Por qu¨¦ la inteligencia emocional es clave en tu entrenamiento o competici¨®n
Descubre c¨®mo actuar ante una explosi¨®n de emociones.

Hoy (te) me pregunto porque, a estas alturas de la vida, seguimos evaluando la inteligencia (solo) en par¨¢metros que se alejan totalmente de lo emocional. Cuando somos ni?os, esto se hace de manera m¨¢s evidente: matem¨¢ticas, lengua, historia, ciencias de la naturaleza, sociales¡ Esta vara de medir se agudiza seg¨²n crecemos. Las EVAU son un ejemplo m¨¢s. Pero cuando somos personas adultas, seguimos, erre que erre, en lo mismo.
Solo hay que echar un vistazo a LinkedIn para comprender que aquello que llamamos inteligencia emocional solo se aplaude y celebra en ingeniosos posts, pero¡ ?se aplica? Cuando nos fijamos en los perfiles, trayectorias y, en general, en los ¡®acerca de¡¯, no parece que la inteligencia emocional tenga mucha cabida. Y no, inteligencia emocional no es capacidad de ¡®trabajar en equipo¡¯, ¡®dotes de liderazgo¡¯ o ¡®gestinonar condiciones de estr¨¦s¡¯. Es mucho m¨¢s complejo y m¨¢s necesario. Es, por hacer el saco gordo, la habilidad de gestionar de forma adecuada nuestros sentimientos y los de los dem¨¢s.
En mi trabajo, puedo encontrarme en alg¨²n momento con la necesidad de resolver alg¨²n problema matem¨¢tico, traducir alg¨²n documento, etc. Pero siempre, siempre, siempre me enfrento con alguna emoci¨®n. No hay d¨ªa que no me pase -y estoy segura que eso sucede en todos los trabajos-. Incluso al m¨¢s solitario. Ese investigador cient¨ªfico que analiza muestras del hielo en soledad de su refugio ant¨¢rtico con apenas tres horas de luz solar tambi¨¦n debe enfrentar emociones. Pero, deteng¨¢monos algo m¨¢s en el concepto.
?Qu¨¦ es inteligencia emocional?
Seg¨²n Daniel Goleman, la inteligencia emocional es la capacidad que tiene una persona para reconocer sus propias emociones y las de los dem¨¢s, distinguir los sentimientos e identificarlos apropiadamente, utilizando informaci¨®n emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al contexto o conseguir objetivos.
Cuando entrenamos o competimos, nos ponemos a merced de las emociones. No hay terreno mejor abonado para ello. Las hay de todo tipo, pero quiz¨¢ entre las m¨¢s recurrentes est¨¦n el miedo, la alegr¨ªa, la tristeza, el enfado, la culpa, la ira, la impotencia, la calma o la envidia. Es facil¨ªsimo que hagan acto de presencia, porque la competici¨®n te hace llegar a unos l¨ªmites a los que t¨² solo no llegar¨ªas. Te coloca en situaciones extremas, de alto voltaje, que hay que saber gestionar. Y en ese contexto, no te ir¨¢ mejor por correr m¨¢s, ser m¨¢s fuerte o saltar m¨¢s lejos. La habilidad f¨ªsica es importante, pero por encima de todo est¨¢ la parte emocional.
A menudo la vor¨¢gine del d¨ªa a d¨ªa, seas deportista o no, nos impide ver que construimos ese mismo d¨ªa en base a decisiones. Una, otra y otra. Esas decisiones surgen del mismo lugar en el que se agolpan nuestras emociones. Por eso es tan importante no bloquearnos, identificar las emociones, etiquetarlas correctamente y saber darles el lugar adecuado. Cuando eso no sucede, las emociones toman el mando y no hay nada m¨¢s imprevisible que una emoci¨®n con el control absoluto de nuestros actos.
El partido de las emociones
Cuando competimos, es preciso reconocer y tomar conciencia de ello. En caso contrario, un deportista puede actuar en base a la frustraci¨®n, el miedo o la ira tras el fallo. La inteligencia emocional le permite separa esas cavidades emocionales, para que las emociones no se incrusten en su juego f¨ªsico. Lo hemos dicho muchas veces y m¨¢s veces lo diremos: el cuerpo hace lo que la mente dice. Y si est¨¢ nublada, confundida o perdida, no saldr¨¢ nada bueno de ella. No hay ning¨²n deportista que no sepa que si juega nervioso o alterado emocionalmente no rendir¨¢ al 100%.
Este v¨ªdeo lo ilustra muy bien.
La mejor manera de afrontar el juego de las emociones es hacerlo desde la inteligencia emocional y, por supuesto, el conocimiento de c¨®mo se generan las emociones en nuestro cerebro. La doctora Marian Rojas Estap¨¦ dice bien cuando se?ala al cortisol como esa hormona que se activa en los momentos de alerta, de amenaza, de preocupaci¨®n. ?Y su n¨¦mesis? Pues la oxitocina, la hormona que se encarga de rebajar el cortisol. De pararle los pies. Te cuento esto porque en el campo de juego, en lo m¨¢s duro del entrenamiento o la competici¨®n, hay un momento en el que el cortisol se dispara. Ser¨¢ entonces cuando debas identificar lo que sucede para no dejarte llevar por esas emociones y formular el ant¨ªdoto. Anclarse a una rutina o patr¨®n que le lleve de nuevo a la calma, al control mediante acciones que le ayuden a generar oxitocina.
?Ejemplos? Una secuencia de palabras, una canci¨®n, un recuerdo, una respiraci¨®n¡ En definitiva, una secuencia de pasos que te devuelvan el poder.
Si te interesa cultivar estos anclajes, en este podcast encontrar¨¢s una gu¨ªa con tres consejos imprescindibles para entrenar tu motivaci¨®n y una meditaci¨®n guiada para ayudarte a volver siempre que lo necesites al momento presente.