F¨²tbol
Hoy se cumplen 40 a?os de la tragedia de Heysel
El 29 de mayo de 1985 el mundo del f¨²tbol sufri¨® una de las mayores tragedias de su historia. La final de Copa de Europa entre el Liverpool y la Juventus dej¨® 39 aficionados muertos y 600 heridos de diversa consideraci¨®n en el estadio belga de Heysel.

El estadio de Bruselas se dispon¨ªa a vivir una bonita noche de f¨²tbol europeo. El Liverpool era el vigente campe¨®n de Europa y la Juventus campeona de la Recopa de Europa, llegaba a la final en un buen nivel. El encuentro promet¨ªa un gran espect¨¢culo y por eso miles de aficionados de Italia e Inglaterra viajaron a B¨¦lgica para no perd¨¦rselo.

En enero de 1985 ambos equipos se midieron en la Supercopa de Europa, con victoria de la Juventus de Michel Platini. Meses despu¨¦s, los aficionados y jugadores del Liverpool quer¨ªan la revancha deportiva.

En esos a?os, en Inglaterra se produjo el fen¨®meno 'hooligans' que permit¨ªa a los j¨®venes juntarse en masa con la escusa del f¨²tbol para beber y pelearse. Estos grupos ya hab¨ªan participado de altercados tanto dentro como fuera de Inglaterra.

Los aficionados italianos que se desplazaron a la capital belga para ver la final, por el contrario, eran grupos de amigos y de familias que viajaron al completo para disfrutar de la fiesta del f¨²tbol europeo.

La desgracia de Heysel se produjo 18 d¨ªas despu¨¦s de otra gran tragedia en el estadio del Bradford City (en la foto) en la ciudad inglesa del mismo nombre. Fallecieron 56 personas a causa de un incendio de una tribuna de madera en mal estado. Eran d¨ªas negros para el f¨²tbol.

En el estadio de Heysel se concentraron unos 60.000 aficionados a partes iguales para la final entre el Liverpool y la Juventus. Los fondos detr¨¢s de las porter¨ªas eran zonas donde los seguidores estaban de pie.

La UEFA reparti¨® entradas a ambos clubes dejando un grupo de ellas reservadas para los seguidores belgas o de otras nacionalidades que quisieran disfrutar del encuentro. Entradas que acabaron en manos de ingleses e italianos, de manera que la separaci¨®n entre ambas aficiones era pr¨¢cticamente nula.

Los aficionados ultras del Liverpool, bastante perjudicados por la ingesta de alcohol, comenzaron a lanzar objetos a la afici¨®n italiana y a abalanzarse sobre ellos. Todo ello provoc¨® una avalancha ya que los italianos intentaban alejarse de los ingleses concentr¨¢ndose todos en una misma zona.

Esa presi¨®n en masa provoc¨® que muchos aficionados acabaran aprisionados contra los muros y las vallas, que eran fijas y no ten¨ªan salida de emergencia.

Algunos seguidores de los dos equipos situados en otras zonas del estadio, al ver lo que estaba pasando, saltaron al campo con palos y ¨¢nimo de continuar con la pelea.

No fue hasta ese momento en el que las fuerzas de seguridad empezaron a intervenir para frenar la escalada de violencia. Pero su labor no fue muy acertada puesto que tardaron en intervenir y despu¨¦s aislaron los grupos de manera que algunas zonas se convirtieron en una trampa mortal.

Cientos de aficionados sufrieron aplastamiento, asfixia y crisis de ansiedad. Otros seguidores se dedicaron a auxiliarles mientras llegaban los servicios sanitarios, que en esos momentos tambi¨¦n eran insuficientes.

En total fallecieron 39 personas (la mayor¨ªa seguidores italianos, cuatro belgas, dos franceses y un brit¨¢nico) y 600 resultaron heridas de diversa consideraci¨®n.

Muchos cuerpos sin vida fueron situados en los anexos del estadio a la vista de todo el mundo. Lo que caus¨® gran impresi¨®n. El Gobierno belga decret¨® estado de sitio en Bruselas.

La UEFA valor¨® suspender la final, pero finalmente se disput¨® por temor a que hubieran m¨¢s altercados por esa decisi¨®n, algo que fue bastante criticado.

El encuentro se disput¨® a¨²n habiendo fallecidos en los alrededores del estadio. Gan¨® la Juventus 1-0, con un gol de Michel Platini de penalti. La UEFA sancion¨® al Liverpool inicialmente sin poder participar en competiciones europeas o mundiales hasta el 1 de julio de 1995, despu¨¦s se le rebaj¨® hasta el 1 de julio de 1991. Tambi¨¦n se sancion¨® al resto de equipos ingleses (lo ocurrido en Heysel fue la gota que colm¨® el vaso) sin poder competir en Europa o en el resto del mundo hasta el 1 de julio de 1990, lo que supuso una crisis profunda para el f¨²tbol ingl¨¦s.