Un chico pas¨¢ndoselo bien
Carlos Alcaraz gan¨® a Novak Djokovic en la final de Wimbledon, para sumar su segundo Grand Slam. El murciano, siempre con una sonrisa en la cara.
Muchas empresas llevan a?os tratando de lograr que sus empleados sean m¨¢s felices. Google, por ejemplo, instal¨® toboganes en su oficina de Z¨²rich para que sus ingenieros pudieran lanzarse de un piso a otro. En casi todas las startups hay billares, futbolines, mesas de pinpong, dardos. Algunas oficinas parecen centros recreativos o parques infantiles, con hamacas o casitas en los ¨¢rboles. Unas permiten visitas de animales. Otras disfraces. Todas saben que los trabajadores m¨¢s felices son m¨¢s productivos y creativos. Visualiza a los Siete Enanitos de ¡®Blancanieves¡¯ desplaz¨¢ndose entusiastas hacia la mina. Cualquiera, salvo alg¨²n advenedizo, querr¨ªa ver a sus empleados silbando y encontrando diamantes por el camino.
Pero la felicidad es imposible forzarla. La felicidad se diluye si se impone. A Carlos Alcaraz la sonrisa, esa mueca ampl¨ªa y espl¨¦ndida, le delata cada partido. Es un trabajador feliz, sin necesidad de toboganes ni coaching de colorines. Es imposible imaginarse a cu¨¢nto de una adolescencia tiene que renunciar un deportista de ¨¦lite, a cu¨¢ntos bailes, clases, pachangas o quedadas, a cu¨¢ntas conversaciones en una plaza, a cu¨¢ntos primeros y ¨²ltimos besos en un parque; pero tambi¨¦n es f¨¢cil imaginar que todas las ausencias se compensan enormemente si disfrutas con tu trabajo, si disfrutas jugando.
¡°Nunca hab¨ªa visto a estos niveles un jugador que goce tanto como t¨² lo haces¡±, le dijo Mats Wilander a Alcaraz en el pasado Roland Garros, como tratando de desentra?ar la f¨®rmula de su Coca-Cola hedonista, de su placer innato. Alcaraz respondi¨®: ¡°Intento olvidarme de todo lo serio y disfrutar en la pista. Me encanta jugar al tenis y eso es lo m¨¢s importante¡±. No hay entrevista en la que el tenista murciano no recuerde que si se divierte y si sonr¨ªe, da su mejor nivel, su mejor tenis. Juan Carlos Ferrero, el San Pedro que porta la llave maestra de su alegr¨ªa, tambi¨¦n se lo recuerda constantemente: ¡°Disfruta sobre la pista¡±. En realidad le recuerda algo que nos incumbe a todos, porque si Alcaraz disfruta, todos los hacemos.