Las Palmas ajusticia a un Atleti gui?apo, que dice adi¨®s a la Liga

Cuando algo va mal, a¨²n puede ir peor. Y mal iba el Atleti en Las Palmas. Conformado con el 0-0 de un partido feo, sin ocasiones y con el portero local, Horkas, neg¨¢ndole el gol en las dos m¨¢s claras. Entonces, la ley de Murphy. La desgana cayendo sobre la cabeza de los rojiblancos con desoladora luz quir¨²rgica, de esas en las que no se puede esconder nada. Porque en el Gran Canaria solo hab¨ªa jugado un equipo y ese era el de casa. Jugar por la vida, por la supervivencia, por salir del descenso, como en efecto hizo. Con premio en la ¨²ltima del partido.

Porque en el a?adido, Mata se empe?¨® en introducir esa pelota en el ¨¢rea ante la indolencia de Le Normand y Gim¨¦nez, que actuaron como si no supieran que pod¨ªa convertirse en una bomba que les pod¨ªa estallar en la cara. El bal¨®n, muerto, segu¨ªa en el ¨¢rea cuando Javi Mu?oz lo pate¨® para batir a Oblak por bajo. Y suspense. Porque si primero la asistente lo anulaba con su bander¨ªn en alto, despu¨¦s el VAR lo validaba. Fuera de juego imposible: el ¨²ltimo en tocar era Gim¨¦nez. Las Palmas corr¨ªa en tropel a celebrar con su grada la primera victoria de 2025 en su estadio. Esa que le saca del descenso. La afici¨®n rojiblanca, mientras, quer¨ªa arrancarse los ojos.

Hace ya varios partidos que su equipo muri¨®, como su Liga, todo polvo ya en marzo. Aunque los partidos sigan, y haya que jugarlos, pero sin tensi¨®n ni ganas, con una abulia absoluta. Es el final de Liga m¨¢s largo del mundo. Seis partidos a¨²n. Seis torturas. Porque en la vida hay muchos d¨ªas que no. Que el mundo se presenta con trampas en cada esquina. D¨ªas de quedarse en la cama hasta que pasen. D¨ªas en los que la pelota no obedece, que el bal¨®n tropieza, d¨ªas marcados por tu propia desgana. Mientras un rival te pinta la cara solo con salir a jugar.

Diego Mart¨ªnez apenas tocaba el equipo que hab¨ªa ganado en Getafe, con solo el cambio de Moleiro por Sandro, mientras que Simeone hac¨ªa dos: Le Normand y Sorloth, que jugaba por eso de mostrar que tambi¨¦n puede marcar sin la condici¨®n de ser suplente. Pero otro partido ser¨¢. Ayer, tampoco. Con F¨¢bio Silva en el escaparate, enseguida el ritmo que se impuso fue el canario. Como el primer ataque. Eso de jugar jug¨¢ndose la vida, que se notaba. Los de Diego Mart¨ªnez corr¨ªan, se fajaban y anulaban al Atleti por dentro. Con Javi Mu?oz luci¨¦ndose y Moleiro, afilado. En los pies del ¨²ltimo naci¨® esa acci¨®n, tras irse en velocidad y enviar un centro que repeli¨® la defensa. El rechace, de F¨¢bio Silva, lo sac¨® Oblak con apuro. Primer aviso. Los amarillos dominaban duelos, pases y centros al ¨¢rea. El gigante noruego estaba pero lejos del ¨¢rea, como Juli¨¢n Alvarez. O sea, que era un gigante invisible. Y esos miedo no dan.

Koke y Barrios iban como de procesi¨®n pero vestidos de f¨²tbol. A tirones. Y sin mando. Essugo y Javi Mu?oz se los merendaban. Qu¨¦ largos se le van a hacer a los rojiblancos los seis partidos que quedan. Junio llegar¨¢ pero parece a un siglo de distancia. Y eso que, con solo echar dos carreras, salud¨® a Horkas con fueeego. Pero el portero del canario espant¨® al Atleti de dos guantazos. El primero, soberbio. Sacando una mano de balonmano que le tap¨® todo el espacio a una Ara?a que disparaba a quemarropa. El pase de Giuliano para asistirle hab¨ªa sido maravilloso, como Llorente justo antes, levantando la pelota de tac¨®n para envi¨¢rsela. Horkas repetir¨ªa en la jugada siguiente. Ahora ante Sorloth.

La segunda parte sigui¨® la misma t¨®nica. El champ¨¢n guardado. F¨²tbol tost¨®n a cucharadas. El Atleti volcado por la derecha (Giuliano y Llorente) porque jugaba manco, izquierda no ten¨ªa. Los cambios no le dieron color. No lo hizo el regreso de De Paul, tampoco Riquelme, Azpilicueta y Griezmann, suplente de inicio que, a la hora reemplaz¨® a Juli¨¢n. Jugaban los rojiblancos como si se conformaran. Como si con ese punto valiera. No crearle ocasiones a un equipo en descenso. A Correa se le acababa el castigo y tampoco.

Los de Diego Mart¨ªnez pagaban el esfuerzo con calambres y F¨¢bio se iba tocado. Entonces lleg¨® el 93¡ä y ese tuya-m¨ªa-de-nadie entre Le Normand y Gim¨¦nez para que Javi Mu?oz lograra el gol y tambi¨¦n sacar a Las Palmas del descenso. Y qu¨¦ importante es eso: jugar por algo, estar vivo y no un animal derribado y muerto, aunque salga a jugar cada domingo como tortura propia. Y para quienes le miran. Infame.

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