El asesino de Morata dice que mat¨® a su compa?ero de celda porque lo miraba cuando estaba desnudo
El objeto homicida es una pesa del gimnasio de 2,5 kilos que llevaba un mes desaparecida. Ambos ten¨ªan discusiones frecuentes por la falta de higiene del fallecido.
El acusado del triple homicidio de Morata de Taju?a (Madrid), Dilawar Hussain, mat¨® a su compa?ero de celda golpe¨¢ndole con una pesa del gimnasio de la prisi¨®n que llevaba desaparecida desde hac¨ªa un mes. Seg¨²n un informe de los investigadores, tras matar al preso se duch¨® y se cambi¨® de ropa, para despu¨¦s avisar del crimen.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 15 de febrero. Fue en torno a las 2:30 horas cuando el agresor comunic¨® a los funcionarios por el interfono de su celda que hab¨ªa matado a su compa?ero. La v¨ªctima era un recluso de origen b¨²lgaro y 39 a?os de edad, con quien sol¨ªa tener discusiones frecuentes por su falta de higiene. Adem¨¢s, seg¨²n asegura Hussain en un informe de la causa, su compa?ero le miraba ¡°con ¨¢nimo homosexual¡± cuando este estaba desnudo.
Objeto homicida: una pesa de 2,5 kilos
La agresi¨®n fue cometida con una pesa del gimnasio de 2,5 kilos que, seg¨²n el forense, es compatible con las heridas que presentaba el cad¨¢ver, que ten¨ªa fracturas en el cr¨¢neo y la cara. Hussain confes¨® tener escondido este objeto desde hace tiempo porque la v¨ªctima le hab¨ªa intentado pegar antes, por lo que lo guard¨® por precauci¨®n.
La pesa en cuesti¨®n llevaba desaparecida del gimnasio de la prisi¨®n desde hac¨ªa un mes, algo que hab¨ªa sido comunicado verbalmente por el interno encargado de la sala a la direcci¨®n del centro. Seg¨²n varias fuentes penitenciarias, ni la v¨ªctima ni el agresor sol¨ªan visitar con frecuencia el gimnasio, por lo que nadie sospech¨® que ninguno pudiese tener el objeto desaparecido.
En m¨®dulo de aislamiento
Seg¨²n se?alan otros internos, dos horas antes de la confesi¨®n de Hussain, sobre la medianoche, se escucharon fuertes golpes en la celda del crimen. Ninguno de ellos asegura haber escuchado gritos ni discusiones. Cuando los funcionarios llegaron a la celda del agresor, vieron que este hab¨ªa tapado el cad¨¢ver con una manta, as¨ª como hab¨ªa metido todas las pertenencias de la v¨ªctima en dos bolsas.
Ahora, el acusado de los asesinatos de los tres hermanos de Morata y de su compa?ero de celda permanece en un m¨®dulo de aislamiento. Debido a los recientes acontecimientos, se le aplica el protocolo para presos extremadamente peligrosos o manifiestamente inadaptados al r¨¦gimen ordinario.
La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n? 9 de Arganda del Rey (Madrid) ha acordado la prisi¨®n provisional y sin fianza por este ¨²ltimo asesinato.