Hubo un tiempo en el que Katelyn Ohashi era considerada una de las promesas m¨¢s firmes de la gimnasia con un brillante futuro ol¨ªmpico a la altura del de Simone Biles, a la que incluso lleg¨® a batir en competici¨®n. Una de las pocas en lograrlo. Pero una grave lesi¨®n de espalda y otras dos de hombros le hicieron dar un paso atr¨¢s. Y comenz¨® su calvario.

"Hubo un tiempo en el que estuve en la cima del mundo con aspiraciones ol¨ªmpicas. Era invencible. Hasta que dej¨¦ de serlo¡±, explica Ohashi, que hace poco m¨¢s de un mes sorprendi¨® al mundo entero con una rutina perfecta que le vali¨® para conducir a la Universidad de UCLA al campeonato universitario. Una actuaci¨®n memorable que le vali¨® un 10 a ritmo de Earth, Wind and Fire, Janet y Michael Jackson, y Tina Turner. Un regreso por la puerta grande con el que volv¨ªa a saborear las mieles del ¨¦xito.

Pero hasta recuperar la sonrisa, la gimnasta estadounidense de 21 a?os, ha tenido que transitar por terrenos quebradizos. ¡°Cuando era peque?a ten¨ªa una ilusi¨®n enorme y disfrutaba de cada minuto y cada segundo. Parec¨ªa que nada me pod¨ªa parar. La gimnasia era mi vida y crec¨ª so?ando con triunfos y medallas. Pero mi espalda fall¨®. Y me hund¨ª¡±, asegura Ohashi, que se sumergi¨® en una ¨¦poca oscura.

Un p¨¢jaro que no pod¨ªa volar

¡°Nadie sab¨ªa por lo que estaba pasando y nuca me sent¨ª capaz de compartirlo. Me compararon con un p¨¢jaro que no pod¨ªa volar y no pod¨ªa aceptar mi realidad. Me odi¨¦ a mi misma. No logr¨¦ sentirme mejor hasta que conoc¨ª a mi entrenadora, Valorie Kondos Field. Gracias a ella recuper¨¦ la alegr¨ªa y volv¨ª amar el deporte otra vez porque encontr¨¦ nuevos retos y me marqu¨¦ otros objetivos¡±, confiesa quien una vez se vio en lo m¨¢s alto.

"Vuelvo a ser feliz y no tiene nada que ver con estar estar en un podio o conseguir medallas. Tiene que ver con transitar por la vida con una sonrisa en la cara y estar orgullosa de lo que hago¡±, concluye.