La teor¨ªa sobre el verdadero gran amor de Aless Lequio: ¡°Fue una persona que trabaj¨® en Telecinco¡±
La periodista Beatriz Cort¨¢zar asegura que no fue Carolina Monje ni tampoco Raquel Rodr¨ªguez, sino otra persona vinculada a la cadena.


El lanzamiento de El chico de las musara?as, el libro que empez¨® Aless Lequio y termin¨® Ana Obreg¨®n, ha permitido conocer m¨¢s detalles de la vida del joven que falleci¨® de forma temprana con tan solo 27 a?os. En uno de los pasajes escrito por la presentadora se puede leer que es posible que Carolina Monje no fuera el gran amor de la vida de su hijo y este jueves la periodista Beatriz Cort¨¢zar lo ha confirmado durante su participaci¨®n en El programa de Ana Rosa. Esta ha agregado adem¨¢s que tampoco fue Raquel Rodr¨ªguez, otra novia de Aless que se menciona en la obra.
¡°Aquella historia de amor se acab¨® cuando el joven se fue a estudiar a Estados Unidos y lo que esa joven supuso para ¨¦l solo lo sabe la gente que de verdad le conoc¨ªa. Y esta persona trabaj¨® en esta cadena¡±, expres¨® esta misma ma?ana en Telecinco. Su historia juntos, eso s¨ª, no termin¨® por completo y a distancia siguieron manteniendo ¡°una buen¨ªsima relaci¨®n y mucho cari?o¡±.
La carta de Aless Lequio ?a su verdadero amor?
Aless Lequio y Carolina Monje se conocieron a finales de 2018 y la joven se convirti¨® en un gran apoyo para el hijo de Ana Obreg¨®n durante su enfermedad. Pero supuestamente Aless no se refiere a ella en ning¨²n momento en las l¨ªneas que escribi¨® para su libro, lo que ha aumentado una ola de rumores que se ha visto alimentada por la extensa carta que s¨ª figura en la obra.
¡°Te escribo porque no te conozco. Si te conociera, las teclas de mi ordenador tendr¨ªan tanto polvo acumulado que mis frases ser¨ªan un sinsentido, pero no es el caso. Hoy mis palabras pecan de elocuencia. Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no s¨¦ si lo har¨¦ en lo que me queda de vida. Ojal¨¢ estas palabras puedan crear un pedacito de realidad para poder llevarme el boli a la cama pensando que al menos existe en mi imaginaci¨®n. Dentro de m¨ª¡±.
¡°Tengo c¨¢ncer, pero lo peor de todo, tengo miedo. Ya no s¨¦ si alg¨²n d¨ªa ser¨¦ capaz de sentir c¨®mo eres y lo que podr¨ªamos llegar a ser, pero lo que s¨ª puedo hacer ahora, en este mismo momento, es transmitir c¨®mo no eres y, por lo tanto, acercarme un poquito m¨¢s a la idea de lo que ser¨ªas. S¨¦ que no eres el amor de mi vida, porque ser¨ªas la vida entera. Porque ser¨ªamos uno. Porque ser¨ªa para siempre¡±, sentenci¨®.