Qu¨¦ emoci¨®n, pasar este testigo 32 a?os despu¨¦s

Qu¨¦ emocionado estoy de pasar este testigo. El del oro ol¨ªmpico. De qu¨¦ manera tan bonita, tan ¨¦pica y tan meritoria se lo han ganado estos chicos. Ante Francia, anfitriona, sobreponi¨¦ndose a la adversidad y jugando bien al f¨²tbol. El equipo franc¨¦s complicaba con el otro f¨²tbol. Pero ayer el talento gan¨® a la fuerza. Los nuestros crearon, elaboraron y bailaron sobre la hierba mientras nosotros conten¨ªamos el aliento vi¨¦ndoles por la tele. Y yo viajaba 32 a?os atr¨¢s sin moverme del asiento.

Porque estaba en Carrusel Deportivo y sali¨® Camello y lo dijimos: ¡°Tiene ¨¢ngel, tiene ¨¢ngel¡±. Se ve¨ªa. Sali¨® con aura para hacerlo todo fluido, en pro del equipo, aguantando, desahogando y teniendo frialdad para marcar esos dos golazos que vuelven a ba?ar en oro al f¨²tbol espa?ol. A nivel individual son muchos los nombres. Los Juegos de Ferm¨ªn para confirmar todo lo que ya vimos la temporada pasada. Los de Baena. Los kil¨®metros de Barrios. El liderazgo de Sergio G¨®mez. Cada uno de ellos, de todos, forman el poster de otra noche ol¨ªmpica inolvidable. Porque este oro lo van a celebrar a d¨ªa de hoy pero, con el tiempo, se dar¨¢n cuenta de que esto la gente lo va a recordar. Porque con el f¨²tbol en los Juegos Ol¨ªmpicos no ocurre lo que en otros deportes como la nataci¨®n o el atletismo. En el f¨²tbol la medalla de plata se olvida con mucha facilidad.

Camello, Ferm¨ªn, Baena. Muchos son los nombres. Uno, el capit¨¢n. Ese entrenador que forma parte de todo. Por su estrategia, por sus decisiones, interviniendo. Una persona a la que yo creo que admiro m¨¢s que quiero y mira que te quiero, Santi Denia. Hoy contigo ha vuelto a ganar el deporte, porque has demostrado, como Luis de la Fuente en la Eurocopa, que es compatible ser una peazo de persona y un gran m¨ªster. Ya lo ven¨ªa demostrando en todas las categor¨ªas inferiores de la Federaci¨®n. Hoy lo ha ba?ado del metal m¨¢s bello que existe. El oro.

Por eso, insisto, vuelvo al principio, a ese Kiko que yo era hace 32 a?os, cuando ni siquiera a¨²n era Kiko sino Quico en aquel gol en Barcelona: no puede ser m¨¢s emotivo y ponerme m¨¢s contento, 32 a?os despu¨¦s, que haberle pasado el testigo a estos chavales. Y a este amigo.

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