El peligro vivido por Ponitka en el Zenit: operado a destiempo de una severa infecci¨®n
Mateusz Ponitka, alero de la selecci¨®n polaca, ha explicado la situaci¨®n l¨ªmite por la que ha pasado este a?o en tierras rusas sin casi darse cuenta.


Mateusz Ponitka est¨¢ reencontrando poco a poco su sitio despu¨¦s de un a?o de perros. El jugador acaba de firmar un contrato temporal con el Reggio Emilia, equipo de la liga italiana, para los pr¨®ximos tres meses. Para un jugador que cae directamente de la Euroliga puede ser considerado como un importante paso atr¨¢s, pero en el caso de este exACB lo importante es situarse de nuevo en un plano en el que pueda ser feliz jugando al baloncesto. Son demasiadas piedras en el camino del 2022 para un jugador que era, hasta hace poco, un jugador asentado en el m¨¢s alto nivel continental. Desde su nuevo destino buscar¨¢ volver all¨ª. Antes toca el EuroBasket, otra oportunidad para cazar las miradas de los clubes m¨¢s selectos, mientras trata de recomponer su figura.
Hablamos de un jugador que lleva a la espalda dos golpes medi¨¢ticos muy severos. Se ha minado su figura como l¨ªder de la selecci¨®n polaca y estrella a nivel europeo. Y eso no ha sido lo peor.
Cuando estall¨® la guerra en Ucrania por la invasi¨®n de Rusia, los tres equipos de la Euroliga vieron r¨¢pidamente como algunos de sus jugadores abandonaban la disciplina para volver a sus pa¨ªses de origen. Ponitka, en el Zenit, se march¨® a casa pero volvi¨® al poco tiempo. El club, incluso, hizo un comunicado catalogando la huida espor¨¢dica de sus jugadores como un periodo vacacional, sin vincularlo a la guerra por la que estaban a punto de ser expulsados por la Euroliga para, de momento, no volver. Ese regreso a Rusia perteneciendo a un pa¨ªs como Polonia, perfecto conocedor del papel geopol¨ªtico de Rusia y de la peligrosidad de ese movimiento militar, le vali¨® una reprimenda de Mar?in Gortat, el jugador polaco m¨¢s importante de este siglo. El exNBA acus¨® a Mateusz de ser ¡°un individualista¡±: ¡°Siempre camin¨® por sus propios caminos. Es triste que sea el capit¨¢n de nuestro equipo. Hay que recordar que el brazalete de capit¨¢n se lo dio el presidente. Ahora recoge doblemente las cr¨ªticas por desempe?ar tal funci¨®n¡±. Tras el esc¨¢ndalo en su pa¨ªs natal, intent¨® arreglarlo con un comunicado y y¨¦ndose definitivamente del equipo. Pero no quedar¨ªan ah¨ª las cr¨ªticas. Este verano, en la concentraci¨®n de Polonia, el que se ha tirado a su cuello ha sido su propio hermano Marcel, recientemente fichado por el Zaragoza. Mateusz es acusado directamente de influir en los descartes de la convocatoria, como fue el caso de un Marcel que dej¨® claro que no ten¨ªa ¡°nada que esconder¡±: ¡°Me dijeron que el entrenador no ten¨ªa ning¨²n problema y que Mateusz no me aceptaba en el equipo ni ve¨ªa posibilidad de trabajar conmigo. Y creo que esa falta de adaptaci¨®n no s¨®lo ha sucedido en mi caso. No s¨¦ por qu¨¦ Mateusz me desacredita continuamente y se interpone en el camino que sigo en mi carrera. Deber¨ªa sentarse y tener una charla de t¨² a t¨² en vez de jugar as¨ª a mis espaldas¡±. Esto, de nuevo, no es lo grave.
Para ver lo que m¨¢s ha atormentado a Mateusz Ponitka este a?o hay que viajar al primer mes del a?o. Este mal recuerdo lo ha detallado en Basket News con Giorgos Kyriakidis.
Ponitka se llev¨® un golpazo en la nariz durante un entrenamiento con el Zenit de San Petersburgo el 26 de enero. Estaban a punto de recibir al Efes. Pas¨® por el hospital y disput¨® el partido, aunque no recuerda nada del mismo. Seg¨²n cuenta tambi¨¦n, un viaje posterior cambi¨® su estatus. Primero fueron a Vitoria a jugar con el Baskonia. La baja temperatura en Rusia hab¨ªa mantenido oculto el dolor, que s¨ª se acrecent¨® al llegar a Espa?a. ¡°No puede jugar ese d¨ªa. Estaba sangrando todo el rato y hab¨ªa pasado una ma?ana horrible¡±, dice. El doble enfrentamiento semanal llevaba a un segundo encuentro en la capital del pa¨ªs. Los m¨¦dicos del Real Madrid, ante la queja ostensible del jugador, le inspeccionaron y recomendaron que pasara inmediatamente por el quir¨®fano. ¡°El ¨¢rea nasal no paraba de emanar. No pod¨ªa respirar ni dormir y llevaba ya dos d¨ªas as¨ª. Y me pusieron en la cama del hospital¡±, a?ade. El polaco recibi¨® despu¨¦s un diagn¨®stico que no esperaba: ¡°La doctora me dijo: ¡®Mira, est¨¢ aqu¨ª tu mujer y es buen momento para dec¨ªrtelo. En los tres d¨ªas siguientes podr¨ªas haber tenido una infecci¨®n completa de la nariz, que ya est¨¢ cerca del cerebro. Cuando hubiera empezado la sepsis, habr¨ªa empezado tu muerte. En tres d¨ªas m¨¢s podr¨ªas haber fallecido¡¯. ?sas fueron sus palabras, no las m¨ªas¡±. Mateusz parece, pese a ello, haber pasado p¨¢gina: ¡°Tampoco quiero apuntar a nadie con el dedo, pero se cometieron muchos errores¡±. Despu¨¦s de las tres semanas de recuperaci¨®n tras operarse lleg¨® el par¨®n mencionado por la guerra y su temporada y parte de su carrera se fueron al traste.
A sus 28 a?os Mateusz Ponitka tiene en su historial etapas, adem¨¢s en el conjunto ruso, en el Lokomotiv Kuban, el Pinar Karsiyaka, el Zielona G¨®ra o el Canarias. Lleva siendo un fijo de Polonia desde 2012. Este a?o disputar¨¢ el campeonato europeo con su selecci¨®n, encuadrada en el grupo D del mismo.