Furia insuficiente

El modelo de negocio de Namco Bandai con la licencia Dragon Ball lleva desde hace alg¨²n tiempo tambale¨¢ndose, no a nivel de ventas, donde mantiene una base inamovible, sino en lo referente a resultados reales. En la presente d¨¦cada se han realizado casi una treintena de juegos protagonizados por los Guerreros Z para plataformas como PlayStation 2 (donde la franquicia alcanz¨® sus mejores momentos), GameCube y Xbox (con conversiones de t¨ªtulos de PS2), Game Boy Advance (siendo Supersonic Warriors el mejor de todos), PSP y Nintendo DS, as¨ª como Xbox 360, PlayStation 3 y Wii. Pr¨®ximamente desembarcar¨¢ tambi¨¦n en PC con Dragon Ball Online.

La serie anime, basada en los mangas de Akira Toriyama, concluy¨® oficialmente en los 90 y, a¨²n as¨ª, a?o tras a?o aparecen en el mercado juegos basados en la licencia que inicialmente ten¨ªan un fin humilde y que, ahora, como? cada saga anual, se ci?en a unos fines p¨²ramente lucrativos. Se abandona la ambici¨®n, se coge una base, se a?aden cinco personajes extra y se lanza al mercado. ?Para qu¨¦ incluir 300 luchadores en un juego si, podemos ir poni¨¦ndolos a una proporci¨®n de diez nuevos al a?o? Como todo en esta vida, la industria de los videojuegos es c¨ªclica: una cosa empieza, termina y resurge. Lo hemos visto en sagas que comenzaron anta?o y han intentado aparecer de nuevo (Altered Beast) y con Dragon Ball esta es la m¨¢xima, el camino a seguir.

PlayStation 2 recibi¨® dos sagas de forma paralela: Budokai y Budokai Tenkaichi, formada cada una por tres entregas. De la primera a la segunda se a?ad¨ªan ciertos extras y era en la ¨²ltima de todas en la que encontr¨¢bamos un t¨ªtulo s¨®lido, digno de disfrutarse y exprimirse al 100%. Este ciclo no ha llegado a la presente generaci¨®n de consolas, con Burst Limit como primer t¨ªtulo (una decepconante continuaci¨®n de Budokai 3) y ahora, con Raging Blast, la sensacion de m¨¢s de lo mismo se incrementa. Tomando como punto de partida el sistema de juego de Budokai Tenkaichi 3, uno de los mejores t¨ªtulos basados en la licencia lanzados en una consola dom¨¦stica, su salto a la presente generaci¨®n de consolas ha sido poco afortunado, si bien no del todo desde?able.

?Qu¨¦ encontramos en Raging Blast? Una versi¨®n light de Budokai Tenkaichi 3: un sistema de combate simple, accesible, pero agradable a fin de cuentas, una plantilla de luchadores bastante amplia pero muy por debajo de lo esperado, gr¨¢ficos que podr¨ªan haber sorprendido hace a?os, pero no ahora y, especialmente, un sistema de c¨¢maras nefasto que frustra la experiencia de juego. Tambi¨¦n hay aciertos, claro. Nos adentramos en Raging Blast a lo largo de las siguientes p¨¢ginas.

Personajes
Uno de los puntos m¨¢s discutidos del anterior juego de Bola de Drag¨®n, Burst Limit, fue la exclusi¨®n de un gran porcentaje de luchadores que s¨ª se hab¨ªan inclu¨ªdo en Budokai Tenkaichi 3 para PS2. En total, Burst Limit ofrec¨ªa la posibilidad de seleccionar a 21 luchadores que en el fondo eran bastante parecidos, no estando muy diferenciados entre ellos (en los combos b¨¢sicos, no as¨ª las habilidades especiales). Por tanto, una de las prioridades de Raging Blast era mejorar este n¨²mero, ampliar la plantilla. Y lo hace, pero a medias.

Cuando Raging Blast fue anunciado, su productor Ryo Mito afirm¨® que lo que encontrar¨ªamos en la versi¨®n final ser¨ªan un total de 43 luchadores, lo que incluyendo formas extra y trajes har¨ªan aumentar el n¨²mero hasta 120. La realidad es esta? a medias. La plantilla es amplia, pero de nuevo peca de 'clonaci¨®n'. Todos los luchadores poseen los mismos combos b¨¢sicos (x,x,x,x,y por ejemplo), al margen de que la? forma de agarrar (RB+B) o realizar t¨¦cnicas concretas se mantiene. De esta forma, no habr¨¢ ninguna diferencia en lo superficial, por as¨ª decirlo, a la hora de seleccionar a Nappa, Krillin o Tenshinhan, por poner tres ejemplos: ni siquiera la condici¨®n de mole del primero har¨¢ que sus ataques var¨ªen.

