Fallece Felipe Ocampos, el m¨¢s bravo entre los bravos
El delantero centro paraguayo, uno de los futbolistas m¨¢s queridos por La Romareda, ha muerto en Asunci¨®n a los 78 a?os. Milit¨® en el Real Zaragoza cinco temporadas (1969-1974), en las que disput¨® 130 partidos oficiales y marc¨® 42 goles.

Brazaletes negros y bandera a media asta en el Real Zaragoza. El paraguayo Felipe Ocampos, uno de los mejores delanteros centro de la historia del Real Zaragoza, integrante del c¨¦lebre equipo de los ¡®Zaraguayos¡¯, falleci¨® el pasado d¨ªa 18 de enero en Asunci¨®n, a los 78 a?os de edad. Milit¨® en el club aragon¨¦s cinco temporadas (1969-1974), en las que disput¨® 130 partidos oficiales y marc¨® 42 goles.
Se ha ido uno de los futbolistas m¨¢s queridos por La Romareda, el m¨¢s bravo entre los bravos. Una fiera en el ¨¢rea, que no volv¨ªa nunca la cara ni en casa ni fuera ante los defensas centrales m¨¢s pendencieros, violentos y malintencionados en una ¨¦poca de total impunidad. Alto, fibroso y de complexi¨®n fuerte, ten¨ªa una t¨¦cnica notable, intuici¨®n para el desmarque, un formidable juego de espaldas, ya que proteg¨ªa muy bien el bal¨®n, y un f¨¢cil disparo con las dos piernas. Pero era, sobre todo, un excelente cabeceador, con dejadas muy ventajosas para sus compa?eros.
Muy valiente, impetuoso, temperamental e incisivo, Ocampos fue un ¡®9¡ä de sangre muy caliente, lo que le ocasion¨® hasta siete expulsiones en el f¨²tbol espa?ol, la mayor¨ªa por repeler agresiones continuadas. Y se hizo muy famoso entre la chiquiller¨ªa de aquellos a?os el ¡°?Chsssssss!¡± que le coreaba La Romareda cuando les protestaba airadamente a los ¨¢rbitros.

Felipe Santiago Ocampos Ben¨ªtez (Asunci¨®n, Paraguay, 1 de mayo de 1945) fich¨® por el Real Zaragoza el 20 de octubre de 1969 para suplir de urgencia a un Marcelino en plena decadencia y se hizo ¨ªdolo del zaragocismo desde el primer d¨ªa. Era una vieja aspiraci¨®n del secretario t¨¦cnico Rosendo Hern¨¢ndez, que lo hab¨ªa visto por primera vez en una gira veraniega del Guaran¨ª por Espa?a en agosto de 1968 y despu¨¦s de que fuera ofrecido por el intermediario franco-armenio Arthur Boghossian, quien dispon¨ªa de un poder notarial del Consejo de Deportes de Paraguay para poder exportar jugadores y organizar giras de clubes por Europa. En el informe confidencial que de aquel partido le entreg¨® al presidente Alfonso Us¨®n, Rosendo Hern¨¢ndez escribi¨® lo siguiente: ¡°Es extra?o ver a un jugador de tanta estatura (1.84) que tenga esa habilidad en los pies. Su remate de cabeza es maravilloso. Impetuoso y con sentido del gol¡±.
Felipe Ocampos hab¨ªa sido en 1968 el tercer m¨¢ximo goleador del campeonato paraguayo, con 18 tantos. Y en 1969, encabezaba la tabla de realizadores m¨²ltiples de su pa¨ªs cuando lo firm¨® el Zaragoza. Hijo de madre paraguaya y padre espa?ol -de un pueblecito de Pontevedra-, su progenitor falleci¨® cuando Felipe ten¨ªa tres a?os y su familia emigr¨® diez a?os despu¨¦s a Argentina, donde en Buenos Aires Ocampos trabaj¨® como tapicero de autom¨®viles y comenz¨® a jugar al f¨²tbol como medio volante en un campeonato de empresas. Con 20 a?os regres¨® a Asunci¨®n para cumplir el Servicio Militar y un capit¨¢n del ej¨¦rcito, tras observarlo en varios partidos en el cuartel, le ayud¨® a fichar por el Resistencia, de la segunda divisi¨®n paraguaya. Meses despu¨¦s fich¨® por el Guaran¨ª, donde conquistar¨¢ dos campeonatos de liga y alcanzar¨ªa la internacionalidad con Paraguay, cuya camiseta visti¨® en 13 partidos.
El fichaje de Ocampos no estuvo exento de complicaciones, primero porque el entrenador del Club Guaran¨ª, el uruguayo Jos¨¦ Mar¨ªa ¡®Chema¡¯ Rodr¨ªguez, amenaz¨® con dimitir, tras tres a?os en el cargo y el prestigio de haber ganado la liga de Paraguay (1967), si se vend¨ªa el delantero centro y m¨¢ximo goleador del campeonato (10 goles en 13 jornadas) dos meses antes de su finalizaci¨®n y cuando su equipo era l¨ªder (el Guaran¨ª acabar¨ªa ganando tambi¨¦n el t¨ªtulo de 1969 a tres jornadas del final, pese a la marcha de Ocampos). ¡°Un equipo que est¨¢ a punto de ser campe¨®n y con la Copa Libertadores por delante no puede transferir a un valor tan importante como Ocampos¡±, se?al¨® airado Chema Rodr¨ªguez.
Finalmente, el 10 de octubre de 1969, Rosendo Hern¨¢ndez logr¨® firmar una opci¨®n de compra sobre Ocampos por 40.000 d¨®lares (2.796.000 pesetas; 16.843 euros), vinculada a un contrato privado de tres a?os con el jugador, a raz¨®n de 400.000 pesetas de ficha anual y 10.000 pesetas de sueldo mensual, pendiente de que superara el reconocimiento m¨¦dico y una prueba con el Real Zaragoza.
El 12 de octubre, Ocampos disput¨® su ¨²ltimo partido con el Guaran¨ª, en el campo del Sol de Am¨¦rica (0-1), cuajando una gran actuaci¨®n. ¡°Lo vi en un partido en Paraguay y ya me bast¨® para ficharlo¡±, explic¨® m¨¢s tarde Rosendo Hern¨¢ndez.
Ocampos, entonces con 24 a?os, lleg¨® a Zaragoza la tarde del martes 14 de octubre de 1969, tras un vuelo desde Asunci¨®n a Madrid, con escalas en Buenos Aires, Sao Paulo y R¨ªo de Janeiro. ¡°Vengo con gran fe. Soy fuerte, impetuoso de cara al gol. Mi fuerte es la pelea. Salgo siempre a aprovechar mi constituci¨®n f¨ªsica, arrollando todo cuanto se pone por delante. Remato con facilidad de cabeza¡±, declar¨® a su llegada junto a Rosendo Hern¨¢ndez.

