El martillo pil¨®n de los Nets deja tiritando el proyecto de Boston
Durant se fue a 26 puntos, Harris a 25, los Nets a 41 en el primer cuarto, Tatum se lesion¨®... la serie pone rumbo a Boston con 0-2 y los Celtics tocados. Y casi hundidos.


Lo bueno para los Celtics, si es que podemos quedarnos con semejante consideraci¨®n, es que ya va quedando menos. La temporada verde se acerca a su final y m¨¢s de un simpatizante va a sentirse agradecido. Nueva derrota ante los Nets, esta vez sin mostrar la resistencia del duelo inicial, y rumbo a Boston con 2-0 abajo, una losa demasiado grande para un equipo que, este a?o, ha sido demasiado peque?o. En el pasado m¨¢s reciente, m¨¢s de uno habr¨ªa considerado que la fortaleza hist¨®rica mostrada en el Garden, que se ha alargado en la era de Brad Stevens, podr¨ªa igualar la serie. Sin embargo, parece poco probable que este a?o se pueda dar una machada que no esperan ni aficionados, ni analistas, ni rivales, ni, por supuesto, los propios Celtics, que han perdido el brillo que mostraban por obra y gracia de Brad Stevens y ahora van sin rumbo ni direcci¨®n, hacia un verano en el que habr¨¢ muchas reflexiones. Y ya veremos si cambios.
De momento, siguen inmersos en una serie a la que han llegado play-in mediante, contra el ogro al que nadie se quer¨ªa enfrentar y la n¨¦mesis de Kyrie Irving, ese hombre que zarande¨® lo que parec¨ªa un proyecto que iba a acabar en anillo. La culpa no ha sido solo suya, ni tampoco de Stevens; quiz¨¢ tenga m¨¢s responsabilidad Danny Ainge, que ha perdido el aura de buen directivo y el hype que permiti¨® a los Celtics ganar el anillo de 2008 y construir de entre las cenizas un nuevo equipo con aspiraciones, uno que ha disputado tres finales de Conferencia en los ¨²ltimos cuatro a?os... sin suerte, claro. En 2013, Ainge fue el responsable de mandar a Kevin Garnett, Paul Pierce, Jason Terry y compa?¨ªa a los Nets, a cambio de una infinidad de rondas del draft que le permitieron reconstruir. Hoy, el equipo hipotecado con dicho movimiento, con sede en Brooklyn, est¨¢ a dos victorias de eliminar al que se aprovech¨® de la avaricia y la ley del m¨ªnimo esfuerzo de ese magnate de apellido Pr¨®jorov. C¨®mo cambian las cosas.
En el segundo partido de la serie, la historia ha sido distinta a la del primero. Los Nets anotaron 40, 31 y 38 puntos en los tres primeros cuartos, esta vez sin ninguna resistencia de sus rivales, y ya ten¨ªan sentenciado el partido al descanso. La serie de lanzamiento del equipo de Steve Nash fue espectacular: por encima del 50% en tiros de campo, con casi un 45% en triples y con m¨¢s del 90% en tiros libres. Los Nets tuvieron hasta seis jugadores por encima de la decena de puntos, atraparon m¨¢s rebotes y dieron m¨¢s asistencias que sus rivales, y se permitieron el lujo de dar descanso total a Kevin Durant y Kyrie Irving en los ¨²ltimos 12 minutos de encuentro, de los que James Harden disput¨® menos de cinco. Poco esfuerzo y mucho beneficio para el m¨¢ximo favorito al t¨ªtulo, que sale reforzado de una serie en la que aguant¨® el tir¨®n de los envalentonados Celtics en el duelo inicial, y que se ha paseado en el segundo, ya sin convicci¨®n de los verdes. Y todo demostrando un hecho diferencial que es puramente objetivo: que son neta y completamente mejores. No hay m¨¢s.
La lesi¨®n de Tatum y los puntos de Durant
Para rizar m¨¢s el rizo, la mala suerte se ceb¨® con los Celtics cuando Jayson Tatum recibi¨® un golpe en su ojo derecho durante el tercer cuarto. Viendo el resultado y c¨®mo iba el tema, se decidi¨® que la estrella no volver¨ªa a pista; antes, apenas 9 puntos con 3 de 12 en tiros de campo y un -28 con ¨¦l en pista, un desastre constante acorde al del resto de sus compa?eros. Lo m¨¢s probable es que Tatum regrese a la actividad en Boston, en un tercer partido que marcar¨¢ la supervivencia c¨¦ltica o el final adelantado, pero tendr¨¢ que ser en una versi¨®n radicalmente distinta a la mostrada en los dos primeros partidos de la serie: en el primero, recordemos, fueron 22 tantos con un 6 de 20 en el lanzamiento. Desde luego, est¨¢ muy lejos de su mejor nivel. En el resto del equipo de Brad Stevens, no hubo demasiado brillo, algo imposible viendo el abultado marcador final y la deriva que llevaba el choque: Evan Fournier (16 puntos, con 4 de 5 en triples) y Tristan Thompson (15+11) fueron las mejores noticias verdes, adem¨¢s de los est¨¦riles puntos de Marcus Smart (5 de 8 en triples, para 19) y Kemba Walker (17). Pero todo lleg¨® tarde y mal y solo en los primeros minutos hubo una t¨®nica de igualdad que no tuvo ni duraci¨®n ni continuidad.
En los Nets sumaron todos: Kevin Durant fue el m¨¢ximo anotador con 26 puntos, 8 de 12 en tiros de campo y 2 de 2 en triples. Joe Harris se fue a 25 en otra gran serie de lanzamiento (9 de 14, con 7 de 10 en triples, espectacular), Blake Griffin sum¨® 11 (4 de 6), Kyrie Irving 15 sin grandes alardes (con 6 rebotes y 6 asistencias), James Harden 20 (con 5 y 7), Landry Shamet 10... Un poco de todo para un equipo que no parece excesivamente preocupado por nada y que muestra la superioridad que ya se le presupon¨ªa, con un big three que casi no ha coincidido pero que est¨¢ demostrando que no tiene ning¨²n problema en hacerlo. Ahora, Boston espera a Kyrie y a los todopoderosos Nets, que con una victoria en el Garden aseguran de forma casi total un pase con el que todo el mundo cuenta. Tambi¨¦n los Celtics, que tras un primer asalto dign¨ªsimo no parecen creer en la remontada. Ni ellos ni nadie. Una temporada larga, poco fruct¨ªfera, muy dolorosa y que deja un proyecto prometedor pendiendo de un hilo. Lo dicho, ya va quedando menos. Y esa es, por desgracia, la mejor noticia para los Celtics, un equipo a la deriva.