El abogado de Carlota Prado abandona su defensa en el juicio por abusos sexuales
El letrado renunci¨® la semana pasada a defender a la exconcursante de Gran Hermano en el juicio por causas que no han sido reveladas.
El abogado Santiago Mar¨ªn renunci¨® durante la semana pasada a defender a Carlota Prado en su juicio por abusos sexuales que va a celebrarse durante la semana que viene, tal y como ha informado el medio 20 minutos.
Los motivos que han llevado a Santiago Mar¨ªn a tomar esta decisi¨®n no han sido revelados por el amparo del secreto profesional. Ahora, la exconcursante de Gran Hermano podr¨¢ decidir si le encarga la representaci¨®n a otro letrado o si, por el contrario, prefiere que lo haga uno de oficio.
La ¨²ltima instancia judicial en el mes de febrero termin¨® siendo suspendida por la imposibilidad psicol¨®gica de acudir a la vista de Carlota. De hecho, fue el propio letrado quien comunic¨® que su clienta estaba ¡°completamente imposibilitada¡± al tener ¡°problemas psiqui¨¢tricos graves¡±.
En junio, la magistrada a cargo del caso escogi¨® los d¨ªas 3 y 8 de noviembre para que se iniciase el juicio por el llamado ¡®Caso Carlota¡¯. En principio, el litigio se va a celebrar, pues un informe forense certific¨® la semana pasada que la v¨ªctima est¨¢ en condiciones de declarar.
Un posible error en la instrucci¨®n
El fiscal del caso pide una condena de dos a?os y seis meses de prisi¨®n para el acusado, as¨ª como una indemnizaci¨®n de 6.000 euros. Esa misma cantidad, adem¨¢s, es la que le reclama a la productora del formato televisivo, Zeppelin TV, por ense?arle a la concursante las im¨¢genes de lo sucedido. Las penas son muy alejadas de las que pide la defensa, pues estas ascienden a siete a?os de c¨¢rcel y 100.000 euros tanto para el acusado como para la productora.
Sin embargo, desde pr¨¢cticamente el comienzo del procedimiento judicial, Santiago Mar¨ªn ha reclamado por activa y por pasiva que ¡°no se les ha permitido acusar debidamente¡±. Por ello, su intenci¨®n era invalidar este caso y comenzar uno nuevo en el que se juzgase una violaci¨®n con penetraci¨®n en vez de un delito de abuso sexual.