Eubank Jr. sigue el legado de su padre y derrota al clan Benn
Chris Eubank Jr. se impuso por decisi¨®n un¨¢nime (triple 116-112) a Conor Benn en una rivalidad intergeneracional bajo la mirada de sus padres. La revancha, en el aire.
La rivalidad de Chris Eubank y Nigel Benn la cerraron sus hijos Chris Eubank Jr. (34-3-0, 25 KO) y Conor Benn (23-0-0, 14 KO) en un espect¨¢culo que estuvo a la altura de los combates que protagonizaron sus padres. Dinast¨ªa, legado. Eubank sum¨® otra victoria m¨¢s al marcador de su familia ante los ojos llorosos de su oponente, ambos con el rostro inflamado. Los padres, junto a ellos. Una guerra que disfrut¨® el boxeo. Chris se llev¨® el triunfo por decisi¨®n un¨¢nime (triple 116-112) y, aunque no hab¨ªa un cintur¨®n de por medio, se sinti¨® mejor que un Mundial.
Eubank y Benn salieron con todo y la intensidad al m¨¢ximo. La diferencia de tama?o entre ambos boxeadores era considerable, arriesgado por parte del segundo al subir una divisi¨®n. El de Essex, en busca de vengar a su padre, estaba muy activo, pero se le ve¨ªa nervioso, lo que hac¨ªa que recibiese muchos golpes y los de ¨¦l llegaban fuera de tiempo. Aprovechaba Eubank su envergadura manteniendo la distancia con el jab y se mostraba mucho m¨¢s calmado y sobrio. Los nervios y la excitaci¨®n de Benn le hac¨ªan fallar. A partir del tercer asalto, el de Essex cambi¨® el chip. Empez¨® a estar m¨¢s acertado y le clav¨® varias derechas en el rostro a su oponente que sinti¨® y le hicieron tambalearse. Chris intentaba recuperar la distancia con el jab ante los continuos intentos de Conor de entrar. Lleg¨® con una potente combinaci¨®n que le hizo retroceder y se igual¨® la contienda. Eubank volvi¨® a llegar con manos m¨¢s acertadas, y dos derechas frenaron a Benn, que no retroced¨ªa.
El p¨®mulo de Conor estaba inflamado, y ambos se gritaban entre asaltos. La rivalidad, entre ellos, tambi¨¦n era real y la intensidad no disminu¨ªa. Eubank se manten¨ªa m¨¢s firme y acertado, pero Benn manten¨ªa su presi¨®n y ataque, encajando las manos. Los cruces eran descomunales. Conor cada vez ten¨ªa m¨¢s problemas para entrar en la distancia de su rival, mientras que ¨¦l, se sent¨ªa m¨¢s c¨®modo. Las manos de Chris entraban con claridad y se notaba la desesperaci¨®n del de Essex. A pesar del acierto de Eubank, la contienda estaba pareja. Ambos daban y recib¨ªan. En el octavo asalto, pudieron caer ambos. Chris dej¨® a Benn con las piernas temblando, pero devolvi¨® el castigo. La lona estuvo muy cerca de los dos boxeadores. Un cabezazo involuntario en el ojo derecho a Eubank le llen¨® el rostro de sangre, impidi¨¦ndole ver bien. Aprovech¨® su oponente para castigarle, y volvi¨® a estar cerca del suelo. A¨²n tocado, sali¨® con todo. Era una guerra en la que cualquiera podr¨ªa ceder con esos cruces infernales. En los ¨²ltimos compases, Conor se desinfl¨®, y eso, junto a sus fallos, decant¨® la balanza para el lado contrario y los ¨²ltimos tres minutos fueron de infarto.
Nigel y Chris subieron al cuadril¨¢tero. La presencia de su padre fue fundamental para que Eubank luchase de esa manera. ¡°Estoy muy orgulloso, este es mi chico¡±, dijo, cogi¨¦ndole la mano a su hijo mientras hablaban juntos frente a la c¨¢mara. Una relaci¨®n que parece mejorada, despu¨¦s de haber pasado por un tormento y un tiempo sin hablarse. Benn fue abrazado por el suyo durante unos minutos que parecieron interminables, d¨¢ndole su m¨¢ximo apoyo. Una noche en la que, adem¨¢s de los Eubank, gan¨® el boxeo en un estadio del Tottenham Hotspur de Londres que colg¨® el cartel de Sold Out y, la revancha, en el aire. Y esta rivalidad tuvo su tinte espa?ol, ya que Benn se prepar¨® en Mallorca y Eubank llev¨® a Londres dos veces a Amin Hachimi, excampe¨®n de Espa?a del peso w¨¦lter, para su training camp.
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