What if¡?
A veces olvidamos lo important¨ªsimos que son los peque?os detalles en un partido...

Andamos en Bilbao los hinchas con una sensaci¨®n agridulce. Por un lado, estamos m¨¢s que orgullosos del rendimiento del equipo, en Liga y en Europa; orgullosos de la manera en que gana y tambi¨¦n de la manera en que pierde. Nada se puede reprochar a quien lo da todo. Adem¨¢s, quiz¨¢ m¨¢s que en cualquier otro lugar, en el botxo somos muy conscientes de que lo importante del f¨²tbol es el viaje: compartirlo, sentirnos unidos, generar comunidad. Convendremos que el club sale de esta temporada m¨¢s fuerte.
Pero la sensaci¨®n, dec¨ªa, es agridulce, porque no dejamos de pensar en c¨®mo se nos fue de las manos la semifinal. ?Qu¨¦ habr¨ªa sido sin la infausta expulsi¨®n y la no menos determinante plaga de lesiones? No hay cuadrilla, matrimonio o familia en Bilbao en la que estos ¨²ltimos d¨ªas no haya salido el tema.
A veces olvidamos lo important¨ªsimos que son los peque?os detalles en un partido, en una eliminatoria. Algunos dependen del rendimiento propio, pero otros pertenecen en exclusiva a la esfera del azar, esa que tantas veces decide un resultado y cuyas caprichosas carambolas hacen que el f¨²tbol nos fascine tanto. Lo pens¨¦, por ejemplo, con el bal¨®n que Lamine Yamal estrell¨® en el palo en el ¨²ltimo minuto de la semifinal de Champions. Si esa pelota hubiera entrado ¡ªo incluso si hubiera salido fuera¡ª, el equipo catal¨¢n estar¨ªa ahora en la final.
La fascinaci¨®n por c¨®mo nuestro destino est¨¢ determinado por un detalle min¨²sculo y azaroso se encuentra en la base de muchos de nuestros relatos. Lo vemos en la literatura y en el cine (Woody Allen lo plasm¨® en una de las mejores escenas de la historia del cine en Match Point), pero tambi¨¦n en c¨®mo concebimos nuestras vidas y c¨®mo las contamos. ?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si no hubi¨¦ramos cogido aquel tren, si aquella tarde no hubi¨¦ramos entrado en aquel bar solo para refugiarnos de la lluvia?
Por eso nos gusta tanto el f¨²tbol: porque por muchos esfuerzos que hagamos por controlar el destino, el resultado de los partidos ¡ªy de las temporadas¡ª est¨¢ sujeto al bote an¨¢rquico e imprevisible del bal¨®n, del mismo modo que nuestras vidas dependen inevitablemente del lanzamiento de unos dados que qui¨¦n sabe qui¨¦n anda lanzando ah¨ª arriba.
?Tus opiniones importan! Comenta en los art¨ªculos y suscr¨ªbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ?Buscas licenciar contenido? Haz clic aqu¨ª
Rellene su nombre y apellidos para comentar