Triple-doble hist¨®rico de Doncic y descenso virtual del Betis
El base sum¨® 17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias para 42 de valoraci¨®n en apenas 22:34. Nadie lo lograba desde 2007. El equipo sevillano llevaba en la ACB desde 1989.


El Madrid llegaba a este duelo adelantado por la Final Four con el liderato amarrado del todo. No se jugaba nada, pero vivi¨® una jornada muy especial, de las que se recordar¨¢n siempre por la actuaci¨®n del que quiz¨¢ sea el mayor talento que ha dado su cantera: Luka Doncic. El esloveno atrap¨® a cinco segundos del final el ¨²ltimo rebote de la velada tras un triple errado por Thompkins. La victoria ya estaba decidida, ganaba el Madrid por 104-89. Ese rechace, sin embargo, era el d¨¦cimo de Doncic para completar un triple-doble hist¨®rico, un logro num¨¦rico que persegu¨ªa desde hac¨ªa meses.
Y lo consigui¨® en el ¨²ltimo instante del ¨²ltimo partido en casa de la temporada regular cuando era duda por unas molestias en un pie. Diez rebotes a los que a?adi¨® 17 puntos y 10 asistencias en apenas 22:34 (nadie lo hab¨ªa logrado en tan poco tiempo y sin fallar un tiro). En total, 42 de valoraci¨®n, su r¨¦cord como profesional. Un triple-doble que ning¨²n otro jugador alcanzaba desde que Fran V¨¢zquez hiciera 11 tantos, 10 rechaces y 12 tapones el 7 de enero de 2007 con la camiseta del Barcelona ante el Valladolid. Han pasado 4.140 d¨ªas (11 a?os, 4 meses y dos d¨ªas), lo que refleja bien la dificultad de la conquista. Es el sexto jugador que lo consigue.
Al rev¨¦s que al Madrid, al Betis s¨ª le iba todo en el empe?o. Lo luch¨®, pero el cierre de fiesta fue amargo. La alegr¨ªa de Doncic, de sus compa?eros y de la afici¨®n blanca era su tristeza. Puro desconsuelo aunque fuera la cr¨®nica de una muerte anunciada. Descenso virtual consumado a la espera de que se certifiquen los dos ascensos desde la LEB. Virtual, decimos, y no matem¨¢tico porque queda un resquicio, una opci¨®n solo ejecutable en una combinaci¨®n de milagros sin fin.
Este ser¨ªa el escenario: tendr¨ªa que ganar sus dos ¨²ltimos partidos y que el Zaragoza y el Bilbao perdiesen los tres que les quedan y, adem¨¢s, remontar el basket average en contra con el equipo ma?o: -196. Es decir, vencer por 50 de media y que su rival caiga casi por 40 en cada uno de sus tres compromisos. Vamos, un imposible para un club sevillano que lleva ininterrumpidamente en la Liga desde 1989 y que, bajo el nombre de Caja San Fernando, disput¨® dos finales en 1996 y 1999.
Una actuaci¨®n de esc¨¢ndalo
La ACB es esa competici¨®n en la que el segundo destroza al colista por 44 puntos y a las 72 horas ese mismo equipo casi desahuciado plantea batalla al l¨ªder m¨¢s s¨®lido en d¨¦cadas. Cierto es que hab¨ªa condicionantes. Para el Betis era la ¨²ltima oportunidad y para el Madrid un partido intrascendente a nueve d¨ªas de la Final Four. Recuperaban los blancos, eso s¨ª, a Doncic, ?y c¨®mo lo recuperaron!, y a Taylor. Jugaron porque hay una fina l¨ªnea entre evitar riesgos y perder el ritmo competitivo al m¨¢s alto nivel.
El Betis mostr¨® descaro en una situaci¨®n desesperada. Sali¨® a tumbar al Madrid con una cadencia ofensiva alta, a ritmo de cien puntos, aunque metiendo, no como ante el Baskonia el domingo en ¡°una derrota indigna¡±: 62-106. La apuesta le sali¨® bien durante la primera parte, en la que lleg¨® a mandar por cuatro: 36-40. El talentoso Askia Booker (recay¨® de una lesi¨®n en la cadera) y Ryan Kelly llevaban la voz cantante, pero hab¨ªa un coro potente detr¨¢s: Anosike, Zagorac, Golubovic y un Franch al que una fea torcedura de tobillo le dej¨® fuera de combate.
Rudy y Carroll replicaban, doce puntos uno (4 de 4 de tres) y ocho el otro en un segundo cuarto que invirti¨® la balanza. Como el domingo ante el Gipuzkoa, el Madrid tom¨® el mando entonces para no perderlo (89-82 apretaron los verdiblancos) y acab¨® con 19 triples (de 32 intentos, 59%) igualando as¨ª su mejor marca de siempre. Diecinueve triples para abrazar su triunfo 53 en 70 partidos (75,7% de ¨¦xitos), para rebasar por octava vez la barrera de los cien puntos, cinco de ellas en la Liga y tres en la Euroliga.
En la reanudaci¨®n, un Doncic fin¨ªsimo en ataque abri¨® un hueco insalvable, camino del triple-doble, ese que por avisado no fue menos celebrado. Hubo mucho m¨¢s que n¨²meros, vimos una actuaci¨®n de esc¨¢ndalo. No err¨® un lanzamiento (uno de uno de dos, tres de tres desde el triple y seis de seis desde el tiro libre); abrum¨®. Qu¨¦ talento.