Un hermoso milagro
En ocasiones, para que algo acabe bien se necesitan como m赤nimo dos milagros.

Las victorias en F1 se alcanzan despu谷s de una mezcla muy precisa, y casi sabia, de 迆ltima tecnolog赤a, piloto habilidoso e inteligente, y t谷cnicos a pie de pista audaces que lo han visto casi todo en un circuito. A veces la mezcla funciona a la perfecci車n, pero sucede algo inesperado, imposible de prever, y quedas octavo. Hay algo en este deporte que se hace desesperante y sin embargo hipn車tico. Rara vez ganas 每para salir campe車n tienes que ser un elegido每, pero igualmente compites al m芍ximo con el coche que la escuder赤a pone en tus manos.
En cada 谷poca ganan casi siempre los mismos. Para salir por primera vez vencedor, como hizo este fin de semana Carlos Sainz en Silverstone, no basta con la tradicional mezcla que suele poner el triunfo al alcance de tu mano siempre que comparezcan inesperadas circunstancias. En seg迆n qu谷 victorias se requiere, a mayores, que haya un peque?o milagro, o quiz芍s dos. En seg迆n qu谷 otras, dicho de paso, el milagro no bastar芍. El escritor Carlos Casares contaba que cierta ma?ana, mientras se dirig赤a en su coche a Vigo, se cruz車 con un autob迆s lleno de gente que perd赤a gasolina. El ch車fer se detuvo en el arc谷n y pidi車 a los pasajeros que bajasen. Casares se fue a trabajar y algunas horas m芍s tarde volvi車 a pasar por all赤, de regreso a casa. El autob迆s y los pasajeros segu赤an en el mismo sitio, con aspecto de tristes, pero a la vez resignados. Casares aminor車 la velocidad y repar車 en que el autocar hac赤a la l赤nea entre F芍tima y Lourdes. En ocasiones, para que algo acabe bien, se necesitan como m赤nimo dos milagros.
En Espa?a venimos de una rica tradici車n en pilotos inigualables, a los que no acompa?車 la fortuna. La rica tradici車n se reduce a Fernando Alonso, en realidad, cuya genialidad al volante o no se vio acompa?ada por un coche a la altura, o por un equipo decente, o por los elementos. No sabemos qu谷 pasar芍 en el futuro con Sainz, pero s赤 que ha tenido que dar lo mejor de s赤 mismo en 150 grandes premios antes de ganar uno, lo que convierte esa 迆nica victoria en un milagro.