El cometa Scheffler pasa por el PGA Championship

Pasen y vean. Adm¨ªrenlo mientras puedan. Ocurre a lo sumo una vez cada 20 o 30 a?os. Es como un cometa. El cometa Scheffler. Fue avistado en la noche del domingo en los cielos de Carolina del Norte (EE UU), en Quail Hollow, capturando con un 71 (par para -11) en la ¨²ltima vuelta el PGA Championship, su tercer grande, el primero distinto al Masters de Augusta, que conquist¨® en 2022 y 2024. Su 15? victoria en su quinto a?o en el PGA Tour. La en¨¦sima confirmaci¨®n de que el mundo del golf asiste, todav¨ªa pero no por mucho tiempo perplejo, al mayor campe¨®n que ha parido este deporte desde que Rory McIlroy vino al mundo en 1989. Esta trae de regalo un cheque de m¨¢s de tres millones de euros, una exenci¨®n de por vida en esta cita y cinco a?os en el resto de los majors.

Cinco golpes separaron en la tabla al texano de su compatriota Bryson DeChambeau, que dej¨® escapar la Copa Wanamaker un domingo por segundo a?o consecutivo en un nuevo ba?o de masas. Volvi¨® a ser el m¨¢s jaleado, es sin ninguna duda el favorito del p¨²blico, pero de un tiempo a esta parte le cuesta rematar. Le sucedi¨® tambi¨¦n hace un mes en Augusta. Esa ¡°energ¨ªa¡± que le gusta ¡°crear¡± con los aficionados a veces es un arma de doble filo. Le ha pasado factura esta semana en los ¨²ltimos hoyos, los de Quail Hollow, la Green Mile, los m¨¢s letales que se pueden jugar en un grande. Una barra libre de bogeys que cubri¨® en +4 a lo largo del fin de semana, abrochado con un 70 (-1 para -6) insuficiente. Por ah¨ª se le escaparon las opciones de apretar a Scheffler. Este, una vez demostrado que la legi¨®n de outsiders que acompa?aba a las estrellas del reparto no estaba por la labor de toserle, solo sinti¨® el marcaje de Jon Rahm, al final octavo con un 73 (+2 para -4). Casi antes de empezar hab¨ªa abdicado McIlroy con su cambio forzado de driver. Termin¨® con un +1 para +3 la empresa de ganar dos grandes seguidos.

Rahm hab¨ªa jugado de inicio siete hoyos casi sin calles, en modo supervivencia. A un mal chip del desastre que nunca lleg¨®. Cuando el driver le abandone, siempre le asistir¨¢n sus prodigiosas manos alrededor del green y eso no se lo quita nadie. Se tir¨® al cuello de Scheffler entre el 8 y el 11, zona propicia para un abordaje, y lleg¨® a colocarse col¨ªder. Tres birdies sac¨® aprovechando un par 4 corto en el 8, un par 5 en el 10 y un golpazo desde el bunker de la calle en el 11. Scheffler fallaba recurrentemente por la izquierda desde el tee y dejaba los nueve primeros que nadie vio venir, +2 con tres bogeys y un birdie de la nada en el 2. Ese es el quid de la cuesti¨®n. De la nada. De la nada, tras un 69 y un 68 discretitos, saltaba al liderato a ¨²ltima hora el s¨¢bado, cuando decidi¨® convertir la ¡®Milla Verde¡¯, de donde otros saldr¨ªan corriendo si no hubiera millones y puntos de ranking en juego, en un desfile de su talento. Incluso cuando parece que no hace nada, est¨¢ haciendo algo.

De la nada, cuando pintaban bastos con Rahm al alza, birdie al 10, tres pares sin apuros, birdies reglamentarios al 14 y el 15, +1 en los tres ¨²ltimos. Esos ya los jugar¨ªa desahogado ante el colapso de Rahmbo, que se plant¨® en el 16 a dos. Restar era casi una quimera, pero era menester mantener el tipo por si acaso. En cambio su salida se perdi¨® a la izquierda de la calle y le qued¨® un segundo golpe diab¨®lico. Bogey, seguido de dos dobles, los de la frustraci¨®n incontenible, en el 17 y el 18 con sendas bolas al agua. ¡°Creo que he sentido algo de nervios. No puedo explicar exactamente d¨®nde, pero es que siento que no he forzado nada, que el proceso ha sido bueno¡±, explic¨® despu¨¦s. Salvo por ese mal rato, queda rehabilitado para la causa de los majors al menos hasta el US Open.

Su derrota es relativa, en tanto que parece que ha conseguido poner su swing en orden y se ha vuelto a dar la oportunidad de mejorar su registro en el Grand Slam, algo que no ocurr¨ªa desde su marcha al LIV. Para ser justos, podr¨ªa decirse que luchaba contra la l¨®gica. Las mayores remontadas en un PGA inclu¨ªan los siete golpes recuperados por John Mahaffey en Oakmont en 1978 y Justin Thomas en Southern Hills hace tres a?os, y seis golpes en otras cinco ocasiones: Bob Rosburg, en Mine¨¢polis en 1959, Lanny Wadkins en Pebble Beach en 1977, Payne Stewart en Kemper Lakes en 1989 y Steve Elkington en Riviera en 1995. ?l ten¨ªa que enjugar cinco, uno menos, pero ante un tipo pr¨¢cticamente infalible en un escenario as¨ª, que ha ganado las siete ¨²ltimas veces que ha salido l¨ªder en la jornada final. De las 22 ocasiones anteriores en las que alguien hab¨ªa jugado los ¨²ltimos 18 con una renta de tres o m¨¢s golpes en un grande, se hab¨ªa acabado imponiendo en 19.

Estar cerca de desbaratar la generosa estad¨ªstica en contra es su victoria, la confirmaci¨®n de que ha vuelto al lugar que le corresponde. No en la pr¨¢ctica, consideraci¨®n que ya nunca perder¨¢ con un curriculum que incluye el US Open de 2021 y el Masters de 2023. Sobre el papel. El lugar que ocupaba precisamente cuando se enfund¨® la chaqueta verde en el que hasta ayer era su ¨²ltimo gran domingo en un major. El de candidato a la etiqueta de ¡®mejor golfista del mundo¡¯. Un eterno debate que desde el declive de Tiger solo ha conseguido cerrar a ratos Scottie Scheffler, el hombre que ocup¨® el vac¨ªo de poder dejado por Rahmbo en lo alto de la jerarqu¨ªa del PGA. Desde que este se sent¨® al banquete de millones del LIV, el texano, junto a McIlroy el golfista con el que promet¨ªa protagonizar un duelo a 20 a?os, la gran rivalidad que sustituir¨ªa a los Woods vs Mickelson, la resistencia a la OPA Hostil del LIV, ha ganado sin contar este ocho torneos, una FedEx Cup y un Masters, y le saca tres puntos a McIlroy en lo alto el ranking mundial, por mucho que este ya no refleje el cuadro completo de este deporte.

En la actualizaci¨®n de este lunes la brecha se ampliar¨¢, y las cr¨®nicas narrar¨¢n que el campechano Scottie se convierte en el tercer jugador desde la Segunda Guerra Mundial en conseguir 15 victorias en el PGA Tour con tres grandes antes de cumplir 29 a?os. ?Los otros dos? Jack Nicklaus y Tiger Woods. Tambi¨¦n es el primero desde Seve que gana sus tres primeros por tres golpes o m¨¢s. Adm¨ªrenlo mientras puedan.

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