Miguel ?ngel, exportero del Madrid, anuncia que padece ELA
Jug¨® 18 temporadas en el Real Madrid (1968/1986), donde disput¨® 346 partidos y gan¨® 8 Ligas, 5 Copas de Espa?a, 2 Copas de la UEFA y una Copa de la Liga.

Miguel Angel Gonz¨¢lez Su¨¢rez, ex portero internacional del Real Madrid en la d¨¦cada de los a?os 70 y 80, anunci¨® este s¨¢bado a EFE que padece esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA), enfermedad del sistema nervioso central, y a partir de ahora expres¨® que apoyar¨¢ el movimiento global que lucha por encontrar la cura o detenci¨®n del proceso degenerativo, a trav¨¦s de la investigaci¨®n. Miguel Angel, quien jug¨® 18 temporadas en el Real Madrid (1968/1986), jug¨® 346 partidos con su equipo, gan¨® 8 Ligas, 5 Copas de Espa?a, 2 Copas de la UEFA y una Copa de la Liga.
Trofeo Zamora en la temporada 75-76, fue internacional en 18 ocasiones, titular con la selecci¨®n espa?ola en el Mundial de Argentina¡¯78 bajo las ¨®rdenes de Ladislao Kubala e integrante del equipo nacional en Espa?a ¡®82, convocado por Jos¨¦ Emilio Santamar¨ªa. Arropado por su familia y amigos, Miguel Angel vive con fortaleza su enfermedad, cuenta con el apoyo infinito de su entorno y es tratado en el hospital Gregorio Mara?¨®n desde donde recibe un tratamiento riguroso y profesional, que le ayuda vivir su enfermedad con entereza y conociendo desde el primer momento la dura realidad de la situaci¨®n adversa por la que atraviesa.
La ELA es una enfermedad del sistema nervioso central, caracterizada por una degeneraci¨®n progresiva de las neuronas motoras en la corteza cerebral (neuronas motoras superiores), tronco del enc¨¦falo y m¨¦dula espinal (neuronas motoras inferiores). Amenaza la autonom¨ªa motora, la comunicaci¨®n oral, la degluci¨®n y la respiraci¨®n, aunque se mantienen intactos los sentidos, el intelecto y los m¨²sculos de los ojos, seg¨²n informa la Asociaci¨®n Espa?ola que aglutina a los afectados. Miguel Angel Gonz¨¢lez es puro Real Madrid. Adem¨¢s de jugador, fue entrenador de porteros, delegado del primer equipo, director de la Ciudad deportiva del club, leyenda del f¨²tbol espa?ol. 360 grados alrededor del estadio Bernab¨¦u.
Comunicado Oficial: Miguel ?ngel.#RealMadrid
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) December 17, 2022
Gran conversador y analista del f¨²tbol actual, el ex guardameta gallego disfruta estos d¨ªas en su domicilio con el Mundial de Qatar. Los ojeadores del Real Madrid captaron su talento en el Atl¨¦tico Orense, luch¨® por la titularidad al llegar en sus dos primeros a?os con Junquera y Betancort. Posteriormente su trayectoria fue en ascenso hasta debutar con la selecci¨®n espa?ola en 1975 ante Dinamarca, en partido clasificatorio para la Eurocopa. Miguel Angel ocup¨® el puesto del lesionado, Jos¨¦ Angel Ir¨ªbar, su gran ¨ªdolo. Miguel Angel es un deportista nato. Es un tipo polideportivo. Fue futbolista profesional, pero los m¨¢s veteranos recuerdan tambi¨¦n su destreza como jugador de baloncesto, su eficaz tiro de media distancia cuando jugaban ambas plantillas del Real Madrid en la antigua Ciudad deportiva. Su elasticidad le dio el cari?oso apelativo de ¡®el gato¡¯.
Reflejos, determinaci¨®n y una virtud especial ensalzada por el mundo profesional: su lucha porque los porteros bloquearan el bal¨®n y no resolvieran el peligro despejando. Uno de los porteros y alumnos que siguieron su escuela fue Santi Ca?izares, ex portero del Real Madrid, Celta y Valencia CF. Ca?izares siempre habla de ¡®escuela¡¯ espa?ola¡¯ cuando ilustra el gran legado de Miguel Angel, quien le insisti¨® d¨ªa a d¨ªa en la obligaci¨®n de detener la pelota y dar as¨ª seguridad y tranquilidad al equipo. La admiraci¨®n fue el denominador com¨²n en los porteros que sub¨ªan del Castilla como Agust¨ªn Rodr¨ªguez, titular del Castilla en la final de Copa ante el Real Madrid en 1980.
Miguel ?ngel cre¨® escuela en la cantera madridista. Miguel Angel, en una distendida conversaci¨®n con EFE, puso de relieve el trabajo de los expertos en Espa?a que luchan por detener las consecuencias de esta grave enfermedad y presta ya su absoluta colaboraci¨®n para que las futuras generaciones, que padezcan ELA, puedan encontrar un remedio a esta ardua lucha por la supervivencia.