El adi¨®s de un hist¨®rico
G¨®mez Navarro gestion¨® uno de los periodos m¨¢s importantes del deporte espa?ol, con los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 1992 como punto de inflexi¨®n.


El deporte espa?ol despidi¨® este jueves a un hist¨®rico. Y no era un deportista. De hecho, el deporte nunca hab¨ªa formado parte de su imaginario hasta que el Gobierno de turno, presidido por Felipe Gonz¨¢lez, pens¨® en su perfil para afrontar uno de los tramos m¨¢s importantes de su historia al frente del Consejo Superior de Deportes entre 1987 y 1993, hasta que su eficaz gesti¨®n le impuls¨® al Ministerio de Comercio y Turismo, que realmente se adaptaba m¨¢s a su curr¨ªculo. En ese periodo, Javier G¨®mez Navarro elabor¨® la Ley del Deporte de 1990, que sirvi¨® para sanear los clubes profesionales de f¨²tbol y baloncesto con su conversi¨®n en sociedades an¨®nimas. Algo m¨¢s tendr¨ªa la Ley cuando ha llegado casi a nuestros d¨ªas, hasta que el 1 de enero de 2023 entr¨® en vigor un nuevo texto m¨¢s adaptado al mapa social. Bajo su mandato, el CSD tambi¨¦n puso en marcha la Comisi¨®n Nacional contra la Violencia y la Comisi¨®n Nacional Antidopaje.
Pero si por algo se recordar¨¢ siempre a su figura ser¨¢ por su v¨ªnculo con los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 1992, de los que fue uno de los ideol¨®gicos desde el cargo de vicepresidente del Comit¨¦ Organizador. El Plan ADO de becas ol¨ªmpicas, la planificaci¨®n de las Federaciones y la contrataci¨®n de t¨¦cnicos extranjeros dieron un empuj¨®n al deporte espa?ol, que se tradujo en 22 medallas, con 13 oros, una marca inalcanzable para nuestro olimpismo, ni siquiera en la anunciada edici¨®n de Par¨ªs 2024. Por algo ser¨¢. Barcelona 1992, al margen de sus resultados, supuso un punto de inflexi¨®n para el deporte espa?ol, que desbloque¨® sus complejos para comenzar a competir al m¨¢s alto nivel. La semilla de aquellos Juegos dio sus mejores frutos una d¨¦cada despu¨¦s, cuando Espa?a comenz¨® a coleccionar t¨ªtulos mundiales en escenarios ni siquiera so?ados. G¨®mez Navarro, que este jueves falleci¨® en Madrid, encendi¨® aquella mecha.
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