La principal diferencia entre unos personajes y otros pasa a ser, pues, su cat¨¢logo de t¨¦cnicas especiales. Por supuesto, todos los saiyan pueden realizar el kame hame ha, pero s¨®lo Krillin dispondr¨¢ del disco solar y ¨²nicamente Vegeta podr¨¢ desencadenar su destello final. Se ha puesto un mimo especial en este aspecto, recreando perfectamente las animaciones de la serie y aportando adem¨¢s la posibilidad de interactuar durante los especiales, presionando una direcci¨®n y un bot¨®n seg¨²n nos lo indican en pantalla. De esta forma, multiplicamos el da?o y aumentamos la cantidad de impactos, realizando la 't¨¦cnica perfecta'; es decir, que se nos hace part¨ªcipes incluso en las secuencias animadas, no todo consiste en presionar un bot¨®n y quedarse mirando.

Por lo dem¨¢s, las diferencias se reducen al aspecto y al da?o generado (l¨®gicamente, Broly golpea con m¨¢s contundencia que Chaos, pero ser¨¢ menos ¨¢gil que ¨¦ste). La lista de luchadores la cubren, as¨ª, 43 luchadores de toda raza y condici¨®n, siendo los saiyans los m¨¢s numerosos si se incluyen sus formas de poder y variantes. Comenzando por este grupo, tendr¨ªamos a Goku (base, SSJ, SSJ2, SSJ3), Vegeta (base, SSJ, super forma, SSJ2, SSJ3 -transformaci¨®n imaginada-) y sus fusiones, Vegeto (base, super vegeto) as¨ª como Gogeta (super gogeta). Vegeta (explorador) y Vegeta (majin) tambi¨¦n se encuentran como personales adicionales, correspondiendo a vegeta con el visor saiyan y a vegeta con el poder otorgado por Babid¨ª, respectivamente.

Continuando con los saiyan: Gohan ni?o (base), Gohan joven (base, SSJ, SSJ2), Gohan (base, SSJ, SSJ 2), su hermano Goten (base, SSJ) y la fusi¨®n de ¨¦ste, Gotrunks (base, SSJ, SSJ3). Trunks con espada (base, SSJ), Trunks (base, SSJ, super? forma) y Trunks ni?o (base, SSJ). Completan el cat¨¢logo de saiyans Bardock, Raditz y Nappa en sus formas b¨¢sicas, as¨ª como Broly (base, SSJ, SSJ legendario, SSJ -transformaci¨®n imaginada-).

Jugabilidad
Dragon Ball Raging Blast toma como base la jugabilidad de Budakai Tenkaichi 3 e intenta readaptarla a la presente generaci¨®n, olvid¨¢ndose por el camino alguno de los aspectos m¨¢s notables de la saga de PS2. Burst Limit, por otra parte, repet¨ªa la operaci¨®n con respecto a Budokai 3 y no se olvidaba de a?adir novedades, especialmente en el plano m¨¢s t¨¦cnico, heredando algunos aspectos del reivindicable Super Dragon Ball Z. Lo que encontramos en este DVD es, pues, un m¨¢s de lo mismo, combates uno contra uno en los que tenemos a nuestra disposici¨®n todo el escenario para interactuar sin estar limitados r¨ªgidamente a un solo plano. Este aspecto se ha potenciado al extremo al incrementar el tama?o de los campos de batalla, diez en total, de una extensi¨®n considerable, totalmente interactivos (podemos luchar bajo el agua, atravesar monta?as a toda velocidad, romper un ring con nuestros impactos), haciendo que las persecuciones y carreras envueltos en energ¨ªa ki cobren m¨¢s importancia que nunca, siempre mostr¨¢ndos desde un ¨¢ngulo casi isom¨¦trico en lugar de lateralmente.

La libertad se mantiene en lo que respecta a la movilidad, pudiendo subir a los cielos o descender a tierra en cualquier momento, atacar a medias alturas, teletransportarnos tras el rival, hacerle impactar contra una roca y aparecer a su lado con una t¨¦cnica ofensiva, etc¨¦tera. Todo en Raging Blast est¨¢ pensado para el espect¨¢culo visual, algo que se consigue en casi todo momento pero que se ve lastrado por otros elementos. El m¨¢s importante: la c¨¢mara. Si tuvi¨¦semos que definir el funcionamiento de este sistema con una ¨²nica palabra, ¨¦sta ser¨ªa 'nefasto'. Si el rival sube a los cielos, la c¨¢mara no le seguir¨¢ a ¨¦l: seguir¨¢ desde nuestra cabeza, enfocando hacia arriba, sin dejarnos ver nada. Que el juego sea ¨¢gil no le hace ning¨²n favor, volvi¨¦ndose a veces loca y girando sobre un eje invisible. Lo mismo sucede con las carreras, que nos dejar¨¢n vendidos cuando los dos personajes toman direcciones opuestas y el juego no sabe qu¨¦ debe mostrar en primer plano.

