Un giro de ilusi¨®n en el Madrid

En la noche americana, el Madrid se puso en hora y jug¨® una de las mejores primeras partes que se recuerdan de los ¨²ltimos meses con el sello evidente de Xabi Alonso. Desde el sistema a la presi¨®n alta, pasando por la movilidad y el equilibrio, el equipo blanco ense?¨® unas se?as de identidad claras e ilusionantes. Fue un bloque comprometido, en¨¦rgico y mand¨®n, con ascendencia en todos los registros del juego, que alcanz¨® momentos de m¨¢xima plenitud para archivar por la v¨ªa r¨¢pida un partido que estaba bajo amenaza de tormenta. La del cielo y la clasificatoria, por el escaso margen de error en este caso. Contra un rival adolescente como el RB Salzburgo, el Madrid se encendi¨®. Habr¨¢ que ver si la mecha le dura, porque es cierto que tras el descanso volvi¨® a su versi¨®n funcionarial y dependiente de Courtois.

Al tercer partido, Xabi Alonso construy¨® un equipo que alud¨ªa a su etapa de ¨¦xito en el Leverkusen. El tolosarra dibuj¨® un 1-3-4-2-1, que se convert¨ªa en 1-5-3-2 en fase defensiva, con Tchouameni en la zaga y G¨¹ler como referente creativo. El turco jug¨® lo que quiso y m¨¢s, demostrando que est¨¢ hecho para intervenir en todo momento. Y el Madrid se encontr¨® bajo esta estructura y borr¨® al Salzburgo adoptando una ocupaci¨®n de espacios congruente. Bellingham se ubic¨® entre l¨ªneas, Valverde se alarg¨® con apariciones de relevancia y Vinicius se lanz¨® al campo libre. El Madrid jug¨® con vitalidad y pasi¨®n, guiado tambi¨¦n por un razonamiento t¨¢ctico a destacar.

Pero lo mejor del Madrid fue su responsabilidad sin la pelota. Se manej¨® con una agresividad extraordinaria en la presi¨®n, atragantando la salida austr¨ªaca con orden y entusiasmo. Los tres centrales siguieron el paso del centro del campo y Gonzalo se vaci¨® sin dejarse un gramo de esfuerzo. El canterano puede ser un ejemplo para otros en ese aspecto. Ese hambre en la presi¨®n, invocada por Xabi, gest¨® un Madrid dominante e instalado en terreno contrario. Las sensaciones, validadas por los goles de Vinicius y Valverde, no pudieron ser mejores en un primer tiempo que viene a anunciar lo que Xabi quiere para su equipo. Fue un cambio en toda regla. El siguiente objetivo para el Madrid no es otro que alcanzar una continuidad que ante el Salzburgo ni tuvo ni necesit¨®. Seguro que la Juventus s¨ª le pide sostener m¨¢s tiempo el nivel.

Entre l¨ªneas

G¨¹ler y Valverde se sit¨²an en paralelo y Bellingham se escalona por detr¨¢s del centro del campo del Salzburgo. Es una posici¨®n perfecta para recibir y desatar el ataque.

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