Nepomniachtchi entierra su mand¨ªbula de cristal
El candidato ruso ha demostrado su madurez psicol¨®gica recuper¨¢ndose inmediatamente de la ¨²ltima derrota al imponerse en la quinta partida.
El ajedrez y el boxeo son dos deportes que tienen mucha m¨¢s relaci¨®n de lo que parece. Berl¨ªn acogi¨® en 2003 el primer torneo de chessboxing de la historia, una disciplina que combina el deporte de las 64 casillas con el de los uppercut y los crochet. Casualidad o no, el quinto asalto del Campeonato del Mundo les volv¨ªa a vincular en muchos aspectos. El primero -y el m¨¢s visible para el p¨²blico general- mediante la designaci¨®n del oro ol¨ªmpico kazajo Serik Sapiyev como encargado para hacer el saque de honor.
Un buen p¨²gil, al igual que un buen ajedrecista, tiene que estar preparado para encajar golpes. Y es, precisamente, en este aspecto donde Nepomniachtchi ha probado haber sido capaz de superar el que siempre hab¨ªa sido su mayor debilidad a lo largo de su carrera. El jugador ruso ha demostrado una enorme madurez psicol¨®gica siendo capaz de recuperarse inmediatamente de su ¨²ltima derrota ganando, con piezas blancas, al chino Ding Liren. El enfrentamiento vuelve a estar de su lado por 3-2.
Nepomniachtchi ten¨ªa bastante claro que ten¨ªa que plantear un lance sin riesgos. Y as¨ª lo hizo. Sustentado en una gran preparaci¨®n te¨®rica que le permiti¨® conseguir una posici¨®n c¨®moda eludi¨® la derrota como opci¨®n real. Fue una Apertura Espa?ola en la que se siguieron los cauces m¨¢s o menos conocidos hasta el d¨¦cimo movimiento.
El Gran Maestro ruso introdujo una novedad en la jugada doce. No era especialmente venenosa desde el punto de vista t¨¢ctico, pero ni siquiera las respuestas m¨¢s naturales realizadas por Ding fueron capaces de discutirle un ligero dominio posicional. Una imprecisi¨®n del chino en la jugada 25 y un error inmediatamente posterior incrementaron notablemente las opciones de triunfo del vigente subcampe¨®n del mundo.
La necesidad de ganar dos veces
Otra caracter¨ªstica com¨²n al boxeo y al ajedrez es que no se debe bajar la guardia. El combate no termina hasta que el ¨¢rbitro no cuenta hasta diez o decreta el KO. Y Nepo, en lugar de aprovechar la oportunidad golpeando con concretos movimientos a su rival, le concedi¨® a Ding el chance de volver a equilibrar el juego tras emplear un plan equivocado.
La defensa, a¨²n as¨ª, exig¨ªa una precisi¨®n de cirujano. Mientras tanto, el tiempo restante en su reloj cada vez era menor. Esa fue otra de las virtudes de Nepomniachtchi en este quinto duelo, pues adem¨¢s de hacer buenas jugadas las puso en pr¨¢ctica a una velocidad endiablada. La diferencia en los dos cron¨®metros lleg¨® a marcar cerca de una hora de ventaja para el ruso.
La manera de transformar la ventaja fue excelente. Su confianza para plasmar sobre el tablero ideas nada obvias para cualquier mortal convirtieron en victoria un combate dominado de principio a fin. Record¨® al mejor Karpov minimizando a la nada las opciones de contrajuego de Ding y al mejor Carlsen enfatizando la superioridad de su caballo contra el alfil rival. Resignado, el n¨²mero tres del mundo tir¨® la toalla tras 48 jugadas.
¡°Siento que ha sido una gran partida porque no le he dejado nada de contrajuego en ning¨²n momento¡±, reconoci¨® satisfecho Nepomniachtchi en la rueda de prensa posterior al lance. En la misma l¨ªnea se posicion¨® Ding, que ensalz¨® tambi¨¦n p¨²blicamente el juego de su rival. Entre el fr¨ªo de Astana, donde las nevadas y las temperaturas bajo cero se han convertido en protagonistas fuera del Hotel St. Regis, se celebrar¨¢ el domingo un nuevo asalto de un Campeonato del Mundo que, con tanto intercambio de golpes certeros, m¨¢s que un combate de boxeo parece una pelea callejera.