El plan radical de Barkley para no ir a los Sixers: engord¨® nueve kilos en 36 horas
El m¨ªtico ala-p¨ªvot no quer¨ªa ser seleccionado por los Sixers, que le hab¨ªan puesto un plan de peso para hacerse con ¨¦l. Intent¨® salt¨¢rselo, pero no funcion¨®.


Charles Barkley (62 a?os) es una de las grandes personalidades medi¨¢ticas del mundo NBA gracias a esa bocaza que siempre tuvo, tambi¨¦n cuando era jugador, y que desde hace a?os ha explotado en TNT, en el cl¨¢sico Inside The NBA en el que forma una pareja con Shaquille O¡¯Neal que, por encima de otras consideraciones, tienen claro lo que hay que hacer para dar que hablar. Y aprovechan su posici¨®n de leyendas de la NBA para soltar opiniones y comentarios que otros ni se plantear¨ªan hacer delante de las c¨¢maras.
Pero antes, en sus a?os en las pistas, Barkley fue uno de los mejores forwards de la historia de la NBA. Un tremendo cuatro (a veces tres-cuatro, hoy ser¨ªa claramente un cuatro) que no llegaba a dos metros pero era capaz de imponer su f¨ªsico para rebotear y abrirse camino en las zonas. Ya en la Universidad de Auburn (1981-84) su peso era un debate recurrente y un asunto llamativo. En Espa?a se le empez¨® a conocer como el gordo Barkley, pero, adem¨¢s de Sir Charles, en EE UU ten¨ªa apodos como The Bread Truck (el cami¨®n del pan) o The Round Mound of Rebound, algo as¨ª como el mont¨ªculo de los rebotes.
El caso es que Barkley fue MVP en 1993, el a?o en el que sus Suns se convirtieron en un reto superlativo para Michael Jordan, que tuvo que firmar una actuaci¨®n sobrehumana para que sus Bulls sellaran (2-4) el primer threepeat. En aquellas Finales, exigido al m¨¢ximo por los de Arizona, Jordan promedi¨® 41 puntos, 8,5 rebotes y 6,3 asistencias. Once veces all star, cinco en el Mejor Quinteto y, claro, integrante del Dream Team inolvidable de Barcelona 92 y tambi¨¦n, cuatro a?os despu¨¦s, del Team USA que gan¨® el oro en Atlanta 96. En su trayectoria NBA (1984-2000) promedi¨® casi 22 puntos,11,7 rebotes y casi 4 asistencias.
Barkley jug¨® en Phildelphia 76ers ocho a?os (1984-1992), su primera etapa NBA antes de ir a los Suns (y de acabar en los Rockets, donde busc¨® sin suerte el anillo que nunca pudo ganar). Fue n¨²mero 5 de un draft legendario, uno de los mejores de siempre: Hakeem Olajuwon fue n¨²mero 1, Michael Jordan n¨²mero 3, John Stockton 16¡ A priori, los Sixers parec¨ªan un excelente destino. Hab¨ªan ganado el a?o anterior m¨¢s de 50 partidos (52-30), aunque hab¨ªan terminado la temporada con un chasco en primera ronda (2-3) contra los Nets. Pero solo un a?o antes, en 1983, se hab¨ªan proclamado campeones con un equipo inolvidable, uno de los mejores de siempre: Moses Malone, Julius Erving, Maurice Cheeks, Bobby Jones, Andrew Toney¡ 65 victorias (65-17) y 12-1 en playoffs, con solo una derrota en la final del Este, contra los Bucks.
Sin embargo, Barkley no quer¨ªa ir a Philadelphia. Al principio s¨ª, e incluso se puso manos a la obra con la petici¨®n que le hab¨ªa hecho la franquicia. Si quer¨ªa ser drafteado por ellos, ten¨ªa que bajar a menos de 130 kilos, un peso que rondaba en Auburn y que no lo impidi¨® ser Jugador del A?o y MVP del torneo en la poderosa SEC. Cuando estaba manos a la obra, trabajando para llegar al baloncesto profesional en perfecta forma f¨ªsica, se enter¨® de que los Sixers, apretados en sus cuentas, iban a ofrecerle un contrato de solo 75.000 d¨®lares por temporada. Barkley, que se hab¨ªa puesto en 128 kilos antes de coger el vuelo a Philadelphia para entrenar con los Sixers antes del draft, mont¨® en c¨®lera cuando recibi¨® esa informaci¨®n de su agente: ¡°T¨ªo, no me voy de la universidad por 75.000 d¨®lares¡±. Su agente asumi¨® que las cosas pod¨ªan ponerse feas: ¡°Pues tenemos un problema, porque adem¨¢s has logrado el objetivo de peso que te pusieron¡±. Y Barkley tuvo ah¨ª la que consider¨® su gran idea: ¡°Pues no lo superar¨¦¡±.
