Demanda a un multimillonario por desfigurarle la cara con un swing a su profesor de golf

Un mill¨®n de d¨®lares. Es lo que podr¨ªa costarle a un alto ejecutivo de la industria petrol¨ªfera con residencia en Houston, Yousef Abbad El Andaloussi, un swing descuidado mientras daba una clase de golf. El perjudicado, y por tanto demandante, es su instructor ese d¨ªa, Mohammad Mohseni Goudrazi, que pide esa cantidad en concepto de indemnizaci¨®n por un accidente que le supuso varias fracturas faciales y una ¡°desfiguraci¨®n permanente¡±, seg¨²n el texto de la demanda, al que ha tenido acceso The Independent.

El Andaloussi, directivo en Schlumberger, una multinacional francesa dedicada a la producci¨®n de petr¨®leo y sus derivados, empez¨® a recibir lecciones de Goudrazi como ¡°favor familiar¡±, seg¨²n este ¨²ltimo. En una de ellas es cuando se produjo la cat¨¢strofe. Seg¨²n el mismo escrito, El Andaloussi ¡°ejecut¨® un swing negligente sin confirmar que los alrededores estaban despejados. Sus actos despreocupados resultaron en el palo impactando en la cara de Goudrazi, caus¨¢ndole traumatismos severos y m¨²ltiples fracturas faciales¡±.

Ante la emergencia, algunos trabajadores del BlackHorse Country Club, en el que tuvieron lugar los hechos, se ofrecieron a pedir asistencia m¨¦dica, algo a lo que El Andaloussi se neg¨®, ofreci¨¦ndose a llevar ¨¦l mismo a Goudrazi. Una vez le dej¨® en el hospital, habr¨ªa cortado toda comunicaci¨®n, remiti¨¦ndole a su esposa, Azi Mohseni, que le recomend¨® un especialista af¨ªn a la familia, quien le aconsej¨® guardar reposo y le asegur¨® que no ten¨ªa nada roto.

Goudrazi, que vive en Bolivia y se desplaza para dar clases a demanda, no tiene cobertura m¨¦dica en Estados Unidos, por lo que hizo caso y, cuando vio que empeoraba, acudi¨® a realizarse una resonancia, que revel¨® las fracturas. Cuando Goudrazi pidi¨® explicaciones al primer doctor, este aleg¨® no estar especializado en el asunto.

Ya hab¨ªan pasado varios d¨ªas desde el accidente, y las lesiones de Goudrazi derivaron en infecciones y desfiguraciones permanentes, que obligaron a realizarle cirug¨ªa de emergencia. Goudrazi asegura no haber vuelto a hablar con El Andaloussi ni con su mujer, que en ning¨²n momento ofrecieron ning¨²n tipo de compensaci¨®n por sus problemas m¨¦dicos y los financieros que le han surgido a ra¨ªz de todo esto.

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