Este aspecto, que usualmente suele ser problem¨¢tico en otro tipo de juegos (beat'em ups con entornos abiertos) es sin duda alguna lo que m¨¢s ensombrece un t¨ªtulo que, pese a sus aciertos, no es capaz de llegar a m¨¢s .Jugablemente Raging Blast es un t¨ªtulo m¨¢s que competente, aunque queda lejos de lo que se consigui¨® con Burst Limit. Tenemos un sistema de combos accionado por cuatro botones b¨¢sicos, que altern¨¢ndose nos permiten realizar cadenas de ataques simples que, por supuesto, pueden enlazarse para llevar las cosas m¨¢s all¨¢. En un primer vistazo desconcierta, pero poco a poco puede exprimirse hasta llegar a realizar combates dignos de ser vistos y analizados, encadenando hasta 15 impactos en una ¨²nica serie.

Paralelamente, cada luchador dispone de varios ataques especiales que se dividen entre ofensivos y defensivos (o de soporte). Estos se accionan con un ¨²nico movimiento del stick derecho, dirigi¨¦ndolo hacia una direcci¨®n concreta. De esta forma se ha simplificado para ayudar al enlace de los combos, algo que adem¨¢s se ha hecho as¨ª para potenciar los aspectos p¨²ramente estrat¨¦gicos: Tenshinhan es capaz de cegar al enemigo un rato, Chaos usa la telekinesia para paralizar al enemigo, etc¨¦tera. Estas t¨¦cnicas de soporte se compenetran con los combos normales, de forma que relegando cada subtipo a un panel (stick o botones) se consigue una buena conexi¨®n. Habr¨¢ quien le ponga pegas a este sistema, pero m¨¢s all¨¢ de lo que pueda ech¨¢rsele en falta, funciona.

Dragon Ball Raging Blast no es un juego de lucha t¨¦cnico ni lo pretende, simplemente es un arcade que funcionaba (por intenciones y resultados) mucho mejor en un plano 2D o pseudo-poligonal, sin tanta libertad de movimiento. Las batallas en las que la c¨¢mara se vuelve loca (que son casi todas, en realidad) recuedan m¨¢s a una partida sin sentido del Bid for Power (mod de Quake III con jugabilidad al estilo DBZ) que a lo que pudimos ver en el excelente Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 3. All¨ª la c¨¢mara no siempre reaccionaba bien, pero desde luego era mucho m¨¢s fiable. ?La raz¨®n de este retroceso? Sencillamente, han querido dar tanta libertad de movimiento que se les ha ido la cosa de las manos.

Modos de juego
M¨¢s que nunca, Raging Blast destaca por su inmensa cantidad de modos de juego, ofertando m¨¢s de una docena de ellos y siendo totalmente diferentes entre s¨ª. El men¨² inicial nos abre acceso a Colecci¨®n batalla drag¨®n, Prueba superbatalla, Versus, Xbox Live, Torneo mundial, Personalizaci¨®n, Dojo, Museo y Opciones, pero dentro de cada uno encontramos unos cuantos m¨¢s, desgranados por tipo y variantes. Por supuesto, los modos como opciones no son jugables y a trav¨¦s del museo ¨²nicametne podremos consultar biograf¨ªas d personajes, ver repeticiones de partidas guardadas o escuchar la BSO, as¨ª como en el modo personalizaci¨®n se nos permitir¨¢ equipar a los luchadores con objetos y habilidades para hacerlos ¨²nicos. Donde encontramos la verdadera alma del t¨ªtulo es en los restantes, con el modo historia a la cabeza.

Colecci¨®n batalla drag¨®n, que as¨ª se llama, nos ofrece rejugar la cl¨¢sica historia del anime abarcando la temporada Z al completo y un par de OVAs. As¨ª, se divide en grupos asociados a cada sub-etapa: Saga saiyan, saga freezer, saga androides y saga monstruo bu, para lo referente a la popular serie anime, con unos 10-12 combates por cada episodio (vamos, que tendremos tanto los tradicionales como alguno a?adido). La oferta se completa con la saga bardock? y la saga super sayan legendario, donde controlaremos al padre de Goku y al pr¨ªncipe Broly respectivamente. El ¨²ltimo grupo de historias es quiz¨¢ el m¨¢s divertido y original, 'historias alternativas', que nos ofrece combates que nunca tuvieron lugar en la serie/manga, algo as¨ª como una realidad alternativa en la que Vegeto y Gogeta se ven las caras, Bardock se enfrenta a Gohan y Goten o un torneo en el que Krillin representa a la humanidad. El punto ¨¢lgido lo pone el cap¨ªtulo donde se dan cita las fases saiyan imaginadas de Vegeta y Broly.

