Los profetas pueden seguir en su sill¨®n
No solamente somos capaces de ver 90 minutos, sino hasta 120 si la ocasi¨®n lo merece
?ltimamente se repite como un mantra y termina convirti¨¦ndose en sentencia que los j¨®venes se aburren con el f¨²tbol actual, que no mantienen la atenci¨®n, que necesitan est¨ªmulos extras para engancharse. Las audiencias del Mundial de Qatar ya desmintieron la corriente que pretende hacer pasar por verdad inmutable lo que a ellos, simplemente, les va bien para sus negocios, sus dineros, sus sillones gigantes y sus luces de ne¨®n fluorescentes. Y el partido copero entre Real Madrid y Atl¨¦tico confirm¨® las sospechas de que hay profetas que venden crecepelos que no estoy dispuesta a comprar. Porque el derbi fue de esos partidos que si te vas al ba?o, te pierdes algo seguro. Imposible aburrirse.
Los de Simeone firmaron una primera parte fant¨¢stica y se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Morata en el 19¡ä. Muy superiores, con un Griezmann en plan jefe y con una versi¨®n dominante, valiente, que ya quisieran haber tenido en una temporada que hasta el momento es desastrosa, no aprovecharon el telele blanco. En la segunda comenzaron con la otra tan conocida, la del paso atr¨¢s y a verlas venir, mientras que el Madrid se puso las pilas y Oblak les salv¨® con un parad¨®n a bocajarro a disparo de Benzema. El gol de Rodrygo, cambi¨¢ndosela de pie, regateando, peg¨¢ndola con el exterior del pie derecho, fue mejor a cada repetici¨®n a c¨¢mara lenta y Courtois tuvo que aparecer porque el Atl¨¦tico mantuvo la emoci¨®n y dio un par de zarpazos.
En la pr¨®rroga marcaron Benzema y Vinicius ya con Griezmann en el banquillo y Savic expulsado. Remont¨® el Madrid en un partido entretenido, intenso, con giros de guion en el que termin¨® atrincherado por momentos. F¨²tbol, vaya. No solamente somos capaces de ver 90 minutos, sino hasta 120 si la ocasi¨®n lo merece y nos dan buen alpiste. Que no nos cuenten milongas s¨®lo porque nos hacemos mayores, que no nos traguemos las nuevas teor¨ªas s¨®lo porque les interesa vendernos su moto, su producto. Porque esto sigue siendo divertidis¨ªmo y de este sill¨®n no me mueven.