Si existiera una forma de agresi¨®n social invisible y perfecta, ser¨ªa la invasi¨®n del territorio personal. Lo que los expertos en comunicaci¨®n no verbal han dado en llamar ¡°burbuja personal¡± o emocional ha de ser un espacio infranqueable. Atravesar esta l¨ªnea o tocar al otro podr¨ªan generar una hecatombe de emociones con consecuencias negativas para la persona que se siente invadida.

Solo si te dan paso podr¨¢s atravesar esa frontera invisible sin resultar agobiante o intimidatorio. ¡°Esto sucede entre personas que se conocen o entre las que existe cierta confianza¡±, explica Mart¨ªn Ovejero, profesor de Comunicaci¨®n No Verbal. El experto se?ala la importancia de respetar una distancia considerada de seguridad a nivel de intimidad. ¡°De lo contrario, nuestras relaciones sociales se pueden ver afectadas. La otra persona querr¨¢ abandonar cuanto antes nuestra compa?¨ªa, lo que llevado al ¨¢mbito personal o profesional ser¨¢ muy negativo¡±.

El tama?o de la burbuja va a depender mucho de la personalidad de cada persona. "Aquellas con un comportamiento m¨¢s extrovertido tendr¨¢n una burbuja m¨¢s peque?a y les importar¨¢ menos que se acerquen para hablarles; sin embargo, los que tiendan a ser m¨¢s introvertidos tendr¨¢n una burbuja mayor y convendr¨¢ respetarles en esa distancia de seguridad que necesitan para sentirse c¨®modos¡±, asegura Ovejero.

Que alguien nos toque sin permiso tiene consecuencias que se acusar¨¢n f¨ªsicamente de forma inmediata a trav¨¦s de mecanismos de huida ¡°como un retroceso corporal, un corte en el habla o su ralentizaci¨®n¡±, aclara Mart¨ªn. Lo que en realidad sucede es que el cerebro, por unos instantes, se sorprende y est¨¢ valorando la situaci¨®n. Adem¨¢s, ¡°podr¨ªa incluso exteriorizarse en el rostro con una expresi¨®n de enfado, asco, desprecio, o miedo¡±. Ovejero cita algunas de las microexpresiones universales que se producen de forma inconsciente y son imposibles de falsear, porque no son racionales, sino que proceden de nuestro sistema emocional.

Por qu¨¦ nos resulta tan molesto

Esta l¨ªnea de explicaci¨®n coincide con la teor¨ªa del ¡°secuestro emocional¡± o ¡°secuestro de la am¨ªgdala¡±, que explica las reacciones inmediatas e instintivas de nuestro sistema l¨ªmbico, o cerebro emocional, ante algunas situaciones que le hacen estallar y desembocan en el bloqueo de la persona. Este t¨¦rmino, acu?ado por primera vez por el padre de la inteligencia emocional Daniel Goleman, es un fen¨®meno bien conocido. Joe Navarro, t¨¦cnico en la materia del lenguaje corporal y muy conocido internacionalmente por su best seller El cuerpo habla (Sirio, 2010), lo explica as¨ª: ¡°Se trata de una perturbaci¨®n de la actividad neuronal que sirve para protegernos y nos prepara para comportamientos de supervivencia como el quedarnos paralizados en el sitio, el distanciamiento o la huida¡±. Cualquiera de estas tres opciones, consecuencia de la invasi¨®n de nuestro espacio ¨ªntimo, ¡°nos aleja de nuestro pensamiento normal y procesamiento cognitivo, y nos deja desconcertados¡±. Sus consecuencias pueden ser tan desastrosas como ¡°una inquietud emocional que puede durarnos hasta media hora¡±, y que llega a alterar nuestras capacidades cognitivas y fisiol¨®gicas a nivel de memoria o control muscular.

Ovejero, por su parte, opina que este secuestro l¨ªmbico ¡°podr¨ªa producirse, pero la invasi¨®n habr¨ªa de ser excesiva¡±. El profesor de comunicaci¨®n no verbal incluso refiere amenaza f¨ªsica o sexual, como pudiera ocurrir, por ejemplo, ¡°si se toca el cuello de la otra persona inesperadamente, o se la atrae cogi¨¦ndola de la cintura¡±. La reacci¨®n en este caso podr¨ªa ser el bloqueo del que habla Navarro, pero tambi¨¦n el responder con un ataque. ¡°La reacci¨®n podr¨ªa ser agresiva a trav¨¦s de un empuj¨®n, un manotazo, o alzando la voz para que el otro pare. Cada persona es un mundo¡±.

El acercamiento correcto

Para evitar situaciones violentas. ?cu¨¢les ser¨ªan las maniobras de acercamiento ideales? ¡°Comencemos con m¨¢s distancia y veamos si la otra persona se aproxima m¨¢s o no; o bien, antes de comenzar nuestra conversaci¨®n, fij¨¦monos en las distancias que guarda con otras personas¡±, aconseja. O lo que es lo mismo: ¡°Demos la distancia que a la otra persona tambi¨¦n le gusta dar¡±.

No hacerlo as¨ª dar¨ªa una mala imagen de nosotros mismos, e incluso nos podr¨ªa hacer parecer unos babosos, habida cuenta de la siguiente m¨¢xima: ¡°Nos acercamos m¨¢s a lo que nos gusta y nos alejamos de lo que nos disgusta¡±, seg¨²n el experto. Pero no seamos mal pensados, porque esto no se aplica s¨®lo al ¨¢mbito sexual, ¡°sino tambi¨¦n cuando la conversaci¨®n con nuestro interlocutor nos resulta m¨¢s afable o nos encontramos m¨¢s en sinton¨ªa con esa persona¡±.

Un paso m¨¢s all¨¢ del acercamiento, y por tanto con un grado mayor de susceptibilidad, estar¨ªa el tocar al otro. En este caso es importante, como aconseja Mart¨ªn Ovejero, solo ¡°tocar si te tocan¡±. Aqu¨ª est¨¢ claro que uno podr¨ªa decir: ¡°pues como los dos pensemos lo mismo, aqu¨ª no se toca nadie¡±. En tal caso, ¡°ampliemos nuestro foco de atenci¨®n a otras se?ales que ser¨¢n indicativas de que se puede aceptar de mejor grado el contacto f¨ªsico: prolongaci¨®n de la mirada directa a los ojos, distancias cortas, o habla m¨¢s r¨¢pida¡±. Todos estos son indicadores de personas extrovertidas que admitir¨¢n mejor el contacto f¨ªsico.