El d¨ªa que Axl Rose amenaz¨® con disolver Guns N¡¯ Roses delante de los Rolling Stones: ¡°Odio hacer esto en el escenario¡±
El grupo californiano fue telonero de la m¨ªtica banda en cuatro conciertos en Los ?ngeles que entraron a la historia del rock por la puerta de atr¨¢s.


Eran los ¨²ltimos coletazos de los a?os ochenta. La industria musical se encaminaba a una oleada de cambios que acontecer¨ªan casi de manera vertiginosa en la posterior d¨¦cada, funcionando algunos de estos calendarios como bisagra generacional en la que coincidieron grupos y artistas variopintos. Tambi¨¦n ocurri¨® as¨ª en el rock. Quiz¨¢ as¨ª se explique aquella noche de octubre de 1989.
Fue de esas noches hist¨®ricas que envejecen bien. The Rolling Stones, la banda del g¨¦nero m¨¢s exitosa sobre la faz del planeta, ten¨ªa agendados varios conciertos en California en el marco de su gira mundial. Como gui?o al talento de la costa oeste, pretend¨ªan que los teloneros fueran locales. Y no hab¨ªa mejor opci¨®n que el llamado a ser el relevo generacional de los Rolling: Guns N¡¯ Roses.
Los a?os m¨¢s duros de la banda
Hubo que dar varias vueltas en torno a la cifra. No fue por 50.000 d¨®lares; tampoco por 500.000. Lograron cerrar un acuerdo para que la joven banda, que ya hab¨ªa tocado el techo de la industria con ¡®Appetite for Destruction¡¯, lo hiciera por un mill¨®n. Todo iba sobre ruedas, salvo algunos detalles: Guns N¡¯ Roses llevaban m¨¢s de ocho meses sin salir de gira y los rumores acerca de los problemas de sus integrantes con las drogas ¡ªcon la hero¨ªna, en particular¡ª parec¨ªan tener m¨¢s de cierto que de leyenda musical. No ayudaban las pol¨¦micas de algunas de sus letras y la constante amenaza de algunos de sus miembros, incluido el propio Axl Rose, de abandonar el grupo.
De una forma u otra, hubo trato. El 18 de octubre se encendieron los focos del Coliseum de Los ?ngeles. Los Guns N¡¯ Roses estaban listos para reventar su ciudad. Todos, menos Axl. El cantante, harto y hastiado, no hab¨ªa acudido. El jefe de producci¨®n de los Rolling, Brian Ahern, vio la situaci¨®n y pidi¨® a la polic¨ªa de la urbe californiana que se personaran en su domicilio; y, a rastras, le llevaron al estadio.
Un concierto que entr¨® a la historia por la puerta de atr¨¢s
Una vez all¨ª, vio c¨®mo la banda que hab¨ªa tocado previamente, Living Colour, realizaba un discurso sobre el racismo que, de manera manifiesta, iba contra ¡®One in a Million¡¯, una controvertida canci¨®n del grupo. Rose iba a explotar. Subi¨® al escenario e increp¨® la actitud de todos aquellos que pensaran que era racista. Y luego dio pie a un concierto que entr¨® a la historia de la banda por la puerta de atr¨¢s: su baja forma no pas¨® desapercibida ante un ateneo que culmin¨® su sorpresa al ver c¨®mo el propio Axl, cegado por los focos, tropezaba y ca¨ªa al foso de los fot¨®grafos.
Fue tal el rid¨ªculo que el vocalista estall¨® contra el otro frente que sacud¨ªa a la banda. ¡°Odio hacer esto en el escenario, pero lo he intentado de todas las p*tas maneras. Y a menos que cierta gente de esta banda se ponga las pilas, estos ser¨¢n los ¨²ltimos conciertos de Guns N¡¯ Roses que vais a ver, joder", vocifer¨®, alertando de que estaba ¡°cansado de que demasiada gente de este grupo baile con el maldito se?or Brownstone¡±, en referencia a la hero¨ªna.
Delante de 70.000 personas quiso Slash que el suelo le tragase vivo y con la guitarra el¨¦ctrica. El m¨²sico atravesaba entonces una de sus peores etapas con las drogas; seg¨²n reconoci¨® m¨¢s tarde, aquello ¡°probablemente fue una de las cosas que m¨¢s me hizo odiar a Axl¡±. Terminaron y dieron paso a los Rolling Stones, que dej¨® maravillado al p¨²blico californiano.
Una vez terminado el primero de los cuatro conciertos preguntaron a Mick Jagger por lo que hab¨ªa sucedido con Guns N¡¯ Roses. Y el m¨²sico traslad¨® su desempe?o musical a una eficaz sentencia que no admite reinterpretaciones: ¡°Axl dio un buen show, pero ojal¨¢ se hubiera callado la boca y se hubiera dedicado a cantar¡±. Tom¨® Rose su consejo y el tiempo dio la raz¨®n al l¨ªder de los Rolling Stones.
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