Tamara Gorro y su torre de relaciones tras la depresi¨®n: ¡°Me sobran dedos¡±
La ¡®influencer¡¯ cuenta en su ¨²ltimo libro, ¡®Ahora que vuelvo a vivir¡¯, c¨®mo es el c¨ªrculo de personas que ha creado en torno a ella.
Tras el ¨¦xito de su anterior libro Cuando el coraz¨®n llora, con m¨¢s de 25.000 ejemplares vendidos, Tamara Gorro public¨® en abril Ahora que vuelvo a vivir, un volumen donde se abre en canal despu¨¦s de pasar por una depresi¨®n, y en el que reflexiona sobre los temas de la vida cotidiana que nos afectan: los complejos, el dolor, el duelo, la soledad o la autoexigencia.
La influencer, m¨¢s all¨¢ de las dificultades del d¨ªa a d¨ªa, explica c¨®mo aprendi¨® a gestionar esos momentos duros que inevitablemente llegaron, como la separaci¨®n del padre de sus hijos, Ezequiel Garay, y, pese al sufrimiento, c¨®mo sac¨® el lado bueno de las cosas y encontr¨® la forma de recuperar la ilusi¨®n para volver a sonre¨ªr.
Los momentos compartidos con sus hijos, el apoyo de su madre y el recuerdo de su abuelo configuran las bases emocionales que la sostienen. Sin embargo, en el texto confiesa que ha creado una torre de relaciones de varios pisos con cimientos s¨®lidos. ¡°La famosa frase de ¡®Los amigos los cuentas con los dedos de una mano¡¯ tiene m¨¢s raz¨®n que un santo. A m¨ª. De hecho, me sobran dedos para contar los realmente buenos¡±, explica en el texto la creadora de contenido.
Cuatro pisos
De acuerdo con Tamara Gorro, la base de esta torre es ella misma, su propia mejor amiga, su aliada y la persona que mejor la entiende. Una ¡°soledad necesaria para vivir y ser feliz¡±, explica. En el siguiente piso est¨¢n sus amigos de verdad, el primero, aquellos que tienen su vida, sus obligaciones, pero que est¨¢n ah¨ª cuando ella los necesita.
En la segunda planta, dice, est¨¢n aquellas personas que alg¨²n d¨ªa formaron parte de su c¨ªrculo de amistades y a las que desea recuperar y conocer de nuevo, ya que considera que ella tambi¨¦n se est¨¢ estrenando en esta otra vida tras la enfermedad. El tercer piso lo reserva para aquellos que no le inspiran confianza y que cree que solo la quieren por ser un personaje p¨²blico. Y en el ¨²ltimo y cuarto, aquellos conocidos con los que comparte un rato a trav¨¦s de otras personas, sin expectativas, y a los que no se cierra a conocerse y a bajar un piso. ¡°Debemos aprender a diferenciar a las personas y a darles su sitio¡±, reflexiona.
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