Dentro de la modalidad Prueba superbatalla encontramos los cl¨¢sicos modos individuales de casi todos los juegos de lucha, es decir, un arcade, los cl¨¢sicos supervivencia y contrarreloj, as¨ª como algunas novedades. El modo puntos, por ejemplo, nos premia por cada t¨¦cnica y acci¨®n realizada con ¨¦xito, siendo el objetivo final conseguir el m¨¢ximo posible de bonificaci¨®n enfrent¨¢ndonos a un luchador sin l¨ªmite de vida. Ataque K.O., por otra parte, nos da cinco minutos para vencer a tantos enemigos como podamos con la barra de ki y de vida al m¨¢ximo, mientras que otros como Ataque de destrucci¨®n nos premian por cargarnos edificios de mapeado o, en Batalla en equipo, un grupo de luchadores se enfrentar¨¢ a nosotros. Seg¨²n vayamos jugando en esta modalidad, se desbloquear¨¢ eventualmente un modo extra que nos permite enfrentarnos a un villano para obtener una Bola de Drag¨®n. Cuando se tengan las siete podremos invocar a Shenron, que nos conceder¨¢ jugosas recompensas.

No podr¨ªa faltar, tampoco, el modo Online. En esta ocasi¨®n va tambi¨¦n m¨¢s all¨¢ de las partidas igualadas y de jugador, incorporado (por l¨®gica) el modo torneo, soporte para xbox live party (en Xbox 360, por supuesto), marcadores online y records de batalla, as¨ª como posibilidad de ponernos un t¨ªtulo, en la l¨ªnea de Street Fighter IV. Las partidas que hemos podido jugar demuestran un sistema estable, con algo de lag en momentos puntuales, pero nada demasiado exagerado. Por lo dem¨¢s, la oferta de modos de juego termina con el Dojo, estructurado entre la pr¨¢ctica libre y un largu¨ªsimo tutorial (b¨¢sico y avanzado) en el que aprenderemos todos los misterios del sistema de juego de Raging Blast.

La oferta de modos de juego de Raging Blast es, como se ha dicho, extensa y muy variada, siendo el juego de Dragon Ball m¨¢s extenso hasta la fecha en lo que respecta a este apartado. El modo principal (Colecci¨®n batalla drag¨®n) garantiza bastantes horas de juego y adem¨¢s permite seleccionar autom¨¢ticamente los combates que prefiramos en lugar de tener que ir uno por uno, lo que agiliza las cosas. As¨ª mismo, los que quieran informarse sobre los personajes, jugar Online o disfrutar de variedad de modalidades monojugador, encontrar¨¢n aqu¨ª todo lo necesario para garantizar bastante tiempo de vicio.

Apartados t¨¦cnicos
Raging Blast est¨¢ lejos de ser el juego que lleve las m¨¢quinas de presente generaci¨®n al l¨ªmite, como puede observarse en las capturas que acompa?an a este texto y que pertenecen a la versi¨®n final del t¨ªtulo. En las im¨¢genes se pierde algo de nitidez y contraste, siendo m¨¢s 'colorido' en un televisor, pero pr¨¢cticamente lo que v¨¦is es lo que hay, ni m¨¢s, ni menos. Dicho esto, nos encontramos con un juego que hace un correcto uso de Cel Shading y que sabe aprovecharse de esta t¨¦cnica para conseguir cierta espectacularidad en las t¨¦cnicas masivas como los Kames y dem¨¢s especiales, cubriendo la pantalla y llen¨¢ndola de efectos de luz.

Los modelados son s¨®lidos, las animaciones no est¨¢n mal, la ropa se va desgarrando mientras golpeamos a los luchadores, los fondos son interactivos, la recreaci¨®n de los movimientos y tics de los personajes originales del manga/anime son sobresalientes. Part¨ªamos de esta base desde (casi) el primer Dragon Ball Z Budokai de PlayStation 2 y desde entonces se ha ido puliendo un motor gr¨¢fico hasta llegar al que nos ofrece Raging Blast. Lo cual no implica, necesariamente, que de todo lo que podr¨ªa dar. La c¨¢mara como ya se ha comentado da m¨¢s problemas que alegr¨ªas y, eso s¨ª, funciona a las mil maravillas cuando va guiada sobre ciertos ejes y se coloca cinematogr¨¢ficamente para mostrarnos rostros, poses y determinadas secuencias que recalcan la espectacularidad del juego. La presentaci¨®n de men¨²s y dem¨¢s aspectos visuales tambi¨¦n est¨¢ cuidada y, por suerte, los tiempos de carga -no muy largos- son amenizados con un peque?o minijuego en el que podemos recoger cr¨¦ditos con la nube? kinton.