, alegando irregularidades en el proceso de votaci¨®n. Tinubu, desoyendo a los cr¨ªticos, ha asegurado la limpieza de los comicios y, ¡°humildemente¡±, ha aceptado el mandato recibido. El tiempo dir¨¢ si soplan nuevos vientos en Nigeria.