El 'big-three' reina en medio de la verg¨¹enza
Harden, Durant e Irving firman su mejor actuaci¨®n conjunta para dejar la serie en un casi definitivo 3 a 1. Un 'botellazo' a Kyrie marca el final del duelo.


El p¨²blico vuelve a los estadios y, lo que deber¨ªa ser un torrente constante de buenas noticias, se est¨¢ convirtiendo en una retah¨ªla de titulares vergonzantes. En la serie entre New York Knicks y Atlanta Hawks, un aficionado fue expulsado por escupir a Trae Young. En la de Washington Wizards y Philadelphia 76ers, fue un "palomitazo" a Russell Westbrook el causante de la sanci¨®n. Y, en la de Utah Jazz y Memphis Grizzlies, otros tres fueron apartados del pabell¨®n tras insultar, de forma racista, a JA Morant. Una tras otra, las acciones se han ido sucediendo. Cada una, m¨¢s nefasta que la anterior. Y lo peor es que no parece que la situaci¨®n vaya a parar. Esta madrugada, un Garden repleto, sin ning¨²n tipo de restricci¨®n ni limitaci¨®n por el coronavirus, aguardaba lo que pod¨ªa ser una aut¨¦ntica fiesta. Los Celtics, impulsados por su ¨²ltima victoria en la serie, llegaban con la esperanza de empatarla y de demostrar, con ello, el lado humano de los todopoderosos Nets. Todo se trunc¨®, deportiva y extradeportivamente hablando. Con un 126 a 141 final sin paliativos y con un 'botellazo' a Kyrie Irving que no le lleg¨® a tocar, pero que suma un episodio m¨¢s a la triste lista inicial.
"Los aficionados tienen que crecer de una p... vez. S¨¦ que estar en casa durante un a?o y medio con la pandemia ha puesto a mucha gente nerviosa y estresada, deben darse cuenta: estos hombres son humanos. No somos animales. No estamos en el circo", declaraba Durant tras el partido. Kyrie, por su parte, atribu¨ªa la situaci¨®n al "racismo subyacente (que hab¨ªa denunciado hace escasos d¨ªas), que lleva a tratar a las personas como si estuvieran en un zool¨®gico humano". La tensi¨®n era palpable desde el inicio, con abucheos e insultos dedicados a un Irving que, adem¨¢s, se dirigi¨® al centro de la pista para pisar, vehementemente y de forma premeditada, el logo de la franquicia. Para la relaci¨®n entre el base de los Nets y los aficionados de Boston, la serie era un combo explosivo que, al final, ha terminado explotando de la peor forma posible. Tras el incidente, la retransmisi¨®n, en primera instancia, mostr¨® a Irving y a su compa?ero Tyler Johnson mirando hacia las gradas, se?alando al culpable. Posteriormente, fue detenido, vestido con una camiseta de Kevin Garentt (al que no hace honor), y tendr¨¢ vetada la entrada al pabell¨®n de por vida.

En medio de la verg¨¹enza, el big-three rein¨® como nunca. Con la versi¨®n m¨¢s indefendible de Kevin Durant, que sum¨® 42 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias; un Harden que llev¨® hasta el l¨ªmite su rol de organizador m¨¢s puro, con 18 asistencias, adem¨¢s de otros 23 tantos y 5 atajadas; y un Kyrie extramotivado, queriendo ser protagonista y desquit¨¢ndose de sus actuaciones anteriores, m¨¢s flojas que las de sus compa?eros de tridente (16 puntos en 6 de 17 aciertos en la derrota del viernes). Crossovers, gran juego de pick and roll, aceleraciones, frenazos y repertorio completo para el base, que tambi¨¦n quer¨ªa dejar un mensaje en el que podr¨ªa ser el ¨²ltimo partido de la eliminatoria en el Garden.
El 'big-three' ya hace historia
Con todo ello, la ilusi¨®n inicial fue fugaz para los locales. Resistieron en el primer cuarto (34-33), para m¨¢s crueldad posterior, pero se vieron arrollados en un segundo parcial monopolizado por los de Brooklyn. Dominaron por dentro (42 puntos en la pintura por 35), por fuera y con unos porcentajes de acierto que parecen de ciencia ficci¨®n: 59,3% desde el triple y 57,8% en tiros de campo. En suma, 104 puntos para el big-three (solamente 22 menos que los totales de Boston) que les llevan a alcanzar el r¨¦cord en playoffs de anotaci¨®n conjunta para tres compa?eros de equipo, establecido, precisamente, por John Havlicek, Jo Jo White y Dave Cowens de Boston en 1973 e igualado en 1986 por Dominique Wilkins, Randy Whitman y Spud Webb. En lo que va de serie, promedian, entre los tres, 85,9 puntos, con porcentajes apabullantes. KD, 56/46/91%; Harden, 55/46/91% e Iving, 47/38/100%.
Si para los Celtics la heroicidad ya era de manual, antes del partido llegaba el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Kemba Walker y Robert Williams III no estaban disponibles. Para Jayson Tatum, mensaje claro: volver a hacer posible lo imposible. Y lo intent¨®. No lleg¨® a los 50 puntos del play-in frente a Wahington o del tercer partido de la serie, pero se qued¨® en unos 40 que, pese a la derrota, cargan de argumentos el futuro de Boston. Seguramente, m¨¢s mancillado de lo que realmente est¨¢, a causa de todos los contratiempos de la temporada, y acuciado por la necesidad de alcanzar la gloria tras quedarse tantas veces seguidas en su puerta. Marcus Smart, que sali¨® al paso para defender la imagen del resto de sus aficionados, "una mala semilla no significa que toda la fruta est¨¦ envenenada", acompa?¨® en el impulso, con un notable 16+6+9, pero tambi¨¦n insuficiente. Como los otros 16 tantos de Fournier o los 12 de Payton Pritchard. Contrarrestar al big-three requiere de m¨¢s y, con el 3 a 1, parece dif¨ªcil que pueda llegar, por muy tocado que haya quedado el orgullo verde; pero esto es la NBA. El martes, vida extra o ca¨ªda definitiva.