Rivelino cambi¨® el f¨²tbol saud¨ª
Antes que el Al Nassr con Cristiano, fue el Al Hilal el que en 1978 cubri¨® de oro, coches y relojes de diamantes al capit¨¢n de Brasil para llevarlo a Riad.


El megal¨®mano contrato que le ha firmado Al Nassr a Cristiano Ronaldo es un sistema que invent¨®, en Arabia Saud¨ª, el Al Hilal. El rival blanco de hoy por el Mundial de Clubes se encaprich¨® de Roberto Rivelino, el genio del poblado mostacho en aquella Brasil tan emocionante en los setenta, y lo sedujo para cambiar su pa¨ªs por la liga saud¨ª cubri¨¦ndolo, casi literalmente, de oro.
Fue en 1978 una vez terminado el Mundial de Argentina y el Pr¨ªncipe Khaled Al Saud (sobrino del soberano saud¨ª) dirig¨ªa Al Hilal sin reparar en gastos. Le ofreci¨® a Rivelino siete veces su salario en el Fluminense y un billete en el m¨ªtico avi¨®n supers¨®nico Concorde hasta Riad. Rivelino gambete¨® con la oferta para conseguir un extra con el que so?aba y el club ¨¢rabe ni pesta?e¨®. ¡°Siempre hab¨ªa querido tener un Mercedes y cuando antes de firmar les ped¨ª uno¡ se rieron, porque para ellos era como darme un Fusca (el apodo en Brasil del Volkwagen Escarabajo)¡±, dir¨ªa a?os m¨¢s tarde el futbolista brasile?o. Le dejaron elegir modelo y color. No fue el ¨²nico coche de lujo en el que se sent¨®. A su llegada al pa¨ªs el club le puso un Rolls-Royce y en ¨¦l lo pase¨® ante el millar de enfervorecidos hinchas saud¨ªs que quer¨ªan comprobar que era cierto, que all¨ª iba a jugar uno de los mejores del planeta.
¡°Siempre hab¨ªa querido tener un Mercedes y cuando les ped¨ª uno se rieron; para ellos era como darme un Escarabajo¡±
Rivelino, campe¨®n del mundo con Brasil en 1970 y fichaje del Al Hilal en 1978.
Los sue?os de grandeza de las ¨¦lites saud¨ªes no iban coordinadas con esfuerzos en asuntos menos visibles. Como, por ejemplo, los campos de entrenamiento. ¡°Ten¨ªamos que compartir nuestro terreno de juego con otros dos equipos de Riad¡±, narr¨® el propio Rivelino en una entrevista en La Folha de Sao Paulo. ¡°Un equipo se entrenaba a las seis de las tarde, otro a las siete y el ¨²ltimo a las ocho¡±. Campos que para evitar el calor abrasador de Riad, eran de c¨¦sped sint¨¦tico. Rivelino jugaba con unas gasas mojadas en la boca para mantener el bigot¨®n h¨²medo y mantener una peque?a sensaci¨®n de frescor.
El capit¨¢n de la Canarinha ten¨ªa 33 a?os y hab¨ªa vestido la Verdeamarela en 92 ocasiones (incluido el ¨¦xito en el Mundial de 1970 junto a Pel¨¦) pero sus capacidades estaban vigentes. Adem¨¢s, el Pr¨ªncipe Khaled le ten¨ªa alojado en uno de sus palacios y a gastos pagados (tambi¨¦n la escuela de sus hijos). Le incitaba con generosas d¨¢divas. Si consegu¨ªa un doblete o un tanto de falta o, por ejemplo, le marcaba a uno de los rivales m¨¢s enconados del Al Hilal, al acabar el entrenamiento se encontraba un reloj de oro con diamantes.

?xitos en Arabia Saud¨ª
No fue Rivelino a Arabia a hacerse la foto. En 60 partidos (o 57, var¨ªan las fuentes) con el equipo saud¨ª consigui¨® 23 goles, uno de ellos ol¨ªmpico, al Al Ittihad. Tambi¨¦n dos ligas y una copa del pa¨ªs. Triunfos que terminaron en un desencuentro con el Pr¨ªncipe Khaled cuando el atacante le pidi¨® que liberase su transfer para poder terminar sus d¨ªas en el Sao Paulo.
El fichaje de Rivelino fue el primer petardazo de lo que pudo ser una traca del Al Hilal, que tambi¨¦n intent¨® hacerse con Zico, pero el Flamengo rechaz¨® una oferta de 2,5 millones de d¨®lares (el jugador se iba a llevar la misma cifra). Finalmente se lo llevar¨ªa el Udinese italiano. Gan¨® la vieja Europa.