M¨ªchel va en serio
Me emociona much¨ªsimo la temporada del Girona. Es impresionante la cantidad de recursos que tienen, su sentido del riesgo o c¨®mo se reponen de los marcadores en contra, con esa tranquilidad pasmosa.
Hace un par de a?os, grabando uno de los episodios del podcast de Hooligans Ilustrados, Quique Peinado y servidora nos fuimos a Vallecas a hacer un recorrido por el estadio con M¨ªchel. Recuerdo que me sorprendi¨® much¨ªsimo su humildad, quiz¨¢ porque es bien sencillo presuponer que los futbolistas y exfutbolistas habitan en otros mundos completamente ajenos al nuestro. Pero M¨ªchel estaba en su mundo en Vallecas. All¨ª creci¨® jugando en la calle, frente a las casitas bajas de la calle Monte Oiz. Eran ni?os atra¨ªdos por un deporte transmitido a trav¨¦s de las redes familiares y vecinales, un deporte que les manten¨ªa entretenidos en un lugar derramado de asfalto, sin c¨¦sped abierto ni espesos ¨¢rboles bajo los que jugar. Nadie le dijo a M¨ªchel c¨®mo deb¨ªa tratar el bal¨®n, ¨¦l lo aprendi¨® por instinto.
Vallecas y el Rayo rara vez han sido una amenaza para nadie. Al contrario, siempre han acogido al de fuera. Esto nos lo repiti¨® M¨ªchel aquella tarde de grabaci¨®n en m¨²ltiples ocasiones, como si se tratase de un credo. ¡°Vallecas siempre acoge, como nos acogi¨® a nosotros¡±, dec¨ªa. Los lugares moldean las personalidades. Por eso no sorprende lo m¨¢s m¨ªnimo que M¨ªchel se haya afanado en aprender catal¨¢n, usando con absoluta normalidad la lengua del entorno del Girona. Solo una mente obtusa, que por supuesto las hay en Espa?a de todos los colores, puede criticar ese af¨¢n de integraci¨®n.
Como seguidora de un equipo modesto, me emociona much¨ªsimo la temporada del Girona. Es impresionante la cantidad de recursos que tienen, su sentido del riesgo o c¨®mo se reponen de los marcadores en contra, con esa tranquilidad pasmosa. Pero ninguna remontada es fruto de la casualidad. Detr¨¢s hay un trabajo impresionante de M¨ªchel y de todo el equipo t¨¦cnico: los automatismos, las presiones, las posiciones trabajadas. Da gusto ver al Girona y da gusto ver a M¨ªchel haciendo historia. No porque se lo merezca m¨¢s que nadie por ser de barrio, sino porque precisamente por ser de barrio sabe que para conseguir cualquier cosa hay que tom¨¢rsela en serio. Y el Girona va muy, pero que muy en serio.
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