?Por qu¨¦ los quarterbacks dicen ¡°hut¡± al principio de una jugada? ?Qu¨¦ significa?
El uso del t¨¦rmino en el f¨²tbol puede haber estado influenciado por su asociaci¨®n con los ejercicios militares, ya que proporciona una se?al breve y llamativa para los jugadores.

El ic¨®nico grito de ¡°Hut¡± del mariscal de campo es sin¨®nimo del inicio de cada jugada en el f¨²tbol , desde el nivel infantil hasta el profesional. Incluso jugadores experimentados y jugadores de Pro Bowl, como Jason Kelce de los Philadelphia Eagles y Benjamin Watson de los New Orleans Saints, admiten no saber los or¨ªgenes de la palabra. Kelce coment¨® con humor: ¡°No tengo idea de por qu¨¦ decimos ¡®Hut¡®, pero definitivamente lanzaron la pelota decenas de miles de veces a la palabra ¡®Hut¡¯.
El origen del t¨¦rmino
Profundizando en los archivos, la palabra ¡°Hut¡± parece haber hecho su aparici¨®n en alg¨²n momento de la d¨¦cada de 1950 , posiblemente debiendo su existencia a la Segunda Guerra Mundial. Algunos creen que se remonta a las ¨®rdenes de los sargentos instructores, espec¨ªficamente ¡°diez caba?as¡±, un t¨¦rmino utilizado para preparar a los soldados para la batalla llam¨¢ndolos a estar firmes.
Por el contrario, el t¨¦rmino m¨¢s rastreable ¡°caminata¡± fue acu?ado por la legendaria figura del f¨²tbol John Heisman , conocido por el prestigioso trofeo que lleva su nombre. Heisman inici¨® el uso de ¡°caminata¡± despu¨¦s de rascar la pierna del centro para se?alar el centro, y finalmente lo reemplaz¨® con una orden m¨¢s r¨¢pida y audible.
La influencia militar en el f¨²tbol no termina ah¨ª. ¡°Ten-hut¡±, con sus ra¨ªces en la Segunda Guerra Mundial, lleg¨® al campo, posiblemente debido a su naturaleza imponente y su f¨¢cil audibilidad en medio del caos del juego.
Entonces, ?por qu¨¦ cada obra comienza con un sonoro ¡°Hut¡±? La respuesta est¨¢ en su eficacia. Ya sea que haya sido tomada de ejercicios militares o nacida por necesidad, ¡°Hut¡± ha resistido la prueba del tiempo, demostrando ser el catalizador perfecto para el ballet de parrilla que se desarrolla con cada chasquido. En ¨²ltima instancia, no se trata s¨®lo de tradici¨®n: una palabra que funciona.