Aspas cumple con su palabra

El Coliseum parec¨ªa un mini Bala¨ªdos y los jugadores lo notaron desde su llegada al estadio. Seguro que eso ayud¨® a que salieran tan enchufados, pues no se hab¨ªa cumplido ni el primer minuto y David Soria ya hab¨ªa manchado los guantes para detener un disparo de Ilaix. El hispano-guineano volvi¨® a probar suerte con su chut cinco minutos despu¨¦s, pero esta vez le sali¨® desviado. El Celta ten¨ªa el control del partido y la posesi¨®n era suya, pero una mala salida de bal¨®n de Guaita, presionado por los atacantes azulones, encendi¨® todas las alarmas. Uche rob¨®, asisti¨® a Mayoral y este no fall¨® a su habitual cita con el gol cada vez que se enfrenta al Celta.

El tanto afect¨® a las mentes celestes, que dejaron de estar lucidas durante los minutos siguientes. Resucit¨® el equipo de Gir¨¢ldez en un bal¨®n largo de Mingueza hacia Alfon, quien esper¨® la llegada de Aspas para que el moa?¨¦s encendiera la luz. Al primer toque, con su zurda m¨¢gica, conect¨® con Borja Iglesias, que control¨® y defini¨® con categor¨ªa delante de Soria. El mini Bala¨ªdos de Getafe volvi¨® a vibrar y le record¨® a los suyos que ¡°s¨ª, se puede¡±.

En la recta final de la primera parte lleg¨® una jugada clave que mantuvo en vilo a los presentes durante unos segundos. Alfon hizo un eslalon sobre la l¨ªnea del ¨¢rea grande y se fue al suelo ante la entrada de Duarte. Mart¨ªnez Munuera pit¨® falta fuera del ¨¢rea, pero desde el VAR le advirtieron de dos errores: era dentro y no era falta. As¨ª que se fue al monitor a pie de campo para comprobarlo con sus propios ojos y darle el bal¨®n al Getafe.

Tras el descanso, el campo todav¨ªa se inclin¨® m¨¢s hacia la porter¨ªa de David Soria, que vivi¨® un asedio constante sobre su ¨¢rea. La primera intervenci¨®n del segundo acto fue una mano milagrosa abajo para evitar el gol de Alfon. En ese c¨®rner, cabece¨® Javi Rodr¨ªguez arriba tras un centro medido de Aspas. Despu¨¦s tuvo que desviar un tiro de Ilaix. M¨¢s tarde salv¨® con el pie un zurriagazo de Marcos Alonso a bocajarro. El bombardeo era constante, pero Soria hab¨ªa construido un b¨²nker.

Hasta que lleg¨® el de siempre, la leyenda c¨¦ltica, el capit¨¢n que hab¨ªa prometido hace ocho a?os devolver al equipo a Europa, todav¨ªa con l¨¢grimas en los ojos sobre el c¨¦sped de Old Trafford. No pod¨ªa ser otro que Iago Aspas el que pusiese la rubrica, el que firmara el billete hacia la Europa League. Lo hizo con la derecha para rematar el centro de Swedberg, sin interrumpir su carrera para marcharse directo hacia la celebraci¨®n a pecho descubierto. Ha decidido seguir un a?o m¨¢s y lo har¨¢ en Europa, para cumplir su promesa.

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