Advertencia del Kremlin de lo que pasar¨¢ tras la entrada de Finlandia en la OTAN

Contin¨²a el fr¨¢gil equilibrio entre bloques. Una realidad internacional que tiene, cada vez m¨¢s, reminiscencias de una ¨¦poca que se cre¨ªa superada. Una en la que el mundo se defin¨ªa por antagonismos aparentemente irreconciliables entre dos sistemas llamados a colisionar en la defensa de su visi¨®n incompatible de la econom¨ªa y la sociedad. Desde que Rusia lanz¨® su ¡°operaci¨®n militar especial¡±, Estados Unidos puso toda su maquinaria a trabajar entre bambalinas por mantener la hegemon¨ªa en los puntos m¨¢s orientales de Europa.

Zelenski ha tenido en Joe Biden a su mayor valedor. Un proveedor fiel de armamento que ha servido como parapeto para las tropas defensoras de Kiev, un r¨¦gimen que hasta tiempos relativamente recientes ten¨ªa un ej¨¦rcito considerado de parco desarrollo. Lo que Putin presumi¨® que ser¨ªa una incursi¨®n r¨¢pida para trastocar los equilibrios en Occidente se ha acabado tornando en un conflicto cada vez m¨¢s est¨¢tico, de trincheras que apenas se mueven y ciudades siempre asediadas pero nunca conquistadas.

Esto ha dado algo de ox¨ªgeno al bloque ot¨¢nico, que ha recalculado sus posibilidades y trazado una estrategia a largo plazo que contemple todos los escenarios, incluso los m¨¢s fatales. La expresi¨®n m¨¢s evidente de este viraje es la promoci¨®n de una ampliaci¨®n expr¨¦s, con el acercamiento a los tradicionalmente neutrales pa¨ªses n¨®rdicos Suecia y Finlandia. No obstante, la hoja de ruta se ha visto moment¨¢neamente lastrada por las reticencias turcas, que a¨²n no han perdonado a los suecos su vinculaci¨®n con la causa kurda.

Ret¨®rica de incendio

El actor que s¨ª ha saltado al campo de juego es Finlandia, que ha sido m¨¢s discreta en sus acciones diplom¨¢ticas recientes y no ten¨ªa enemistades rese?ables en el flanco occidental del mundo. Pero la entrada de este pa¨ªs, fronterizo con Rusia, ha causado sudores y rabia en los pasillos del Kremlin, que ven como otro de sus vecinos alinea sus capacidades b¨¦licas con los intereses de sus rivales directos. Una vez m¨¢s, la fuerza de Putin y sus allegados reside en la ret¨®rica que preconiza un muy temido incendio inextinguible.

En esta ocasi¨®n, ha sido el ministro de Defensa, uno de los m¨¢ximos responsables del plan de despliegue de tropas en Ucrania, el encargado de poner el grito en el cielo. Seg¨²n Sergu¨¦i Shoig¨², el ¨²ltimo movimiento de la OTAN amenaza sustancialmente la posibilidad de mantener la integridad territorial rusa, argumento que ha sido muy enarbolado por Mosc¨² a lo largo del ¨²ltimo a?o. Adem¨¢s, advierte que este tipo de pasos hacia el expansionismo por parte del enemigo ponen en peligro la paz mundial y podr¨ªan desencadenar una internacionalizaci¨®n del conflicto armado. De nuevo, usando como espantajo la posibilidad fatal de una guerra global y potencialmente devastadora para la humanidad.

Otro de los grandes motivos de discordia entre la Casa Blanca y el Kremlin es la intensificaci¨®n de los env¨ªos de armamento a Ucrania. Shoig¨² asegura que Biden est¨¢ meditando seriamente la posibilidad de enviar cazas de combate a Zelenski, lo que supondr¨ªa elevar un pelda?o la crudeza de una colisi¨®n que ya est¨¢ siendo demoledora para ambos bandos. No obstante, la posici¨®n de Washington, al menos de cara a la galer¨ªa, sigue siendo negativa respecto al suministro de veh¨ªculos militares a¨¦reos. La sensaci¨®n que se desprende de este ambiente irrespirable es que, cualquier paso en falso, a uno u otro lado del globo, puede tener consecuencias preocupantes.