Un respiro para los Mavs: Doncic tumba a Curry
Tras un esfuerzo sobrehumano, Doncic alcanza una nueva dimensi¨®n ante Curry y permite a los Mavs volver a ganar tras cuatro derrotas consecutivas.


Hay cosas que s¨®lo pueden ser de otra manera y hay otras, como los Mavericks, que parecen abocados a ser exclusivamente de una manera. Eso es, al menos, lo que piensa un Jason Kidd que se niega a cambiar nada y cuya respuesta a las cr¨ªticas sobre el juego mon¨®tono y tan plano de su equipo ha sido, precisamente, llevar el ¨²nico estilo en el que cree hasta la m¨¢s absoluta extenuaci¨®n. Y as¨ª ha salido cara la moneda durante una noche, algo que no tiene por qu¨¦ darle la raz¨®n: los Mavs han ganado a los Warriors (116-113) en un patido en el que han acabado pidiendo la hora pero que llegaron a comandar por 17 puntos en un primer cuarto en el que salieron como un tiro (23-6 pasados los 6 minutos). Pero al final, una victoria que hace olvidar las cuatro derrotas consecutivas que dejaban a la franquicia por debajo del 50% (ahora, 10-10) tras menos de 20 partidos disputados, una sensaci¨®n muy mala tras pisar las finales de Conferencia hace unos meses. Con derrota, precisamente, ante estos Warriors (4-1).
Doncic se fue a 41 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias... y eso no tiene por qu¨¦ ser una buena noticia para los Mavericks. El sobrefuncionamiento de su estrella, usado hasta la extenuaci¨®n en un sistema del que es parte indispensable y que existe por obra y gracia de un Kidd que no quiere hacer otra cosa, es bueno mientras se sumen victorias y las piernas est¨¦n frescas, pero naufraga cuando la fatiga se acumula. Cada vez se pone m¨¢s de relieve la importancia que ten¨ªa Jalen Brunson a su lado, con un generador m¨¢s cuya mejor cualidad era ocupar la zona que se quedaba libre en torno a la l¨ªnea de tiros libres en los bloqueos que la intendencia pon¨ªa de forma constante a Doncic. Ya no existe ese perfil: Spencer Dinwiddie no puede hacer de Doncic (ni de Brunson) porque simplemente, es peor; y los triples, de repente, no entran como hace unos meses en una temporada en la que, recordemos, el equipo funcion¨® en su m¨¢xima extensi¨®n, una cualidad de la que no se puede hacer gala ya que, simplemente, no somos robots.
Al final, eso s¨ª, victoria: los Mavs, sin tirar de forma brillante de tres (menos del 35%) y por detr¨¢s en el marcador a menos de 7 minutos de la conclusi¨®n (103-104), tiraron de un coraje que s¨ª tienen y de una estrella que demasiado necesitan para cerrar el choque. Con 108-104 arriba, Kuminga y Curry volv¨ªan a darle la vuelta al luminoso con dos triples (108-110), pero Hardaway, a pase de Doncic, respond¨ªa. Josh Green, un revulsivo fant¨¢stico que gusta mucho a Kidd, convirti¨® junto a Doncic y el resultado, a trompicones, se apretaba con tiros libres para Dorian Finney-Smih (115-113). Pero solo anot¨® uno y dej¨® vivos a los Warriors: Klay Thompson, de vuelta a las andadas tras un contato de recuperaci¨®n (1 de 9 en tiros de campo y 1 de 6 en triples) fall¨® para forzar la pr¨®rroga y los locales respiraron de alivio. No era para menos.
Los Warriors, a trompicones, no pudieron conquistar Dallas, y eso que Curry se empe?¨® en enga?arnos y hacernos pensar que era posible: otro gran partido, esta vez de 32 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, un bonito duelo con Doncic y casi 38 minutos en pista (por 39 del esloveno). Los Warriors, la obviedad de un equipo mejor que los Mavericks (por talento, plantilla, proyecto, entrenador) a pesar de la derrota, crean un gran contraste muy visible: tienen un juego identificable, pero muchas m¨¢s variables. Jason Kidd se limita a darle el bal¨®n a Doncic para que acabe, penetre y habilite al triple o lea el pick and roll como nadie en la Liga, pero ya se sabe lo que va a hacer y lo predecible de un estilo que se sostuvo en la defensa el a?o pasado ha perdido figuras esenciales y no puede basarse siempre en las heroicidades de un Doncic estelar, pero que no puede anotar m¨¢s de 40 puntos todas las noches.
Para los de Steve Kerr, Kuminga y Lamb (14 y 11) aportaron desde el banquillo, mientras que Wiggins, Green y Looney llegaron a dobles d¨ªgitos en el equipo titular, pero la racha de tres victorias segudias se corta y el r¨¦cord vuelve ser del 50% (11-11). En los Mavs, Dinwiddie acab¨® expulsado (y con 14 puntos), Hardaway cuaj¨® una buena actuaci¨®n) y Josh Green aport¨® desde la segunda unidad (13). Eso s¨ª, lo de Christian Wood, al que Kidd no quiere pero al que Doncic se empe?a en buscar, sigue siendo un sainete del que los Mavs no consiguen salir: 4 puntos y 8 rebotes en menos de 26 minutos para ¨¦l, con una nbueva sentada en la fase final del encuentro. Al final, los emparejamientos de Jordan Poole o un Klay Thompson que no es el que fue no surtieron efecto contra Doncic y la producci¨®n del esloveno, enorm¨¦rrima, bast¨® a los Mavs. Pero, o algo cambian, o la situaci¨®n es insostenible. Veremos.