Al d¨ªa siguiente, viajaron a Zaragoza el vicepresidente del Guaran¨ª Ernesto Barchello, junto al intermediario franco-armenio Boghossian y la esposa de Felipe, Eulalia Ortega, para ultimar la transferencia. Barchello declar¨® nada m¨¢s llegar: ¡°Ocampos es un luchador que siempre busca el gol. Es un delantero centro nato, un goleador. Ya lo ver¨¢n...¡±.
Con una enorme expectaci¨®n en La Romareda, se le prob¨® el 16 de octubre en un amistoso frente al Castell¨®n (3-0), donde caus¨® sensaci¨®n marcando dos goles: el primero, al aprovechar un pase de Villa, y el segundo, al cabecear de forma magn¨ªfica un centro de Oliveros.
Ocampos firm¨® su contrato federativo con el Zaragoza el 20 de octubre de 1969 y un d¨ªa despu¨¦s, el presidente Alfonso Us¨®n y el secretario general Juli¨¢n D¨ªaz se desplazaron a Madrid para inscribir al jugador en la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol.
El Barcelona, para no perder su costumbre, interfiri¨® en la operaci¨®n y a ¨²ltima hora ofreci¨® hasta diez millones de pesetas al presidente del Guaran¨ª, Juan Antonio Sosa Gautier, pero el delantero centro hab¨ªa firmado ya un precontrato con el Zaragoza antes de viajar a Espa?a.
El 29 de octubre, el Zaragoza present¨® oficialmente a Ocampos, entre la plena satisfacci¨®n del presidente Us¨®n: ¡°He cumplido mi palabra de traer a un delantero centro de nivel internacional¡±.
Felipe Ocampos hizo su debut oficial el 2 de noviembre de 1969, en un partido frente al Valencia en La Romareda (1-1) y el 22 de marzo de 1969, cuando marcaba las diferencias en el f¨²tbol espa?ol, con nueve goles en 16 partidos, sufri¨® en una dura entrada la rotura del menisco externo de su rodilla izquierda. Fue intervenido y estuvo siete meses de baja, lo que pasar¨ªa una factura car¨ªsima al equipo aragon¨¦s, que acab¨® en Segunda al t¨¦rmino de la campa?a 1970-71, poniendo fin a la gran ¨¦poca de los ¡®Magn¨ªficos¡¯.
Ocampos result¨® fundamental, con 15 goles, para que el Zaragoza retornara inmediatamente a Primera y se gestara enseguida en el gran equipo de los ¡®Zaraguayos¡¯, junto a sus compatriotas Arr¨²a y Diarte y el uruguayo Blanco, adem¨¢s de un grupo formidable de futbolistas nacionales (Violeta, Planas, Manolo Gonz¨¢lez, Garc¨ªa Castany¡), que llevaron al Zaragoza al tercer puesto en Primera Divisi¨®n en la campa?a 1973-74.

Ocampos, al que se le inflamaba ya continuamente la rodilla por una degeneraci¨®n del cart¨ªlago y ten¨ªa que infiltrarse para poder jugar cada partido, acab¨® su contrato con el Real Zaragoza el 30 de junio de 1974 y prosigui¨® su carrera en el Le¨®n de Guanajuato de M¨¦xico y el Olimpia de Paraguay, donde colg¨® las botas en 1976, con 31 a?os.
Descanse en paz.