Y se puso a ello: a?os despu¨¦s cont¨® que en las siguientes 36 horas engord¨® casi 9 kilos se puso cerca de la frontera de los 140. Con eso, pens¨®, los Sixers se desanimar¨ªan e ir¨ªan por otro camino en el draft. Pero no, lo draftearon con su pick 5.
?l lo cont¨® as¨ª: ¡°Entonces el salary cap ten¨ªa techo duro, no hab¨ªa excepciones para sobrepasarlo. Yo hab¨ªa estado tres a?os en la universidad, y en ese tiempo estaba gordo. Esa es la verdad. Cuando vi lo que me iban a pagar los Sixers, pens¨¦ en engordar m¨¢s para que se enfadaran y no me eligieran. Fui a Dennys y me met¨ª como dos desayunos Grand Slam. Despu¨¦s fui a almorzar y me com¨ª dos s¨¢ndwiches de barbacoa, y por la noche fui a un asador. Al d¨ªa siguiente, igual¡ hasta que vol¨¦ a Philadelphia. El propietario, cuando me vio, me llam¨® todo lo que se te pueda ocurrir: gordo y todo lo dem¨¢s. Pensaba que no me iban a seleccionar. Si ves mi cara cuando David Stern dijo mi nombre en ese pick 5 era como ¡¯oh, mierda¡®. Ahora veo las im¨¢genes, yo por ah¨ª con ese traje burdeos horroroso¡ todo el mundo era feliz, todos menos Charles Barkley. Pero acab¨® siendo genial para m¨ª, todo fue bien y fue sobre todo gracias a Moses Malone¡±.
El inicio de una trayectoria legendaria
En Philadelphia, las cosas empezaron a arreglarse pronto. Su gran nivel en la Liga de Verano hizo que los Sixers se dieran cuenta de que ten¨ªan que subir su oferta, y se pusieron a pensar en traspasos para aligerar lo m¨¢s posible sus cuentas: ¡°Entonces se jugaba en Princeton, New Jersey. Y yo sal¨ªa a la pista y me dedicaba a rebotear como si estuviera pose¨ªdo. No paraba de correr, saltar, hacer mates¡ de todo¡±. Finalmente, la franquicia traspas¨® a dos jugadores y Barkley firm¨® un primer contrato que, finalmente, fue de cuatro a?os y 2 millones de d¨®lares.
Barkley debut¨® en un equipo en el que todav¨ªa estaba Moses Malone, que se convirti¨® en su mentor. Hizo entrenamientos especiales con ¨¦l todos los d¨ªas y cada vez que bajaba cinco kilos, Malone le animaba a perder otros cinco. As¨ª hasta que se puso en la zona de los 110, el peso con el que jug¨® a su mejor nivel en la NBA: ¡°Cuando empec¨¦ en la NBA, me cost¨® de verdad. Jugaba poco, as¨ª que un d¨ªa cog¨ª a Moses, me lo llev¨¦ a una esquina y le pregunt¨¦ que qu¨¦ cre¨ªa ¨¦l que estaba pasando. ?l me mir¨® de arriba abajo y me dijo ¡¯eres gordo y vago, eso es lo que est¨¢ pasando. No puedes jugar al baloncesto si no est¨¢s en forma¡¯. Luego me ayud¨® todo el tiempo y nunca presumi¨® ni dijo nada. Otros aprovechan esas cosas para ponerse la medalla y atribuirse todo el m¨¦rito. Pero Moses no, ¨¦l no dec¨ªa nada del trabajo que hac¨ªa conmigo. A nadie, y eso era lo mejor con ¨¦l".
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