Pablo L¨®pez pone en pie Vistalegre en una noche inolvidable

Madrid. 21:00 horas. El Palacio Vistalegre aguarda expectante la llegada de Pablo L¨®pez. En el centro del escenario, ya lo esperan sus instrumentos, los que lo han acompa?ado siempre: un piano de cola, un piano vertical, un teclado y una guitarra ac¨²stica. De pronto, la tranquilidad cargada de emoci¨®n se rompe con los gritos del p¨²blico, que estalla en aplausos y v¨ªtores al ver al artista malague?o caminar hacia el coraz¨®n del recinto.

All¨ª, sobre el escenario, Pablo L¨®pez se siente como en casa. Aunque f¨ªsicamente est¨¢ solo, nadie lo percibe as¨ª. Desde la primera nota, el artista de Fuengirola transmite la sensaci¨®n de estar rodeado de los suyos, arropado por su gente. Y esa es, en esencia, la filosof¨ªa de su gira ¡®Concierto 360 grados. Un piano, una voz¡¯: demostrar que, aunque act¨²e en solitario, simb¨®licamente nunca est¨¢ solo.

Durante las dos horas y media que dur¨® el concierto, el Palacio Vistalegre se impregn¨® de la energ¨ªa caracter¨ªstica de Pablo L¨®pez. Su voz, sus pasi¨®n a la hora de golpear el piano y su capacidad innata para conversar e interactuar con el p¨²blico convirti¨® su interpretaci¨®n en una experiencia inmersiva, en la que los asistentes fueron parte de un espect¨¢culo en el que las m¨¢s de diez mil personas reunidas en el interior de Vistalegre se fundieron en una sola voz.

El piano y su voz fueron los protagonistas

Desde el momento en el que Pablo L¨®pez comenz¨® a cantar, su voz y su delicadeza para tocar cada uno de los instrumentos que lo rodeaban se convirtieron en los protagonistas de la velada. Dio la bienvenida al ritmo de ¡®Pongamos que hablo de Madrid¡¯, de Sabina, una de las muchas versiones que el nacido en Fuengirola interpret¨® para enlazarlas con sus propias canciones, como ¡®La ni?a de la linterna¡¯.

A continuaci¨®n, se sucedieron varios de los temas m¨¢s reconocidos del cantante, como ¡®El mundo¡¯, ¡®Tu enemigo¡¯ o ¡®Quasi¡¯, que obtuvieron el reconocimiento y grandes ovaciones por parte del respetable. Pablo se defini¨® asimismo como un ¡°ni?o de 41 a?os al que le gusta jugar a hacer m¨²sica¡±, unas palabras que sirvieron de adelanto a ¡®El ni?o del espacio¡¯, uno de los temas que se incluir¨¢n en su nuevo disco: ¡®El cuatro¡¯.

¡®La mejor noche de mi vida¡¯, ¡®Dos palabras¡¯, ¡®Mama no¡¯, ¡®Suplicando¡¯ o ¡®El Patio¡¯ daban forma a un concierto que estaba teniendo de todo. Emoci¨®n, momentos c¨®micos, buena m¨²sica¡­ El p¨²blico estaba disfrutando de un espect¨¢culo de los que no se olvidan y en la que Pablo quiso agradecer a quienes le han ayudado en su camino: ¡°Agradezco a la vida, a Dios, a la naturaleza, a todos lo que est¨¢is aqu¨ª. (¡­) No hay manera de pillaros, ojal¨¢ poder abrazaros, gracias por este abrazo¡±.

Las sorpresas redondearon la noche

La interpretaci¨®n de Pablo L¨®pez sobre el escenario del Palacio Vistalegre dej¨® varios momentos para el recuerdo, los cuales estuvieron protagonizados por dos protagonistas inesperados: Antonio Orozco y Chiara Oliver, exconcursante de ¡®Operaci¨®n Triunfo 2023¡¯. El malague?o llam¨® por tel¨¦fono al artista catal¨¢n, gran amigo suyo, quien recibi¨® el amor y el cari?o del p¨²blico, quien core¨® su nombre en repetidas ocasiones.

¡°Qu¨¦ suerte, eres una de las cosas m¨¢s bonitas que me ha pasado en la vida¡±, fueron las tiernas palabras que Pablo le dedic¨® a Antonio. Un homenaje que no qued¨® solo en palabras, ya que tambi¨¦n le rindi¨® tributo interpretando ¡®Devu¨¦lveme la vida¡¯, uno de los temas m¨¢s ic¨®nicos del cantante catal¨¢n.

En el caso de Chiara Oliver, la joven acudi¨® al Palacio Vistalegre a, al igual que el resto de asistentes, disfrutar de buena m¨²sica. Sin embargo, lo que menos se esperaba ser¨ªa lo que termin¨® ocurriendo. En un momento dado de la actuaci¨®n, el nacido en Fuengirola vio a la int¨¦rprete entre el p¨²blico y, tras pedirla permiso para bajar hasta su posici¨®n, ambos interpretaron ¡®Tulipanes¡¯.

Un final a la altura

Despu¨¦s de casi dos horas y media llenas de energ¨ªa y emoci¨®n, lleg¨® el momento de la despedida. Pablo L¨®pez interpret¨® ¡®Lo saben mis zapatos¡¯ y miles de linternas iluminaron el Palacio Vistalegre. El resultado fue una imagen inolvidable, de esas que quedan grabadas en la memoria para siempre.

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El malague?o cerr¨® la noche cantando a capela, sin micr¨®fono, tras lo que recorri¨® el escenario en una vuelta al ruedo en la que el nacido en Fuengirola se dej¨® querer y arropar por los miles de seguidores que hab¨ªan vibrado con cada una de sus notas. Fue un concierto ¨²nico, una experiencia inmersiva que te hace estar como en casa y en la que tanto Pablo L¨®pez como los m¨¢s de diez mil asistentes (entre los que afortunadamente me incluyo) acabaron con una sonrisa de oreja a oreja.

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