
Ni?atas. Este calificativo se ha vuelto trending topic las ¨²ltimas horas. Las 39 jugadoras, entre ellas 21 de las 23 campeonas del mundo, que se han plantado reclamando una reorganizaci¨®n en la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol son unas ni?atas. Ni?atas ego¨ªstas. Ni?atas inconformistas. Ni?atas chantajistas. Ni?atas mantenidas. Ni?atas repelentes. Ni?atas cre¨ªdas. Ni?atas que est¨¢n politizando el deporte. Ni?atas de las que nadie se acordar¨¢ el d¨ªa de ma?ana. Ni?atas en una caza de brujas sin sentido. Ni?atas que se est¨¢n cargando el f¨²tbol femenino, aunque curiosamente lo hayan llevado a su momento de gloria m¨¢s elevado. Eso opinan muchos desde que se hizo p¨²blico el comunicado de las futbolistas el pasado viernes.
Quiz¨¢ la palabra ¡°ni?ata¡± sea uno de los estereotipos machistas m¨¢s evidentes que existen. Ni?ata es, seg¨²n la RAE, una persona joven presuntuosa e inmadura. Es decir, una ni?a con ¨ªnfulas que patalea y lloriquea cuando no consigue lo que quiere. Un ser caprichoso al que le queda mucho por ver y por vivir. As¨ª que utilizar el t¨¦rmino ¡°ni?ata¡± conlleva una infantilizaci¨®n inmediata en cualquiera que sea la reivindicaci¨®n. La queja carece de credibilidad porque ha sido realizada en un momento de pulsi¨®n infantiloide, un arrebato sin pies ni cabeza.
Lo curioso de esta ofensiva es que probablemente muchos de los que hoy califican a las jugadoras como ¡°ni?atas¡± criticaron en alg¨²n momento a la Federaci¨®n de F¨²tbol. Probablemente muchos conservar¨¢n alg¨²n tuit en su historial increpando a Luis Rubiales o valorando negativamente alguna corruptela federativa. Algunos habr¨¢n escrito que lo de Piqu¨¦ con Rubiales fue una verg¨¹enza, que habr¨ªa que construir la Federaci¨®n de nuevo desde cero, que todos est¨¢n comprados con dinero, o frases similares. Pero ahora la reivindicaci¨®n casi un¨¢nime de las jugadoras, expuestas a sanciones y multas, parece un capricho propio de unas cr¨ªas. Un asunto de ni?atas incoherentes.