Mendilibar busca sus ¡®Inui¡¯
Sin casi manejar el castellano, el japon¨¦s aprendi¨® en Eibar a ¡®hablar¡¯ el f¨²tbol del nuevo entrenador del Sevilla, que busca extremos que entiendan lo que quiere.


Hay m¨¢s de 10.000 kil¨®metros entre Zaldivar, el pueblo vizca¨ªno donde naci¨® Jos¨¦ Luis Mendilibar y Omihachiman, la prefectura natal de Takashi Inui. Pero la pelota escribi¨® una bonita historia de f¨²tbol y cari?o entre el entrenador vasco y el extremo japon¨¦s. Convivieron un lustro, con un par¨¦ntesis del nip¨®n en el Betis y el Alav¨¦s, pero se recordar¨¢n para siempre. Y Mendi pone de ejemplo a su futbolista fetiche para encontrar jugadores que puedan amoldarse con tanta fiabilidad a su idea.
¡°Inui no entend¨ªa ni papa cuando lleg¨®, luego tampoco hablaba el idioma, pero el f¨²tbol s¨ª. Es de los mejores jugadores que he tenido, de los que mejor ha entendido mi percepci¨®n del f¨²tbol¡±, asegur¨® el entrenador vasco cuando lo tuvo enfrente hace tres a?os, en marzo de 2019. Takashi jugaba entonces cedido en el Alav¨¦s, por el Betis, y anot¨® el tanto que le val¨ªa a los vitorianos (1-1) para empatar en Ipurua.
Ya en Nervi¨®n, y tras reencontrarse con otro jugador que form¨® en Eibar, Bryan Gil, Mendilibar busca desde la semana pasada soldados de su manera de entender el f¨²tbol. Aplicados para recuperar en campo contrario y vers¨¢tiles en la verticalidad y tambi¨¦n la capacidad para mandar el bal¨®n al ¨¢rea desde la banda. El Sevilla tiene muchos tipos de extremo pero salvo Bryan, seguramente por su ¡®mili¡¯ en Ipurua, ninguno parece cumplir a rajatabla esas caracter¨ªsticas.
A Lucas Ocampos, el m¨¢s estajanovista, le gusta ocupar el ¨¢rea antes que a alcanzarla desde el pase. Suso suele jugar a banda cambiada y su zurda dispone de mucha calidad para mandar caramelitos a los delanteros amigos, pero no destaca por su despliegue f¨ªsico. Lamela tiene configuraci¨®n m¨¢s de segunda punta que de ala, a pesar de haber desarrollado buena parte de su carrera pegado a la banda. Y Tecatito Corona, al que le falta encontrar el punto f¨ªsico todav¨ªa tras una larga lesi¨®n, es un driblador con alma tambi¨¦n de carrilero.
Tendr¨¢ por tanto Mendilibar que convencer a alguno o bastantes de estos especialistas para que engrasen la maquinaria del nuevo Sevilla lo m¨¢s pronto posible. Si Inui lo consigui¨®, viniendo adem¨¢s desde el Sol Naciente, no debe haber nada imposible para quienes tienen el don de comunicarse en castellano desde la cuna.