Los Lakers ven la luz: Davis vuela y Chris Paul se resiente
Con un Davis otra vez espectacular, los angelinos se adelantan en la serie. Chris Paul se resinti¨® de sus problemas en el hombro y estuvo ausente en el final del duelo.


Los Lakers no jugaban un partido de playoffs en el Staples Center desde 2013. Y no ganaban uno desde el a?o anterior. La traves¨ªa en el desierto de la franquicia, que pas¨® despu¨¦s de aquello por la peor etapa de su historia, finaliz¨® el a?o pasado, pero en la burbuja de Orlando y no en la ciudad de Los Angeles. Ahora, con una menor incidencia de la pandemia, los equipos vuelven a jugar en sus pistas y ante su p¨²blico, y el glamour de Hollywood vuelve a brillar de una manera especial, irradiando una luz mucho mayor que la que el hermano malo, los Clippers, han mostrado en estos playoffs. Los Lakers ganaron a los Suns con cierta superioridad, controlaron el partido de inicio a fin, explotaron en la segunda parte y controlaron un final perezoso en el que sus rivales se acercaron, pero no dieron la sensaci¨®n de poder remontar. El equipo angelino pone el 2-1 en la eliminatoria, aleja los fantasmas del primer partido y sube el nivel con un Anthony Davis imperial. Y los Suns certifican lo que ya sab¨ªan, un secreto a voces que es tambi¨¦n una verdad objetiva: sin Chris Paul, imposible.
El base, que se lesion¨® del hombro durante el segundo asalto, fue titular y tuvo su papel en la primera mitad, pero se resinti¨® en la segunda, en la que solo disput¨® ocho minutos, poco m¨¢s de dos en el ¨²ltimo cuarto. Y se not¨® que no est¨¢ a su nivel: 7 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, pero solo 8 tiros intentados y un -20 con ¨¦l en pista. Es el factor diferencial de su equipo y la llave para resolver una eliminatoria que los Lakers tienen ahora de cara: si ganan el siguiente encuentro en casa se pondr¨ªan 3-1 arriba, una losa muy grande para los inexpertos Suns, que no pueden contar al 100% con el ¨²nico rayo de veteran¨ªa de su plantilla, ese Chris Paul al que siempre le pasa algo, ya sea en Hornets, Clippers, Rockets o Thunder. Tampoco en Phoenix se ha librado de esa peque?a dosis de mala suerte que le ha acompa?ado durante toda su carrera y que le hace caer presa de sus eternos problemas f¨ªsicos justo en el momento de la verdad y tras una temporada en la que los hab¨ªa esquivado de forma casi extra?a. Desde luego, ese gafe ha lastrado a uno de los mejores de siempre, y eso se ve a la hora de la verdad: sin anillos, sin Finales y con una sola final de Conferencia en su carrera, en 2018. Donde se lesion¨® en el quinto partido de la eliminatoria, claro. Un no parar.
En el partido, los Suns aguantaron hasta el descanso (43-40), tras un segundo cuarto con poqu¨ªsimo puntos (16-12 para Lakers). Fue un toma y daca constante lleno de errores (y p¨¦rdidas, 17 de Phoenix y 20 de los angelinos) para ambos equipos, que cambiaron de liderato en el marcador hasta en nueve ocasiones y tuvieron nueve empates. En el tercer cuarto, el encuentro se rompi¨® finalmente a favor de los locales, envalentonados por un p¨²blico siempre fr¨ªo pero un banquillo muy caliente, con mucha qu¨ªmica y conexi¨®n. Ah¨ª hizo su aparici¨®n Anthony Davis, que anot¨® 18 puntos en esos 12 minutos, incluidos los 9 con los que se cerr¨® el cuarto. Una muestra de poder¨ªo dentro de otra exhibici¨®n espectacular, la segunda consecutiva: 34 puntos y 11 rebotes, con 11 de 22 en tiros de campo y acudiendo, una vez m¨¢s, mucho a la personal, con 14 intentos para 12 aciertos.
Una reacci¨®n tard¨ªa
Los Suns lo intentaron al final y se llegaron a colocar a menos de 10 puntos, concretamente a ocho, gracias a tres triples consecutivos de Cameron Payne (de nuevo, gran actuaci¨®n en sustituci¨®n de Paul) y uno de Jae Crowder, que por fin convirti¨® tras otro desastre desde el lanzamiento: en el partido, 1 de 7 en triples; en el acumulado de la serie, 2 de 20. Un bochorno de fallos en tiros abiertos que no da ninguna posibilidad a los Suns, que no pasaron de la barrera de esos ocho tantos y se quedaron por el camino de una remontada que nunca dio la sensaci¨®n que pudiera darse. Antes de eso, DeAndre Ayton volvi¨® a ser un martillo pil¨®n en la zona (22+11, con 11 de 15 en tiros de campo), y el ya mencionado Cameron Payne (15 puntos) puso algo de emoci¨®n junto a Torrey Craig (11). Pero todo fue insuficiente ante un equipo completa y netamente superior, siempre y cuando Chris Paul siga como est¨¢ ahora mismo.
El partido se cerr¨® desde la personal y con las expulsiones de Devin Booker (19 puntos, pero 6 de 19 en tiros) y el propio Crowder, que se dej¨® llevar por los nervios. La buena noticia para los Lakers es que todav¨ªa no han tenido la versi¨®n m¨¢s monstruosa de LeBron James, que camino de los 37 a?os sigue con su incesante lucha contra la historia y el tiempo. Hoy, con momentos de brillantez, se ha ido a 21 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias, una actuaci¨®n extraordinaria para cualquiera y algo discreta para ¨¦l, acostumbrado a cosas que rozan la divinidad. Y entre ambas estrellas, un buen trabajo de Kyle Kuzma bajo los tableros (8+10), buenos minutos defensivos de Alex Caruso y Marc Gasol, menos participaci¨®n pero m¨¢s efectiva de Andre Drummond (6+11), y, otra vez, un gran Dennis Schr?der, que finaliz¨® con 20 puntos y decidi¨® en los momentos calientes. Los Lakers se ponen 2-1 y ven la luz, aprietan el acelerador y se acercan al objetivo de pasar de ronda. Algo que, sin Chris Paul, tienen muchas posibilidades de hacer. Ya lo dijo Phil Jackson, los playoffs los deciden el talento y la suerte. Y la mala suerte. Que, en el caso del espectacular base, es notoria. Cosas que pasan.